Caminar hasta el bar Quesada, con los sentimientos a cuestas

"¿Quién mejor que un poeta
para medir la vida y poner
palabras a los sentimientos?"
Luis García Orihuela
 periodista valenciano (1959-)
        Luis García Orihuela, nuestro poeta valenciano, nos vuelve a dar muestras de su amistad, que tanto valoramos, enviándonos un libro de la edición de “Café y Copa en el Quesada”, que pertenece al año 2017 y que llegó hasta nosotros para engalanar nuestra biblioteca y llenarnos el corazón de emoción.
        Y es así. Disfrutamos muchísimo con “Loquenoesyes”, cuya reseña ya compartimos con nuestros lectores. Ahora nos toca hablar de esta nueva serie de poesías, muy hermosas, que se han escrito en el Quesada, allá en Valencia. Debe ser, no dudamos, un lugar hermoso, porque vemos que es inspirador…
        Y si en el libro anterior hablamos de sentimientos que se pasean por la cuarta dimensión, el tiempo, en esta oportunidad  (lo vamos a decir ya en el inicio de esta nota), los afectos, sentimientos y miradas de Orihuela se pasean y toman contacto con el espacio. Sí, el espacio es el factor determinante. Y por este espacio, como un caminante, a veces triste, a veces esperanzado, va Orihuela. A veces sabe y a veces no sabe dónde va. En esta serie de poemas se impone el espacio.
        Ahora bien, espacios hay muchos. Hay espacios pequeños, prolijos y regulares, como el tañido de las campanas que van y vuelven, van y vuelven, y llenan de sonidos este mismo espacio, una y otra vez. Hay espacios que llenan los trenes que llegan y se van, trayendo y llevando poemas desde las vías hasta el banco donde el poeta perdió un poema. “Era un verso libre,/ para nada un verso / encadenado” nos asegura. Quizá entonces vuelva, porque quiera volver...
Paisaje del artista Dimitri Levin 
        Hay un viaje aún más extraño, un viaje en un vagón de un viejo metro, pero debajo del agua. Pero aún bajo el agua, los viajeros recorren un espacio, aunque sea en soledad, sintiéndose “un intruso /sin parada ni destino”. Un intruso se mete donde no lo llaman, pero ¡ay! es un ser humano cargado de sentimientos que debe llevar a cuestas, como una mochila. Que quiere compartir con alguien. Que quiere que alguien escuche. Pero la soledad, que es el ambiente ecológico y necesario del poeta, lo acompaña siempre, incluso llegando a una montaña.
        El espacio está, pero a veces ese espacio duele. Lo consuela el aire fresco, la fragancia, la lluvia. El poema se alimenta de esa mirada que ocupa todo el espacio, hasta el horizonte. Aunque el poeta no necesita ir tan lejos, basta con llegar a las esquinas, a los jardines y a los patios. Disfrutar de las sombras, de los colores, de los muros, de las luces, que llenan esos espacios y nos ayudan (¿o nos impulsan?) a preguntarnos por nosotros mismos, por nuestra vida, por lo que hemos hecho. ¡Hemos recorrido un trecho tan largo, cuando llegamos a las cinco décadas! Hemos hecho tanto, que hoy, en ese punto, queremos escribirlo en poemas, como bien lo hace Orihuela.
        Orihuela escribe los espacios que ha recorrido, solo o no tan solo, porque Dios está con él. Dios lo acompaña siempre, pero a veces el poeta no lo sabe. No sabe que Dios le susurra al oído que siga avanzando. Que no pierda la fe. Que tenga esperanza. Que dé lo mejor de sí. Y ahí nomás el poeta se pone a escribir, quizá pensando que un poema nació de un sentimiento, sin apercibirse de ese susurro que lo acompaña que es de Dios. Por ahí el poeta cree que es la brisa. O cree que es el sol. O cree que es el viento. O cree que es la fragancia. O esas mariposas que llegan, o esas flores que se abren y estallan en colores. O los pájaros que llegan.
        Orihuela sigue caminando y llega a un Museo del Silencio, un necesario museo que exponen las mudas palabras que jamás se dirán, los distintos tipos de mutismo que encierran tantos secretos, tantos amores, tantos dolores. El silencio creativo que ocupa todo un escritorio, el silencio de la meditación que ocupa toda el alma (escritorio y alma también son espacios). En todos los casos, silencios que llenan todo el espacio. Orihuela anda ocupando espacios, como dijimos, con sus poemas.
        Pero no siempre anda solo. A veces se cruza con alguien a quien ama, al parecer sin esperanza (¡qué distancia tan enorme nos separan de aquel que amamos, y no nos ama!). O llega al bar Quesada, una distancia corta, un espacio amable que lo espera para inspirarlo. También hay gente allí, y su mirada lo recorre todo, porque lo conoce todo. Hay gente, hay más gente, que habla, intercambia ideas, levanta la voz. Él mira todo, porque ese espacio poético le pertenece, así que es un alivio cuando se van… El poeta necesita pensar, necesita contactar sus afectos, sus pensares. El bullicio no lo ayuda, el bullicio le disputa el espacio a la poesía. Porque no todos  los que están con él en el bar, están con él. Están en otros espacios, dentro del Quesada. Están en otro espacio dentro de ese espacio. No es el mismo mundo: el poeta habita la soledad.
Paisaje del artista Dimitri Spiros 
        Y así, hablando de espacios, también los versos son espacios ocupados. También en ellos hay silencios necesarios, y preguntas imprescindibles sobre la vida, el tiempo, las personas, uno mismo. Pero también hay poemas como columnas, finitos, que parecen caminos, quién sabe adónde irán. Yo me permito decir que ni van, ni vienen, al contrario, van y vienen. Porque no son caminos, son rayuelas (aquí es necesario coincidir en la admiración a Julio Cortázar, el gran escritor argentino). Son rayuelas, digo, como el libro de Cortázar. Van del Cielo al Infierno, y uno va como puede, saltando en un pie, saltando en dos. Tira una piedra y Dios sabe en qué lugar va a caer. Nosotros no. Subimos y bajamos, ocupamos estos espacios y vamos saltando, a veces riendo, a veces llorando.
       Porque, al fin, así vamos por la vida y sus espacios. Un poco a los saltos, un poco caminando por las vías, un poco en los jardines, un poco en la montaña.
        Y luego, si Dios quiere y nos susurra un poema, vamos al Quesada y nos sentamos a escribir.
Obra pictórica del artista Hamish Blakely
Me ha tocado vivir

Me ha tocado vivir,
así como suena,
un día cualquiera
verás la luz,
te dirán que has nacido
y que a tu reloj
ya le dieron cuerda,
ese tipo de cuerda que sabes
que un día se agotará
y se habrá de detener.

Y te preguntarás por qué,
sin ni siquiera haberte consultado
te traen a un mundo lleno de relojes en marcha, cada
uno marcando
una hora diferente, para un día distinto de quién sabe
qué año.

Ya no seré yo solo
el que se pregunte,
ya no serás tú solo
el que se pregunte…

Y quizá entonces
seamos los dos
los que digamos a una sola voz:
Me ha tocado vivir.
Luis García Orihuela
Biografía
        Luis García Orihuela (Valencia, España, 1959). Persona inquieta y polifacética ya desde la infancia, no tarda en interesarse por el arte y la literatura en toda su multitud de manifestaciones, el mundo de la intriga y el misterio, así como la poesía.
        Matriculado en la escuela de Artes y Oficios de Valencia en el emblemático e histórico barrio del Carmen, cursa durante cuatro años la especialidad de dibujo publicitario. Realiza series infantiles de animación para TV, elaborando el modelado de personajes en plastilina, la animación de los protagonistas y sus primeros storyboards para la productora valenciana “Tirannosaurus Producciones” de Enrique Cuéllar (Premios Tirant de Valencia). Tras unos años ejerciendo oficios diversos y algún otro año diseñando y realizando fallas infantiles, carteles publicitarios, spots, cómic, tiras humorísticas, portadas, pasando a crear y dirigir la Revista Literaria “QMC Magazine”, colabora con programas y espacios propios en distintas radios, Radio Guiniguada, Encuéntrame en las Ondas, con Tusitala y Lokos por el Mundo (Canarias), Radio Piano Bar con Leyendas, Lndradio.com, con el programa de misterio “La Caverna de Lusiana”.
        Luis García Orihuela es autor de “Sueños Insolubles”, “El Ejército de las Palabras”, “Libro de Arena y Mar” (EEUU) y los poemarios bilingües “Enhebrando tardes de invierno” y “Loquesynoes”, que hemos comentado recientemente en nuestra Sección "Libros para Recomendar".  Se suman "Loquenoesyes", que tratamos aquí, y "Café y copa en el Quesada" y "Así lo siento", estos dos últimos que hemos recibido y éste último que comentaremos en una nota próxima.

Biografía de Dmitry Levin 
El pintor de paisajes Dmitry Levin se ha establecido como un talentoso representante de la escuela realista rusa. La fuente más importante de su arte: el apego a la naturaleza, que ama y siente con ternura y pasión que forma parte de ella. Nacido en 1955 en Morshansk, Dmitry Levin se graduó en el departamento de pintura de Penza Art College en 1976. Es académico de la Academia Internacional de Arte, miembro de la Unión de Artistas de Rusia, Fondo Internacional de Arte y Federación de Artistas Profesionales.  Levin fue galardonado con medallas "Por sus contribuciones a las artes" y "Golden Treasure" marca de oro de la Academia Internacional de Arte. 
Fuente: Del sitio Caleidoscopio de Arte.
https://vsemart.com/landscape-painter-dmitry-levin/

Biografía de Dmitry Spiros
Dmitri Spiros, nació el 11 de noviembre de 1971, ruso de nacimiento pero mexicano residente, actualmente vive en un hotel muy conocido en Cancun, Quintana Roo. Dmitri crea hermosas obras con paisajes cotidianos de las ciudades que visita.
Fuente: Del sitio Taringa.
https://www.taringa.net/posts/arte/16488062/Dmitri-Spiros---Pinturas.html

Biografía de Hamish Blakely
Blakely nació en Canterbury en 1968 y desde muy temprana edad desarrolló un interés por el arte. Estudió ilustración en la Escuela de Arte de Wimbledon y completó su licenciatura en la Universidad de Kingston poco después de lo cual se convirtió en ilustrador profesional. Durante este tiempo, sus clientes incluyeron The Body Shop, British Telecom y Cable and Wireless, y fue elegido para pintar dos portadas para el autor de renombre mundial de la "Lista de Schindler", Thomas Keneally.
Fuente: Del sitio oficial de Hamish Blakely.
http://www.hamishblakely.com/biography/index.html

        Desde ya, mil gracias y el mejor deseo de éxito para este gran amigo Luis García Orihuela.Le enviamos un cariñoso saludo a nuestro poeta y le agradecemos sus hermosas dedicatorias en los libros que tendremos siempre cerca nuestro. Muchas gracias a él y a su señora Carmen, grandes amigos, cariñosos y atentos.

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