"Solamente cuando las mujeres empiezan a sentirse en su casa sobre esta tierra
vemos aparecer una Rosa Luxemburg, una Madame Curie.
Demuestran con brillantez que no es la inferioridad de las mujeres lo que determina su insignificancia histórica: su insignificancia histórica las condena a la inferioridad"
Simone de Beauvoir
'El segundo sexo'
Ediciones Cátedra - Colección Feminismos.
Traducción de Alicia Martorell
Esa rival, esa otra, se mira en el espejo como me miro yo. Claro, odio a esa mujer, la odio. El espejo me devuelve esa mirada crítica: ella se ve hermosa, fresca, elegante. Yo no. El rencor, la rivalidad, me hacen sentir fea, débil, desprotegida. La otra, seguramente, es feliz. De hecho, lo tiene todo. Yo no. Yo no tengo lo que ella tiene. Ella es la otra. O yo soy la otra. Qué más da…Estas palabras bien podrían describir una realidad que no existió, pero podría haber existido: un encuentro, una relación enfrentada de Eva Perón, por un lado, y Victoria Ocampo, por otro. Creo que nombrando a estas dos mujeres, quizá todo quede dicho.
Patricia Santi como Eva Perón, en una actuación inolvidable |
Pero para una mujer, ocupar un lugar "en un mundo de hombres", como ellas mismas dicen, es muy difícil. No digamos “imposible”, porque ellas (y otras como Simone de Beauvoir, entre varias) lo lograron. Pero dejaron sueños, e hijos que no pudieron tener, por el camino. El hijo, lo más preciado para una mujer, no llegó para ninguna. Y para la sociedad, la mujer debe (así de simple: debe) girar alrededor de los hijos y de su casa. Promover el bienestar de la familia. Ocuparse siempre de la casa y del marido. Atender a una enorme cantidad de parientes enfermos, descuidando incluso su salud. Componer lo que se descompone. Interceder por los que ama. No contrariar a su esposo. Permanecer siempre alegre y conforme, a pesar del agobio de las tareas del hogar. Y así podríamos seguir hasta el infinito. Eso se espera. Eso se hará.
Un encuentro de ficción que nos deja muchas preguntas |
Enfrentando esa realidad, ambas, Eva y Victoria, desafiaron sus estructuras. Victoria desde una posición acomodada, pero que a la vez está llena de expectativas sociales y de clase. Eva, rompiendo con todos los moldes: los de “hija natural”, casada con un militar, actriz de radio venida de la miseria y la discriminación (recordemos que ni al funeral de su padre Don Duarte los dejaron pasar “a ellos”, los hijos nacidos de “la otra”), llegó tan alto que hoy es inalcanzable. Claro, le costó la salud. Le costó la vida.
La gran Rosita Rotman, como Pepi, ayudante y enfermera |
Así, se contradicen, se combaten, se denigran. Luego parecen establecer una especie de paz, una calma. Eva se está muriendo y Victoria se acerca un poco más. No durará mucho. Los egos vuelven con fuerza y ambas ven en “la otra” a la que cuestiona, la que critica “mi” forma de vida, “mi” pensar, “mi sentir”. Y al cuestionar, hace tambalear la idea de sí misma de cada una. Por eso vuelven con fuerza los egos, vuelven a tomar las armas: si lo que cada una hace es cuestionado, entonces no sirve, porque no es un valor absoluto. Y si no sirve, no sirvió nunca, y toda la tarea sería vana. Y todo lo que se dejó por el camino, se dejó inútilmente. Entonces, y de plano, eso no puede permitirse. Jamás. Y a cada una le va la vida en ello.
Patricia Santi, Rosita Rotman y Sandra Amoroso, en el saludo final cuando fueron aplaudidas de pie |
El Diseño de la Gráfica, muy correcto, es de Miguel Montalto; la Fotografía, también muy apropiada, es de Chiara Mobilia, el Sonido es de Matías y la Música Original es de Julio Vita, y es muy marcada la influencia de esta música sobre la obra. Una música que llama a la reflexión, al encuentro, al debate, a profundizar nuestras creencias, a plantearnos qué hubiera pasado si hubiésemos estado en el lugar de ellas dos. Qué hubiera pasado si este encuentro se hubiera dado en realidad. Qué hubiera pasado si Eva no hubiera muerto. Qué rumbo hubiera tomado la Argentina. Qué hubiera pasado de haberse aceptado entre ellas, lo que al parecer no era posible.
Con la Dirección de Alejandro Casagrande, todo el esfuerzo y voluntad se puso sobre el escenario y dio frutos |
Pero no hay forma de entendimiento: la Argentina no es una, son varias. Y cada una viene de lugares tan diferentes que es imposible juntarlas. “Su grosería no tiene límites” dice con desprecio Victoria, y Eva no tarda en contestarle: “¿y su maldad?”. Pero no hay “maldad”, ya que la “maldad” es algo que adjudicamos cuando espejamos nuestros defectos, nuestros conflictos, nuestras realidades internas en “la otra”. Así como ellas se miran al espejo para maquillarse, también se espejan entre sí, y se acusan de “maldad”. No hay maldad. Hay orígenes diferentes, estructuras de familia absolutamente diferentes, vidas diferentes, objetivos diferentes. Y el cuestionamiento no tardará en llegar…
“No colaboraré con ustedes – dice Victoria con vehemencia- Ustedes se las ingenian para desvirtuar los ideales de los que construyeron este país”. Y Eva, enérgica, le responde: “Como arquitectos dejaron bastante que desear…”. Victoria no se queda atrás, califica a “la otra” de “aventurera resentida”, mientras que Eva sostiene que “al amor lo conocí en la radio, no lo conocía antes, y lo conocí amando a todos los descamisados que aman al hombre que yo amo”.
Amor, odio, rivalidad. Eva y Victoria siguen mirándose en el espejo. Y la Argentina, ese país del mundo del revés, debería mirarlas a ellas, y debería mirarse más a sí misma, y encontrar un punto de encuentro para los que la habitamos, que somos tan distintos unos de otros. Y tan necesitados de una casa para todos, hombres y mujeres que se acepten como tales: distintos, pero con los mismos derechos.
Antes, era antes. Ahora, ya es hora.
La emoción de la periodista Adriana Sylvia Narvaja en medio de estas grandes actrices tan queridas |
Fue la primera mujer en obtener un registro de conducir en Argentina, la única latinoamericana en asistir a los Juicios de Núremberg, la primera mujer en ser elegida miembro de la Academia Argentina de Letras y una de las principales figuras en la lucha por las causas de la mujer al impedir la reforma de la ley 11 357. Como directora de Sur, difundió a los más importantes escritores del mundo y promovió a talentos locales, como los casos de Borges o Julio Cortázar, a quienes dio a conocer entre los lectores de habla hispana. La premio Nobel de Literatura Gabriela Mistral le aseguró a Ocampo que había «cambiado la dirección de lectura de varios países en Sudamérica».
Un retrato suyo preside el Salón Mujeres Argentinas en la Casa Rosada, inaugurado en 2009 por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, junto a otras figuras femeninas de la historia argentina como Juana Azurduy, Eva Perón, Lola Mora, Cecilia Grierson y Mariquita Sánchez de Thompson.
Información sobre Victoria Ocampo – Del sitio Wikipedia.
https://es.wikipedia.org/wiki/Victoria_Ocampo
Retrato de Victoria Ocampo, del artista Dagnan Bouveret, publicado en el Diario La Nación |
La figura de Evita alcanzó una gran difusión entre las clases populares de la sociedad argentina, que incluía muchas estampas que la representaban de modo similar al que se representa a la virgen María, veneración que molestaba a la Iglesia Católica. A pesar de su dominio y poder político, Evita siempre justificó sus acciones diciendo que fueron "inspiradas" por la sabiduría y pasión de Perón.
Por otra parte, todavía en vida se impulsó desde el gobierno un vasto culto a su personalidad: cuadros y bustos de Eva Perón fueron colocados en prácticamente todos los edificios públicos.
Eva Perón es la única persona a quien el Congreso Nacional otorgó el título de "Jefa Espiritual de la Nación", el 7 de mayo de 1952, cuando ella cumplía 33 años.
En uno de sus últimos discursos se despidió en estos términos:
"Yo les dejo mi corazón, y a todos los descamisados yo los estrecho muy, pero muy cerca de mi corazón y deseo de que se den cuenta de cuanto los amo".
Una de las frases de Evita publicadas en su libro La razón de mi vida, donde habla de su muerte dice:
"Tal vez un día, cuando yo me haya ido definitivamente, alguien dirá de mí lo que muchos hijos suelen decir, en el pueblo de sus madres cuando se van, también definitivamente: ¡Ahora recién nos damos cuenta que nos amaba tanto!"
La temprana muerte de Evita a los 33 años de edad marcó un hito para la historia de la Nación Argentina. Su cortejo fúnebre fue presenciado, durante una lluviosa semana, en las calles de Buenos Aires por más de dos millones de personas, y su funeral duró dieciséis días; veintiocho personas murieron en las avalanchas en las calles y más de trescientas sufrieron heridas.El papa Pío XII recibió 23 000 pedidos para convertirla en santa, y es la única ciudadana argentina que posee el cargo de Jefa Espiritual de la Nación Argentina, título oficial otorgado por el Congreso Nacional durante la presidencia de su esposo.
A partir de su muerte se usó su nombre y hasta su fecha de nacimiento para designar establecimientos públicos, estaciones de ferrocarril y subterráneo, ciudades, etc., incluyendo el cambio de denominación a Eva Perón de la provincia de La Pampa y de la ciudad de La Plata. Su autobiografía La razón de mi vida fue establecida como libro de lectura en las escuelas primarias y secundarias.
Todas las noches, las estaciones de radio de todo el país entraban en cadena nacional y el locutor anunciaba que eran las "Veinte y veinticinco, hora en que Eva Perón entró en la Inmortalidad" antes de comenzar la lectura del noticiero oficial.
La oposición rechazó estas actitudes del peronismo gobernante, alimentando el imaginario antiperonista con críticas a los actos de la Fundación Eva Perón, a las ropas lujosas y joyas que solía vestir en los actos protocolares y al tono combativo que abundaba en los discursos de Evita. Muchos autores consideran que este tipo de críticas encubría la oposición a su tarea de ayuda social y redistributiva, y a la molestia que su discurso y el encumbramiento de una mujer de origen humilde representaba para sectores acostumbrados a los privilegios
Información sobre Eva Perón - Del sitio Wikipedia
https://es.wikipedia.org/wiki/Eva_Per%C3%B3n
Retrato oficial de Juan Domingo Perón junto a su esposa Eva, de Numa Ayrinhac y exhibido en el Museo del Bicentenario, es el único oficial de un presidente argentino acompañado de la primera dama |
Afiche de la obra "Eva y Victoria" del muro de Patricia Santi en facebook. También le pertenece la foto en la que está sola en el escenario.
https://www.facebook.com/patricia.santi?fref=ts
Frase de Simone de Beauvoir - Del sitio Feminismo
http://feminismo.about.com/od/publicaciones/fl/El-segundo-sexo-fragmentos-destacados.htm
"El hombre no es ni una piedra ni una planta, y no puede justificarse a sí mismo por su mera presencia en el mundo. El hombre es hombre sólo por su negación a permanecer pasivo, por el impulso que lo proyecta desde el presente hacia el futuro y lo dirige hacía cosas con el propósito de dominarlas y darles forma. Para el hombre, existir significa remodelar la existencia. Vivir es la voluntad de vivir".
http://www.actitudfem.com/celebridades/famosos/enterate/10-frases-extraordinarias-de-simone-de-beauvoir
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