La impura

por Guy des Cars,
escritor francés (1911-1993)
        Makogaï, la isla de los leprosos, no era uno de esos elevados lugares del mundo donde puede conservarse la tranquilidad física y moral. Todos los habitantes de Makogaï tenían fiebre. Chantal lo advirtió desde el momento en que había tomado contacto con ese suelo extraño. La enfermedad, que reinaba como dueña absoluta sobre el islote, era sólo una sucesión ininterrumpida de fiebres y depresiones nerviosas: comenzaba a sentirlo dolorosamente. Alternaban en ella estados de exaltación y abatimiento; le ardía la frente cuando las manos estaban heladas. Esto le anulaba las energías y le embotaba las facultades. Los demás enfermos, atados a la cadena de dolor desde hace largos años, debía de encontrarse en un estado lamentable: la fiebre era intensa, lacerante, eterna.
        Pero no sólo había leprosos; los que se movían alrededor de ellos estaban, tal vez, más atacados. A Chantal le había bastado mirarlos o hablar unos instantes para comprobarlo… Ese doctor Watson, que prefirió abandonar una clientela corriente e infinitamente más remuneradora en la vieja Inglaterra para venir a exiliarse en Makogaï, no era un médico normal. Era un enfermo él también, poseído por una fiebre que lo obligaba a luchar contra un mal incurable. Al igual que su jefe, el americano Fred y el fijiano no pensaban sino en practicar extracciones de mucosa y de sangre, en hacer análisis; no era una vida normal para hombres jóvenes y robustos. Estaban peligrosamente poseídos de una fiebre secreta que Chantal no atinaba a definir: una fiebre que excedía su inteligencia.
        …¡Y ese pastor, medio loco, que repartía la vida entre el estudio de leyendas fijianas y los científicos desayunos preparados por la señora Hall! ¿Tuvo acaso él, también, la idea de exiliarse ne medio de leprosos para continuar llevando una suave y modesta existencia, en un home británico entre la mujer y la hija? ¿Cómo había podido sacrificar así la juventud de la espiritual Agathe? Sólo había una explicación posible de este misterio: el reverendo David Hall tenía él también fiebre, aquella que lo forzaba a convertir a los demás, costara lo que costase y aun cuando ellos no se lo pidieran. Esta fiebre, que le parecía  a la joven la más inquietante de todas porque atacaba solapadamente el libre albedrío de los individuos, había alcanzado igualmente al padre Rivain. La iglesia de tablas del capellán católico, edificada sobre pilotes, no podía ser un templo de recogimiento para personas normales acostumbradas a la estabilidad de las cosas. Esta iglesia de pacotilla sería arrastrada por la gran fiebre de Makogaï como todo lo demás…¡Esas hermanas, finalmente, que llevaban tocas, tales como las orejeras en Europa, para no ver lo que sucedía frente a su puerta de la calle du Bac, y que aquí no vacilaban en mirar a los seres más feos del mundo sobre un islote del Pacífico! Ellas, sobre todo, estaban completamente poseídas por una rara fiebre: la del sacrificio".
Guy des Cars,
"La impura"
Emecé Editores,
decimoséptima edición,
Buenos Aires,
junio de 1970.
Biografía de Guy des Cars 
Guy Augustin Marie Jean de Pérusse des Cars fue un escritor francés nacido el 6 de mayo de 1911 en París y fallecido el 21 de diciembre de 1993, también en París. Sus restos descansan en el cementerio de Hautefort en Dordoña.
Fue educado por los jesuitas, a los que se unió a la edad de 7 años, permaneciendo hasta los 16. En ese tiempo, fue expulsado seis veces. Sus maestros decían de él: "Brillante alumno, pero de espíritu malvado". A los 19 años de edad, se mudó a Chile para poner fin a una aventura galante y, en su regreso a Francia, escribió una comedia de boulevard titulada Croisière pour Dames seules (Crucero para damas solteras).​ Se apega a la carrera de periodista a los 28 años, llegando a redactor en jefe del "Jour".

Teniente de infantería, recibió la Cruz de Guerra 1939-1945, por su conducta en el frente. Luego de la derrota de 1940, se retiró en el sur, donde escribió su primera novela, L'officier sans nom, un libro de guerra. Ha escrito numerosas novelas que han tenido gran éxito como L'impure, El Solitario, La dame du cirque, Le château du clown, Les filles de joie, Le faussaire, L'envoûteuse, La justicière, L'entremetteuse, La maudite.
Fuente: Del sitio Wikipedia - Guy des Cars.
https://es.wikipedia.org/wiki/Guy_des_Cars

La imagen de portada pertenece al artista plástico Ralf Heynen."Ralf Heynen (1978) es un pintor de bellas artes de Nijmegen, Países Bajos. A pesar de la primera impresión de una imagen sofisticada y detallada, su técnica se basa en la luz y la tonalidad y se pinta con una pincelada distinta".
Fuente: Del sitio de Ralf Heynen.
https://translate.google.com/translate?hl=es&sl=en&u=https://www.ralfheynen.com/&prev=search

La foto del escritor Guy des Cars pertenece al fotógrafo Erling_Mandelmann y es del año 1977. 

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