Gramófono, el gran revolucionario de la música

por Norberto Folino,
escritor argentino y compositor
       "Las grabaciones eléctricas comienzan en Buenos Aires antes de la década del treinta.
        El fonógrafo de Edison nació muerto. Como casi todos los inventos de Edison, otro lo había inventado antes. Patentó el fonógrafo en 1877, y lo habían precedido en la invención Eduardo León Scott (el fonoautógrafo de 1857) y Carlos Cross (el paleófono de 1877). Mientras tanto, en Alemania, hacia 1890, Emilio Berliner ponía en circulación su gramófono, es decir, el disco chato, la  membrana de mica, los motores a cuerda baratos y sencillos. Un ingeniero dinamarqués, Waldemar Poulsen, en 1898, sustituyó el disco por el alambre magnetofónico. 
        Indudablemente, el gramófono resolvió muchas de las dificultades funcionales del fonógrafo. Edison había trabajado sobre el antecedente mecánico de las cajas de música (cilindro de bronce con púas) y de los organillos callejeros (cilindro de madera con clavos) y nunca pudo superar del todo las dificultades manuales del cambio de los cilindros o la inconveniencia de la corneta transportada a caballo de la membrana.  Parecía que todo el mundo andaba detrás de una buena idea para reproducir los sonidos.
        En 1900, otro inventor alemán, Edwin Welte, perfeccionó un gran rival para el fonógrafo de Edison: la pianola, con rollos de papel con información codificada. Para Welte imprimieron sus rollos Fauré, Grieg, Busoni, la Carreño. El límite instrumental de la pianola de Welte (Vorsetzer) y la influencia demoledora de la radio y la fonografía eléctrica, acabaron con los rollos de papel hacia 1920. 
        Las posibilidades de mercado hicieron a Edison decidir por una agencia especial para el repertorio de habla española. Así, la “Compañía Edison Hispano-Americana”, con una casa de ventas en Buenos Aires, administraba este catálogo de fonogramas donde muchas veces campeaba el tango, aunque no con la extensión que damos hoy a este género. En efecto, junto a auténticos tangos de autores argentinos (“El estrilo”, “El otario”, “Pura parada”) interpretados por bandas, el catálogo muestra obras como “Tango de la niña qué” (sic), o “Tango del viaje a un ingenio”, que no son sino números españoles o centroamericanos. 
Aviso publicado en la Revista Caras y Caretas
de Buenos Aires, año 1899
        Bien enraizados con los principios de la fonografía criolla están los cilindros que graban Alfredo Gobbi y su esposa, Flora Rodríguez, para la marca “Víctor”, en 1905. Este memorable dúo graba otros doscientos cincuenta números en Londres, hacia el mismo año. 
        Fonógrafos con auriculares, Pathé o Edison, llegaron por esos años a las familias pudientes (valían tanto como un buen lote urbano) y a los escaparates del viejo paseo de Julio o los burdeles de Barracas al Sur. 
        Seguimos en este párrafo a los hermanos Héctor y Luis J. Bates, quienes en su ‘Historia del Tango’ (1936) documentaron la llegada de los primeros fonógrafos a corneta introducidos por el señor Lepage, alrededor de 1897.Estos aparatos también servían para grabar. 
        Cabe agregar que numerosos cilindros, sin marca, grabados de a uno en Italia con repertorio de ese país, vendidos en preciosas cajas  con certificado de autenticidad firmados por los artistas, con las constancias de número y fecha de grabación, debieron incitar la imaginación de este empresario e intentar la puesta en comercio de fonogramas con el arte de Alfredo Gobbi, cantor y costumbrista, y los recitados de Eugenio Gerardo López. Para Lepage, estos artistas grababan –de a uno: no había posibilidad de matrizado para estos cilindros- a razón de un peso por ejecución. 
        Lepage introduce hacia 1900, para la casa Víctor, la primera máquina grabadora de discos planos, con una sola faz utilizable. Alfredo Gobbi seguía siendo el artista más solicitado. Otra presencia comercial importante es la de la Casa Tagini, en la esquina de Perú y Avenida de Mayo. Tagini es la agencia exclusiva para la Argentina de los discos planos Colombia y Odeón (Disque Odeón, fabricados en Francia por la International Talking Machine). 
Aviso publicado en la Revista Caras y Caretas
de Buenos Aires, año 1899
        El catálogo “Columbia” aparece en 1903, e incorpora a Juan Maglio  y Vicente Greco a su elenco. El repertorio criollo de discos franceses “Odeón” cuenta con Angel G. Villoldo (cantados con acompañamiento de piano, guitarra o banda y recitados y escenas criollas), Higinio Cazón, Arturo de Navas, la señorita André Vivianne, el señor A. Varela, el maestro Campoamor (solos de piano), la rondalla de J. Vázquez, los artistas del Teatro Apolo (Podestá, Conti, Scotti, hermanas Borda), Lola Contreras, Lola García, Linda Thelma, Fausto Mendoza, Lola Membrives (tiple nacional, a veces en dúo con Villoldo), etc. 
        En 1911, Max Glucksmann se convierte en productor artístico para la fábrica que se instala ese año, la “Argentine Talking Machine Works”. Max Glucksmann es el editor del equipo, con la ayuda del técnico Mauricio Godard. La primera fábrica de ese rubro se instala en San Fernando.
        Cuando Glucksmann quiebra, en 1934, la ATMV, que ya es Odeón, se hace cargo de la producción y venta de los discos. Godard pasa a trabajar directamente para Odeón. Se conserva en Odeón la planilla de trabajo del día en que se inauguró el equipo de grabación eléctrica, desalojando para siempre las cornetas y las membranas: fue el 8 de noviembre de 1926, y ese día comenzó el trabajo Carlos Gardel, registrando “Puñadito de Sal”, “Del barrio de las latas” y “Mi diosa”. Ese mismo día, Roberto Firpo graba “Anoche a las dos”
"La Voz del Amo", como se conoce a esta famosa imagen del perro Nipper  del año 1899,
que escucha un gramófono a cuerda

        Las empresas grabadoras estimaron que el disco acústico había muerto definitivamente. Hicieron repetir a los artistas de sus elencos los temas más clásicos. Y cuando después del 30 merman las ventas, las matrices de cobre de veinte años de trabajo van a fundición. 
        De todos esos años, las empresas no conservaron más que un lote de carpetas contables. 
        El gramófono de Berliner puso estos tres minutos largos al servicio de la cultura popular. Las cuerdas se simplificaron en busca de un modelo de batalla (el Record, uno de los más difundidos); la caja de madera buscó materias más económicas que el roble; la corneta, aun pintada al fuego, no será ya la obra del artesano sino hija del balancín. 
        La familia obrera pudo comprarse un fonógrafo y la música mecánica superó los límites del prostíbulo, los boxes de los parques de diversiones y los jardines de las familias bien. Tres minutos largos de música para todo el mundo.
        Los primeros tangos se hacen una obligación de la inclusión del trío. Son tangos de tres partes musicales y, cuando la hubo, tres estrofas distintas en la letra. 
        Los tres minutos largos debieron acortarse para ubicar en los tramos finales del surco la curva abrupta que posibilitara el freno automático. Algo más: la grabación eléctrica, más fiel, puso en evidencia la mayor cantidad de ruidos mecánicos en los últimos trazos helicoidales del surco. Los ingenieros dijeron la última palabra, repetida por todos los directores artísticos: 2 minutos, 30 segundos ó 45 segundos, son un buen tiempo. Y los pasodobles, los valses, las mazurkas y los tangos perdieron el trío. 
        Los gramófonos han dejado un buen lote de frases hechas y expresiones idiomáticas al lenguaje de Buenos Aires. Cuando decimos que a fulano se le rayó el disco, o se le gastó la púa, o no tiene más cuerda, o que tiene cuerda para rato, o que está repitiendo siempre el mismo disco, hablamos en términos de fonógrafo".
Norberto Folino,
"Las cosas que se piantan",
Colección "La historia popular/Vida y milagros
de nuestro pueblo",
Centro Editor de América Latina,
Buenos Aires,
Año 1971

Dos interpretaciones del gran Carlos Gardel
Encontramos en Youtube estas interpretaciones que seguramente disfrutarán tanto como nosotros: “Puñadito de Sal” y "Del barrio de las latas" (que nombramos en el texto).

https://www.youtube.com/watch?v=nFIVPIHzBxI


https://www.youtube.com/watch?v=4UweDHgrkhg

La imagen de portada pertenece al artista plástico serbio Micko Vic. "El pintor serbio Micko-Vic es un artista autodidacta con un don para la creatividad que atraviesa sus genes. Primero esboza la escena con lápiz y pincel, y luego agrega una combinación de acrílico y gel de empaste con una espátula capa sobre capa dentro de cada escena para obtener el efecto texturizado final".
Fuente: Del sitio Tuttartpitturasculturapoesiamusica.
https://www.tuttartpitturasculturapoesiamusica.com/2014/02/Micko-Vic.html

Los avisos de la venta de gramófonos pertenecen a la Revista Caras y Caretas, Semanario festivo, literario, artístico y de actualidades, Buenos aires, 30 de diciembre de 1899, año II N´°65. De la Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional de España. Agradecemos profundamente a la Biblioteca Nacional de España por su inestimable tarea en la difusión de nuestra cultura argentina, además de la española.
http://hemerotecadigital.bne.es/issue.vm?id=0004092146&page=31&search=quilmes&lang=es

¡Compártelo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario