Ensilla el viejo puestero
Al colorado a destajo
Dejando un martillo bajo
Que es su seña de campero
Manso el pingo compañero
¡Clavado está en el lugar!
Tanta batalla sin par
Con el hombre encanecido
Lo han vuelto en el elegido
A la hora de ensillar.
Es prolijo en su función
El hombre arriba mentado
Es sin lujos el recado
¡Pero sencillo y gauchón!
Un caballete pobrón
Tiene pilchas por si fuera
Atador, una encimera
¡Una matra , algún pegual!
Que se los ofrece igual
Por si agregarlos quisiera.
¡El perro entiende la voz!
De que es pronta la partida
Unas gallinas comida
Buscan diciendo clos--clos.
El puesto es un semidios
Con las paredes gastadas
Con la pava preparada
Y con las puertas abiertas
Para que en noche cubierta
Se cubra el que tiene nada....
En el paráiso raleado
Una blanca alborotada
Interrumpe la nidada
De un hornero ensimismado
Un palillero ha formado
¡Su casita en su ramal!
Concluyendo en un total
De ser arbolito viejo
Brinda su sabio consejo
De vigencia atemporal.
El cielo da su rosada
¡Coloración celestial!
Y en la suma del total
Pone su cuota sagrada
Está la partida echada
La vuelta no ha de extender
Que no se puede saber
Cuando el puesto lo reclama
Y el pecho tocará diana
Cuando tenga que volver....
(©Rubén Ibero)
Fuente: Del sitio de facebook de Embozalando Versos, sobre la obra de DON ELEODORO MARENCO.
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