La Sección El Mundo del diario La Capital de la provincia de Santa Fe, Argentina, del pasado 4 de mayo de 2024, publicó una nota del periodista Santiago Vanegas para la BBC Mundo, en donde relata cuál es la situación actual del aumento de la venta de cocaína en el mundo, y su nivel máximo de producción en Sudamérica. Datos aterradores, ya que este vil elemento hunde economías, familias y personas en el más oscuro mundo de la enfermedad y la muerte. Y sigue adelante, dado los enormes beneficios en dinero que le reporta a quien la vende!
"Mientras los campesinos cocaleros se lamentan porque reciben menor precio, las redes del narco extienden su poder gracias a nuevos mercados de Europa, Australia, Nueva Zelanda y Asia.
Cientos de familias en ciertas regiones cocaleras de Colombia o Perú han tenido que enfrentar una caída del precio del producto que, pese a los altos riesgos que supone, es en muchos casos la opción de trabajo más rentable que tienen.
Es un fenómeno que se explica en parte porque los cultivos de coca y la producción de cocaína han alcanzado su máximo histórico.
Colombia, Perú y Bolivia (la región del mundo que satisface casi toda la demanda de esa droga) sumaban en 2022 unas 355 mil hectáreas de coca cultivadas, casi 40 mil más que las 316 mil censadas en 2021.
“Hay muchísima cocaína en Colombia, más en Bolivia y Perú, más opciones en dónde comprar y hay más en todo el mercado. Esto le da al traficante la libertad de poner nuevas condiciones”, explica Ana María Rueda, ex directora de políticas contra las drogas del ministerio de Justicia de Colombia.
Que se esté produciendo tanta coca, explican los expertos, está jalonado en parte por la demanda.
Según el Informe Mundial de Drogas de la ONU, hay unos 22 millones de consumidores de cocaína en el mundo, más que nunca.
La demanda en Estados Unidos se ha mantenido estable al tiempo que “es un mercado creciente en Europa y en otras zonas no tradicionales como Australia, Nueva Zelanda, Asia y hasta África”, dice Candice Welsch, representante para la región andina-cono sur de la Oficina de la ONU para la Droga y el Delito.
Sergio Saffon, investigador de InsightCrime, organización que analiza el crimen organizado, coincide en que los narcotraficantes están abriendo nuevos mercados en otras partes del mundo; hasta se ven atraídos por los altos precios que se pagan en las calles.
“A medida que el destino se aleja más de las zonas de producción y es más difícil y riesgoso llevarla, vemos unos precios exorbitantes”, expone Saffon.
En 2022, la policía australiana afirmó que un kilo de cocaína se puede vender en ese país por unos 250 mil dólares, más del doble que en los Estados Unidos.
Inestabilidad e incertidumbre
A diferencia de la era en que la guerrilla de las FARC controlaban el grueso del negocio, actualmente varios grupos armados se disputan el control del mercado.
“Las relaciones de poder están cambiando todo el tiempo y muchos de los productores, sobre todo los pequeños, tienen dificultades para saber a quién le pueden vender y a quién no”, dice la experta colombiana Ana María Rueda.
Además, según explica Sergio Saffon, “los comandantes ahora son muy jóvenes y duran poco tiempo. Cualquier negocio lo que necesita es un proveedor que sea confiable y estable”, agrega.
Esta guerra que hay entre grupos armados hace más difícil la logística del negocio también para los compradores extranjeros (mexicanos y albaneses, por ejemplo).
Más cultivos, nuevos países
Solo en Colombia había 246 mil hectáreas de coca cultivadas en diciembre de 2023, extensión que cuadruplica, por ejemplo, las 53.000 hectáreas de banano.
Pero al mismo tiempo, se han detectado cultivos incipientes en otros países como Guatemala, Honduras y Venezuela.
“Desde hace varios años, Venezuela se ha convertido en un punto de tránsito y de despacho de drogas muy importante”, explica Saffon a BBC Mundo.
Los expertos reportan que en Perú y Bolivia hay más laboratorios y pistas clandestinas, Ecuador y Brasil se han vuelto dos rutas claves y mucha de la coca está siendo directamente procesada en Europa, lo cual refleja un mercado en expansión.
“La dinámica del narcotráfico está cambiando seriamente para quedarse y fortalecerse”, resume Ana María Rueda.
Chau glifosato
Durante años, la estrategia de Colombia, el principal productor de coca del mundo, para atajar los cultivos ilícitos fue la fumigación aérea con glifosato.
Esa política alineada con las recomendaciones de Estados Unidos se suspendió en 2015 por las dudas sobre los efectos en la salud del uso de ese herbicida.
Ana María Rueda explica que “en ausencia de la aspersión aérea, el arbusto de coca llega a sus máximos niveles de productividad”. Es decir, una misma planta de coca produce más clorhidrato de cocaína y no se producen tres cosechas al año sino hasta seis.
Esto explica también en parte la sobreoferta actual.
Además, “las familias campesinas y los guerrilleros, al ver que no están asperjando, tienen más incentivos para invertir más en los cultivos”, agrega Rueda.
Mientras eso ocurre en Colombia, Perú, el segundo mayor productor, ha registrado un aumento sostenido de los cultivos.
Según Saffon, la lucha contra el narcotráfico allí se ha visto afectada por la inestabilidad política que ha cambiado seis presidentes desde 2018 e impedido que una estrategia de drogas se implemente y priorice.
En Bolivia, donde el cultivo de coca es legal bajo ciertas condiciones, el gobierno está implementando una lucha mucho más frontal. En 2022 y 2023, las autoridades erradicaron más de 10.000 hectáreas.
Que haya tanta cocaína en toda la región preocupa por los riesgos de seguridad que ello acarrea.
“Estos niveles tan altos de producción generan una riqueza que no hace más que fortalecer esas redes internacionales de narcotráfico”, dice Saffon.
“El ejemplo más evidente es Ecuador”, agrega, donde en los últimos años se han registrado violentos motines carcelarios, la muerte de un candidato presidencial, la toma de un canal de televisión y la tasa más alta de homicidios de América Latina.
Welsch suma a la ecuación el riesgo que puede representar tanta cocaína en la región para la gobernanza de los países.
“Más dinero es más riesgo de corrupción, de controlar al Estado, de socavar la capacidad del Estado de responder a estos riesgos”, dice.
Entonces, que algunas familias en ciertas regiones de Colombia estén teniendo que vender la coca que cultivan más barata o no la estén pudiendo vender no quiere decir que el negocio se haya vuelto menos rentable.
Al contrario, es más bien la antesala de una nueva estabilidad en el mercado global de cocaína que, según los expertos, seguirá enriqueciendo a las redes de narcotráfico y amenazando la seguridad de América latina."
Fuente: Del sitio informativo del diario La Capital, provincia de Santa Fe, Argentina.
La imagen de portada pertenece al diario La Capital y lleva el siguiente epígrafe: "El cultivo de coca supone el negocio más rentable para decenas de familias de la región andina colombiana, peruana y boliviana."
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