Me siento a un lado del fuego y reflexiono en todo lo que he visto,
las praderas con flores y las mariposas en los veranos que han pasado;
Las hojas amarillas y las telarañas en los otoños que existieron,
con la neblina matutina y el sol plateado y el viento sobre mi cabello.
Me siento a un lado del fuego y reflexiono en cómo el mundo será
cuando el invierno llegue sin una primavera que jamás admiraré.
Todavía hay tantas cosas que nunca he visto:
en cada bosque, en cada primavera, yace un verde distinto.
Me siento a un lado del fuego y reflexiono en la gente del pasado,
y en la gente que verá un mundo que jamás conoceré.
Pero, todo el tiempo, me siento y reflexiono en las épocas pasadas,
escucho los pies y las voces que regresan a la puerta.
Fuente: Del sitio de facebook de Centro Argentino de Ciencia de la Mente.
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