Mi dulce amor, ¿Por qué lloras?
¿Qué pena profunda te embarga?
Pesadas se te vuelven las horas,
Y la noche se te hace tan larga.
Te sientes muy triste, abatida,
Por culpa de esa enfermedad maldita,
Se te escapa muy lento la vida,
Y tu alma cual flor se marchita.
Quisiera de alguna manera,
Devolverle el brillo a tu mirada,
A tu cuerpo rocío de primavera,
A tu risa sonata placentera,
Pero no puedo hacer por ti nada.
Más que decirte, amor mío,
Permíteme estar a tu lado,
Para regarte cada día con el rocío
De mi corazón enamorado.
Que siempre juntos iremos
De la mano, en este largo camino,
Ya dar marcha atrás no podemos,
Si tú caes, los dos caeremos,
Mi destino está atado a tu destino.
Fuente: Del sitio de facebook Rimas breves y otros poemas.
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