La Argentina vista desde afuera - Repúblicas que prosperan, la Argentina y Venezuela

En esta oportunidad, nuestra sección "La Argentina vista desde afuera" nos trae este texto de la Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional de España. Se trata de una nota del diario madrileño "La América" del 8 de febrero del año 1881, que explica la inmejorable situación de dos países de América Latina, Argentina y Venezuela, ambas hoy luchando con sus respectivas crisis económicas.
Veamos qué dice en aquellas épocas sobre nosotros, los argentinos:

REPÚBLICAS QUE PROSPERAN 
LA ARGENTINA Y VENEZUELA

        "Siguiendo la ley eterna de los contrastes, mientras algunos pueblos de América no consiguen salir todavía de un estado embrionario,  otros de Europa gimen bajo el yugo de autocracias brutales, la República Argentina y los Estados Unidos de Venezuela presentan, á propios y extraños, el grandioso espectáculo de dos pueblos que avanzan rápidamente en el ancho camino del progreso, arraigan el imperio tranquilo de las instituciones y afianzan la libertad, numen tutelar de las transformaciones que en ellos se van operando. 
        Nuevos datos recibidos por el último correo, de una y otra República confirman esta aseveración consoladora. Hablemos de la Argentina. Ayer mismo publica El Correo una carta dirigida desde Buenos Aires á su director, que empieza con estos párrafos: 
        'La paz y tranquilidad que esta república disfruta, los beneficios que tal situación reporta á todas las clases productoras, son verdaderamente dignos de tomarse en cuenta por los hombres que aspiran á sustituir en su día al actual presidente Roca. Desde su elevación ha renacido la confianza, y bajo su amparo la industria dá señales de vida, contribuyendo á ello la constante inmigración que quincenal y mensualmente llega de Europa, gracias á los esfuerzos que en fomentarla pone en juego el actual Gobierno. El Club industrial, iniciador de la Exposición continental próxima á celebrarse sigue animado de la mejor voluntad para que ésta corresponda al propósito de sus iniciadores. Se han hecho los arreglos convenientes para la iluminación del palacio, se ha provisto de agua el local, se espera de Europa un ferrocarril portátil, que circulará por el interior del edificio, y todos los días se reciben en sus oficinas numerosos pedidos de local para diversos grupos y secciones'. 
        'A pesar de ser la primera vez que la República Argentina, superando toda clase de obstáculos, abre el período de las Exposiciones, y aún previendo que ella no corresponda á lo que sus mismos iniciadores desearan, preciso es convenir en que tan noble esfuerzo demuestra la vida floreciente de esta república, gracias al patriotismo de sus hijos, cansados ya de gastar sus fuerzas en luchas fratricidas, que á la par que malgastaban las suyas, impedían el desarrollo de las agenas, que son, en verdad, el principal elemento con que cuentan.' 
        Estas palabras, escritas por uno de nuestros compatriotas residentes en la hermosa capital de la República Argentina, resumen toda una situación de prosperidad y adelanto. Nosotros ampliaremos las noticias. El aumento de la población estaba tomando grandes proporciones por la llegada continua de inmigrantes, principalmente italianos, habiendo llegado á OCHO MIL los que desembarcaron en el sólo mes de Noviembre. Los diarios de la localidad hacen notar que en época ninguna la cifra de inmigrantes llegados á la Argentina había alcanzado tantos en un solo mes, y atendiendo á las expediciones que se preparaban y preparan en varios puertos de Europa, no será aventurado decir que en los meses sucesivos seguirá llegando un número igual, ó quizá mucho mayor, principalmente de italianos. Está contribuyendo al desarrollo que toma la emigración italiana hacia el Plata una circunstancia que debe llamar la atención de nuestros hombres de Estado, para que saquen de ellas consecuencias que puedan ser provechosas á las clases proletarias de nuestra amada España.
        Alarmado el Gobierno italiano, hace seis ó siete años, por el desarrollo que tomaba la emigración hacia la República Argentina se puso decididamente en campaña con el objeto de impedirla, en lo posible, ya que no le era dado hacerlo de una manera absoluta sin atacar la libertad que cada hombre tiene de fijar su residencia donde mejor le cuadre. Pero todo fué inútil. A pesar de las trabas decretadas para obtener el pasaporte y otras mil, la emigración, en vez de disminuir, fué siempre en aumento, teniendo que reconocer el Gobierno su completa impotencia, no ya para cortar la corriente de emigrantes que allí se dirigían, sino para disminuirla.
        ¿Qué ha sucedido desde entonces? Que el Gobierno italiano ha cambiado de táctica. Ahora ya no trata de combatir la emigración hacia la República Argentina, sino de ver si consigue ampararla. No hace muchos días, que en la Sociedad Italiana de Geografía, que tiene su asiento en Roma, el distinguido profesor, Atilio Brunialti, bajo la presidencia del consejero municipal, Sr. Bodio, daba una larga é interesantísima conferencia ante un público numeroso, sobre la emigración italiana en general, y sobre la que al Plata se encamina en particular. En su brillante discurso, el docto profesor, después de hacer conocer las condiciones físicas y morales de la República Argentina, su modo de ser político, sus riquezas, sus progresos, las garantías que allí encuentra el extranjero honrado, y las grandes ciudades que hay para trabajar, concluyó diciendo: que se debe fomentar la emigración italiana á la República Argentina, alejándola así de la tentación de ir á otros países, «donde jamás encontrarán los emigrantes las ventajas y el bienestar que en aquél». 
        Escuchando la importante conferencia se hallaba el Sr. Lucio V. Mansilla, brillante colaborador de este periódico, y el cual, como hijo de la República Argentina,—tan justamente enaltecida por el conferenciante,—se levantó para agradecerle sus conceptos, ampliando los datos por él dados con tanta elocuencia y claridad, que mereció entusiastas aplausos de la escogida Asamblea. Preguntamos: en vista de la conferencia dada en Roma, y de la inmensa cantidad de población italiana que se dirige hacia la República Argentina, donde vive tan feliz y arraigada, ¿no creen nuestros hombres públicos que, admitido el hecho doloroso de que en España hay millares de españoles que necesitan forzosamente emigrar en busca de mejor posición y fortuna, deben imitar el ejemplo de lo que pasa en Italia, favoreciendo la emigración á la República Argentina?  Es un tema de la mayor importancia, que nos permitimos someter á la consideración de los hombres que componen el Gabinete. 
        En toda la República seguían con verdadera fiebre los adelantos materiales, la construcción de los ferrocarriles, la prolongación de los telégrafos, los trabajos del puerto y demás importantes obras iniciadas bajo los auspicios serenos de una situación de libertad. Con motivo de haberse declarado á Buenos Aires capital definitiva de la República, había entrado una verdadera fiebre por edificar, habiendo llegado un momento en que se notó escasez de ladrillos. Contribuyó también á esta escasez momentánea de materiales, los muchos que se están empleando en los edificios destinados á la Exposición continental, que debe inaugurarse allí estos días. 
        Bajo cualquier punto de vista que este hecho se estudie ó aprecie, tendrá el verdadero carácter de un acontecimiento, no sólo por el hecho en sí, sino por la importancia que la Exposición va á tener, como testimonio práctico y positivo de la riqueza del país, de los adelantos extraordinarios e su industria, y de la variedad de sus infinitos productos. 
        A no dudarlo: para llevarla á cabo se han tenido que ir venciendo todas las dificultades inherentes á una obra nueva; pero tal como se verificará la Exposición no dá derecho á la más leve crítica, siendo ella el resultado de la iniciativa particular de algunos hombres de buena voluntad, que conociendo los elementos de vida propia que el país atesora, han querido ofrecerle la ocasión de ostentarlos. 
        El día que se hubo concluido la primera torre del edificio principal, al enarbolarse en ella la bandera nacional, se celebró una fiesta en que reinó la natural alegría que á todos causaba ver que las esperanzas se iban convirtiendo ya en hermosas realidades. Varias naciones de Europa, á más de los Estados Unidos y las principales de las repúblicas americanas, concurren también á la Exposición continental con máquinas y animales de raza, siendo ya notable la cantidad de aquellas y el número de estos que habían llegado á Buenos Aires, donde empezaban á abrigarse temores de que faltase espacio para todos los expositores. 
        Para justificar lo que la prensa europea dice constantemente acerca de la situación próspera de la República Argentina, bastaría detallar el espectáculo que está presentando al prepararse para concurrir al gran bazar de la inteligencia humana. Es aquél un vasto y hermoso taller en que todos trabajan á porfía. 
        Las Cámaras provinciales habrán empezado ya á discutir el proyecto que establece la nueva capital de la provincia de Buenos Aires. Como toda cuestión en que hay grandes intereses particulares comprometidos, el debate de ésta será acalorado, tratando cada fracción de fijar la capital allí donde más convenga á los intereses de las ciudades que en el Parlamento representan. El doctor Rocha, eminente hombre de Estado que se halla al frente de la administración de la importante provincia, recto y honrado, no ha querido hacer pesar su influencia, que podría ser decisiva, en favor de tal ó cual localidad, contentándose con haber remitido á la Cámara el informe de la comisión encargada de estudiar el punto que más convenga para capital. Entendemos que esta comisión tampoco se decide por una localidad dada. Nombra varias, presentando las mayores ó menores ventajas que cada una puede ofrecer para futura capital. Cualquiera que se elija, ya sea Quilmes, Belgrano, La Ensenada, San José de Flores, Morón, u otra, serán todas pueblos que se hallan á las puertas de Buenos Aires ligados por caminos de hierro y tranvías. 
        A pesar de esto, en la nueva capital se construirán todos los edificios públicos necesarios, y cuya importancia estará en relación con la que tiene la rica provincia. Al efecto se hablan presentado ya todos los planos, hechos no sólo por los muchos arquitectos que allí residen, sino por otros del extranjero, y aún de España, que han concurrido al certamen científico abierto por el Gobierno del doctor Rocha, cuya atención se halla exclusivamente contraída al progreso material y moral de su tierra natal, á la colonización, los caminos, los puentes, las escuelas, los templos, las mejoras y reformas en todos los ramos de la administración, y, én fin, á todo cuanto constituyen las aspiraciones de un Gobierno de trabajo".

Diario "La América", Crónica Hispanoamericana de Política, Administración, Ciencias, Literatura, Artes, Agricultura, Comercio, Industria, etc.  Madrid, 8 de Febrero de 1881, página 10. Año XXIII, Número 3. Director Eduardo Asquerino.
Fuente: Del sitio de la Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional de España.
http://hemerotecadigital.bne.es/issue.vm?id=0002293317&page=10&search=quilmes&lang=es

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