“Ésta
es la historia de Victoria, de cuando dejó de serlo y empezó a ser Alma”
comienza la obra. Y durante los minutos siguientes, no esperamos encontrar la
historia que veremos a continuación. Creemos que lo que sospechamos,
simplemente no sucederá. Pero sí, pasará. Una historia llena de dolor,
representada por Lorena Székely, en lo que hoy es el punto de reunión de los
amantes del mejor de los teatros, la Casa de Arte Doña Rosa. Pero con esta obra
se lleva los laureles. Székely, la increíble, ella sola con su valijita y una
silla, nos da vuelta el corazón y la mente de una manera en la que nadie lo ha
hecho hasta ahora.
Y habrá
que aprovechar, porque este domingo es la última cita en Colón 279, de Quilmes,
y luego hará falta esperar hasta que vuelva lo que realmente es el teatro del
mejor. Dicho así, en palabras sobre un papel o sobre una pantalla, tal vez no
diga mucho. Porque no podemos adelantar nada de lo que Ud. verá. De allí que
sea tan difícil para la cronista de “Algo Especial Protagonista del Presente”
contar qué es “Alma”, y quién es Victoria.
Digamos,
sí, que María Victoria es una joven, la mayor de sus hermanas, que viene a
Buenos Aires desde el Norte para trabajar. Al principio, vencido el miedo de la
ciudad y cumpliendo las órdenes de su empleadora, todo parece andar bien. O
casi. Pero muy pronto, demasiado, la vida dará una vuelta y lo que fue promesa,
ahora es horror.
“Cuando
Victoria era una niña, nunca dibujaba el mar. Nunca vio el mar…” cuenta Lorena
Szekely, en una interpretación memorable. Como dijimos, es absoluto teatro
hacer las tablas sólo con un batón, un par de alpargatas, una silla, una
valijita y una soga. “¿Cómo va a hacerse teatro con tan pocos elementos?” se
preguntarán los lectores. Pues bien, tendrán que verlo. Lorena, actriz de raza,
lo es todo en el escenario. Pronto veremos que no se necesita más que su
actuación, que nos dejó sin habla, para
contarlo todo.
Y es
así que Victoria, o mejor dicho, María Victoria, se va a Buenos Aires “a
progresar”. La infancia, a la que volverá varias veces en el transcurso de la
puesta, queda atrás. Ella se siente libre y vital, con su pelo al viento,
porque su pelo es uno de los actores principales, no queremos dejar de
nombrarlo. Su pelo es María Victoria, que luego será Alma. María Victoria, la
que con una piedrita jugaba a la rayuela, y con la soga saltaba en su pueblo,
en su patio, junto a su familia. “Con el tiempo uno no salta más” dice, y quizá
tenga razón. Más cuanto te obligan a usar patines para que no marques con tus
pisadas el piso de madera encerado.
Pero,
como dijimos, la vida da un vuelco inesperado. Y así como la vida tiene cosas
buenas, también las tiene malas. El problema es que con las malas, con las más
terribles, hay que seguir conviviendo. Hay que seguir viviendo, aunque a veces
signifique mentirle a los que están lejos. Mentir hasta morir, y al morir un
arbolito signifique lo que nosotros significamos en este mundo, un arbolito que
no será igual a los demás, sino que será especial, “un árbol que será diferente
pero también será de allá”. Una vida por tanta vida que alguien le robó a
Victoria, quien un día pensó en llamarse Alma, y luchó a brazo partido para no
perder el alma suya.
Desgarradora,
impresionante, esta obra realmente merece que la veamos todos, hombres y
mujeres. Porque son las mujeres las que tanto sufren como sufrió Alma, y los
hombres, los que provocan y aprovechan este sufrimiento. En una sociedad que
día a día va perdiendo la piedad, y corre el riesgo de deshumanizarse, es hora
de conocer la historia de María Victoria, que es la de tantas chicas que vienen
a Buenos Aires con tantas ilusiones que quedan cortadas en el camino.
Presentada
en Casa de Arte Doña Rosa por el Grupo Sin Guardia, cuenta con la Dirección de
Armando Saire y Leonardo Odierna, y Néstor Navarría en la Asistencia de
Dirección y Diseño de Luces. En escenografía y Vestuario se luce Mercedes
Piñero, y la Producción es de Pablo Mariuzzi. La crítica fue unánime, y elogió
la obra, pero mucho más la actuación de Lorena Székely.
Y no
adelantaremos más, para que los lectores vayan a verla. Esperamos sus
comentarios para el regreso. Sólo diremos que, como dice Alma, “la raíz es
importante, y hay buena tierra, tierra oscura”. María Victoria no pierde su
raíz, nunca. A pesar del sufrimiento, echa raíz en buena tierra.
Foto de Lorena Székely del muro de Facebook de SinGuardia, el Grupo de Teatro.
http://www.facebook.com/SinGuardia?fref=ts
Foto de "Alma" - Lorena Székely - Cortesía de Casa de Arte Doña Rosa.
http://www.facebook.com/pages/Casa-de-Arte-DO%C3%91A-ROSA/171436186228?fref=ts
Fotos de Lorena Székely junto a la conductora, Adriana Sylvia Narvaja, y a Paula Castignola, actriz y cantante de Casa de Arte Doña Rosa, son de "Algo Especial Protagonista del Presente".
http://www.facebook.com/SinGuardia?fref=ts
Foto de "Alma" - Lorena Székely - Cortesía de Casa de Arte Doña Rosa.
http://www.facebook.com/pages/Casa-de-Arte-DO%C3%91A-ROSA/171436186228?fref=ts
Fotos de Lorena Székely junto a la conductora, Adriana Sylvia Narvaja, y a Paula Castignola, actriz y cantante de Casa de Arte Doña Rosa, son de "Algo Especial Protagonista del Presente".
No hay comentarios:
Publicar un comentario