La historia es real, y se refiere a un perro llamado Haatchi. Probablemente nunca sepamos cómo se llamaba cuando su dueño anterior lo ató a la vía del ferrocarril para que muera asesinado, y el tren le cortó su pata trasera izquierda y su colita cuando lo atropelló. Seguramente no tenía nombre, lo mismo que la malvada acción de ese "dueño". “Tan sólo tenía diez meses de edad” informa el sitio Schauzi.com, y agrega “fue encontrado días más tarde, encogido, con la cola destrozada y la pierna rota”.
“En el momento que fue llevado al veterinario, este no pudo hacer nada por salvar su cola y su pierna, ambas tuvieron que ser amputadas. El futuro de Haatchi era muy negro según la Sociedad Protectora de Animales pero desde el centro luchaban por encontrarle un nuevo hogar” sigue comentando el sitio de defensa de los derechos de los animales.
Semejante maldad no sabemos si quedó impune, lamentablemente es probable que así sea. Pero Dios tenía otros plantes, y fue adoptado por Will Howkins y su novia Colleen Drummond, de 41 años de edad, cuando conocieron la historia del perrito a través de Facebook. Will es el padre de Owen Howkins, quien también tenía motivos para sufrir, porque padece de Síndrome de Schwartz-Jampel, que hace que sus músculos estén permanentemente tensos.
Owen empezó a no querer ir a la escuela cuando se dio cuenta de su enfermedad genética que le hacía sentirse diferente a otros niños y niñas. Desgraciadamente, se asustó al hablar con la gente y eso hizo que no quisiera salir de su casa de Basingstoke (Hampshire, Reino Unido).
Colleen, que ha sido parte de la familia desde que Owen tenía tres años, explica: “Tan pronto como se conocieron, el efecto de Haatchi sobre Owen fue increíble. Antes de su llegada no le gustaba salir“. Y aún más: “Cuando empezó la escuela, él fue consciente de que era diferente y se volvió más retraído”.
Owen dijo: "Yo solía tener miedo de los extraños, entonces Haatchi llegó y ahora no tengo miedo y eso es lo que me cambió la vida". Y así fue que el perrito que fuera dejado para morir en forma abominable, ahora se llama Haatchi y tiene un hogar que lo salvó de la crueldad y de la calle.
Y veamos cómo lo cuenta Owen: "Yo realmente no conozco a muchas otras personas con discapacidad, se me hizo muy triste al principio. Pero cuando vi Haatchi y vi lo fuerte que era, a pesar de que sólo tenía tres patas, me hice más fuerte a mí mismo. Lo amo tanto".
Publicado por el sitio “Educación Contra El Maltrato Animal”
Will, el papá de Owen, junto a Haatchi |
http://www.youtube.com/watch?v=hgms7XZkxWE
Fuente: del sitio de Schnauzi.com.
http://www.schnauzi.com/perro-tres-patas-adoptado-ayuda-nino-con-enfermedad-superar-miedo-mundo-exterior/
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