La avaricia (cuento ruso)

por José Carlos Bruna,
escritor español (1840-1927)
sobre una idea de Iván Kriloff
Un infeliz mendicante
exclamaba: — No comprendo
esa ambición que domina
á quien subyuga el dinero.

¡Torpes y necios avaros,
que en sus tugurios viviendo,
escatiman hasta el pan
del necesario sustento,

y mueren dejando á otros
todo el oro que reunieron,
sin apreciar sus delicias,
sin gozar de sus efectos!

Apenas el mendicante
acabó de decir esto,
abrióse un espeso muro
y de su negruzco seno
separóse un nigromántico,
de dulce y tranquilo aspecto,
trayendo asida una bolsa,
que se la ofreció diciendo:
— Piensas razonablemente
y hacerte dichoso quiero.

Cada vez que en ella metas
la mano, encontrarás dentro
un ducado. Cuando juntes
los que estime tu criterio
necesarios á cubrir
tus bien fundados deseos,
arroja la bolsa al río,
y apropiándote el dinero,
disfruta de sus delicias
y goza de sus efectos.

Dicho esto, cerróse el muro;
quedó la bolsa en el suelo,
y ante ella, el mendicante
entre atónito y perplejo.

Restregándose los ojos,
juzgando lo visto un sueño,
echó la mano al saquillo,
descreído hasta el extremo;
estrujólo bien por fuera
y halló solamente hierro.

Sonriendo despechado
por la broma de mal género,
metió la mano en el bolso
y, ¡cuál fué su asombro, viendo
que, al sacarla, relucía
un ducado entre sus dedos!

Vuelve á meterla. Lo mismo.
Introdúcela de nuevo.
Lo mismo. ¡Diez, veinte, treinta!
¡Cuarenta, sesenta, ciento!

Velocidad automática
mueve aquella mano; el tiempo
para él no corre, vuela.
¿Se cansa el brazo derecho?
Pues ya, para reemplazarle,
dispuesto se halla el izquierdo.

Crece su afán como crece
el mar, el aire y el fuego.
¡Ya tiene un millón! Es poco.
Toma frugal alimento.
¿Y dormir? ¿Cómo dormir.?
¿Cómo abandonar aquello
ni un instante? Él ambiciona
dos millones, por lo menos.

Calcula que ya los tiene,
» pero dice, loco y ciego:
— Saquemos otro millón.
Y vuelve á sacar de nuevo.

Pero casi extenuado,
más que rendido y sediento,
la calentura le ofusca
y le trastorna el cerebro.

Mete la mano otra vez,
mete la mano... y cae muerto,
miserable cual vivió
y dejando al pasajero
todas aquellas riquezas,
base de insensato anhelo,
sin apreciar sus delicias,
sin gozar de sus efectos.

Publicado en "Hojas Selectas, Revista para Todos" – Noviembre de 1907, Biblioteca Salvat de Barcelona. Año VI, Número 71. Compartido por la Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional de España. 
http://hemerotecadigital.bne.es/issue.vm?id=0001366939&page=48&search=kraken&lang=es


La imagen de portada se titula "Avaricia" y pertenece al fotógrafo argentino Hugo Morbelli. "Hugo Alfredo Morbelli: Actualmente conocido por sus fotografías digitales artísticas, nació en Florencio Varela (Buenos Aires, Argentina) el 17 de marzo de 1944 y comenzó con la profesión de fotógrafo en el año 1974. Estudió en la Escuela Normal de Quilmes y se graduó con la Promoción 1961/62.

Sus palabras: "Mi profesor de fotografía comenzó la clase con el teatro griego, me presentaba escenas para analizar la composición, y me enseñaba a evaluar los pintores clásicos para poder apreciar también la realidad deformada". Esta obra ganó el Premio Caja España de Fotografía 2010".
Fuente: Del sitio Lengua y Literatura.
http://dueloliterae.blogspot.com/2013/01/codicia-por-rosa-montero.html

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