El pasado domingo 25 de septiembre se presentó en el Teatro Don Bosco de Bernal, que siempre recomendamos, la obra “Camino Amarillo”, por el grupo Mundo Munay. Alegre, divertida, bien preparada, nos hizo reír e hizo bailar a los chicos y aplaudir a los más grandes.
Dorita llega al Fin del Mundo y se encuentra con el Hada Belinda |
Con un enorme esfuerzo de escenografía, infinito vestuario y muchos elementos, música de la mejor, mucho color y movimiento, “Camino Amarillo” no tiene que rendirle cuentas a la señora Garland. "Camino Amarillo" se luce por sí misma, porque está bien ensayada y bien ensamblada. Es más, le diré que es un espectáculo sin fisuras, compacto y bien pensado, donde todos se pueden destacar, cantar y bailar bien.
Y así vemos a Dorita, nuestra coyita, que vive junto a sus padres en la Puna, como ya le adelanté. La madre, Eva, muy sofisticada, se aburre mortalmente entre cactus y llamas, ya que para ella “desde que me trajiste a esta NADA me aburro”, como le dice a su esposo. “Acá no hay nada para hacer, ni un cine ni un restaurant” insiste la madre, mientras todo el grupo de trabajadores, vecinos y llama incluida sostienen que “no hay mejor lugar que nuestro lugar”, porque lo importante son los afectos y el amor a la tierra de uno. Para eso hay que cantar. Las hermosas canciones van contando lo que piensan, sienten y sueñan los personajes: “Donde vivís y donde amás /el arco iris es lo que quiero cruzar/ éste es tu lugar”. Temas muy bellos que unen y dan vida a toda la obra, bien colorida, bien musical, bien bailarina. Ninguno de los “peques” se resistió, lo aseguramos.
Un tremendo tornado está por llegar, y en la tormenta se pierde Toto, la mascota de Dorita, quien sale a buscarlo y se queda dormida fuera de su hogar. Al despertar, se da cuenta de que llegó al Fin del Mundo, y allí la recibe el Hada Belinda La Más Linda, contenta porque al caer, Dorita aplastó a la Bruja Biruja de la Peste que aterrorizaba a la población. De ahí a la Presidencia del lugar, hay un solo paso.
Pero Dorita no quiere ningún bastón de mando, sólo quiere volver a Yaví, su pueblito en la Puna. Habrá que preguntarle al Sabio de Moctezuma, pero ¿dónde está? Para encontrarlo, deberá usar los zapatitos rojos que la llevarán por el camino correcto, si siempre sigue, claro está, el Camino Amarillo. En ese camino encontrará al Espantapájaros que no puede espantar ningún pájaro, porque no tiene cerebro para pensar. También a la Mujer de Hojalata, a la que la bruja le sacó el corazón. Y al Puma que se asusta de todo, y que necesita sacar sus miedos para transformarse en un Puma de temer. Para eso, sólo hay un camino, el Camino Amarillo y encontrar al Sabio Moctezuma para que solucione todos los problemas.
Finalmente, será la Bruja Corona del Inca la que los ayudará, y finalmente… el final, no lo contaremos, pero es un final feliz con una hermosa canción: “Más allá de los sueños / sé que habrá un lugar/ donde los sueños se hacen realidad”. Y un importante mensaje para Dorita (y que hacemos extensivo a todos): “Descubrir que la magia la tienes sólo tú”.
Saludo final con grandes aplausos para Mundo Munay |
Así que si la ve pasar a Dorita, vaya usted también, amigo lector.
Y si no tiene los zapatos colorados, vaya también.
El final del arco iris lo está esperando.
Con la periodista Adriana Sylvia Narvaja, que es la primera a la izquierda |
http://photopeach.com/album/179oui3
Las fotos pertenecen a Adriana Sylvia Narvaja, periodista y docente de Quilmes, conductora del programa de radio "Algo Especial Protagonista del Presente" que aún no volvió al aire.
Gracias por la empatía que solamente un adulto que sabe mirar con corazón de niño puede entender y disfrutar!
ResponderEliminarMil gracias por su comentario, espero que no perdamos nuestro corazón de niño, ninguno de nosotros, porque el corazón de niño es el auténtico corazón. Bendiciones, Adriana Sylvia Narvaja.
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