por Osvaldo Soriano,
escritor argentino (1943-1997)
“Las cartas las dí yo pero igual me ganó con treinta y tres. Seguía con la sonrisa y parecía tan confiado que por primera vez me pareció que iba a llegar a Bolivia. Quizá había encontrado el hueco en la telaraña y me invitaba a saltar aunque fuéramos hacia lugares diferentes. Yo había cumplido con Lem y ahora Coluccini se llevaba mi recuerdo del general y su infantería perdida.
Estaba mano a mano con todos y tal vez un día lo estuviera conmigo mismo. Guardé las cartas y le ofrecí la tacita para que se acordara de mí allá en la selva. Me dijo que no, que la guardara porque iba a hacerme falta y levantó el farol para mirar el camino que le esperaba. A los costados los alambres estaban caídos y ahora se podía atravesar el campo como si fuera un desierto. Me dijo que lamentaba abandonar el Gordini pero que se le había fundido el motor cuando quiso sacarlo del pantano.-Le dije que había que cambiarle el aceite.
-Sí, usted siempre se acordaba de esas cosas. Si un día viene a Bolivia pregunte por mí. Todo el mundo me va a conocer.
-No se meta en líos, Coluccini. En una de ésas el de la cruz era un estafador. Creo que en el Evangelio gritaba otra cosa.
-Qué importa eso, Zárate. Grita lo que uno necesita.
-Mi nombre no es Zárate.
-Nunca me dijo cómo se llamaba. ¿Por qué no le escribe a su hija y le dice la verdad? Anímese.
-Si encuentro un buzón…Le puedo contar que tuve un amigo que volaba y sacaba siempre las cartas que quería.
-No le diga que me iba mal. Cuéntele que me aplaudían.
-Pero si usted me pide que diga la verdad.
-Hicimos un trecho juntos, Zárate, y usted no sabe nada de mí. Póngame unos aplausos que todavía tengo mucho camino por delante.
-¿Ya sabe por dónde ir?
-Cuando usted haga bien la cuenta también va a saber. Suba al tren y escriba esa carta. No afloje, no ponga el pie en el freno. Y si alguna vez le toca abandonar la partida asegúrese de que alguien vaya a tirarlo por ahí. No es bueno quedarse tapando el camino.
-¿De veras hay un tren?
-Allá- señaló un lugar en la oscuridad-¿Quiere que le haga un plano para llegar?
-No, ya es hora de que empiece a orientarme solo.
-Si lo encuentra toque pito. ¿El gato va con usted?
Me di vuelta y vi al colorado que nos miraba asomado detrás de la vía.
-No sé, me sigue desde anoche. Gusto de haberlo conocido, Coluccini.
-Encantado- se levantó para darme la mano-. Le queda muy bien ese traje.
Iba a darle los recortes que encontré en el coche pero pensé que si los había dejado era porque no los necesitaba. Insistí para que se quedara con la tacita y al fin aceptó y se la guardó en un bolsillo que tal vez no tenía fondo. Me dijo que me llevara el farol y nos dimos un abrazo. Lo dejé ahí, con la sonrisa bien puesta y eso me tranquilizó. Parecía un pordiosero y no iba a ser fácil que alguien lo levantar en la ruta. Me dije que en una de ésas, sin saberlo, los dos estábamos llegando a alguna parte. Fui por los durmientes, calculando la distancia para no tropezar porque el terraplén se hacía cada vez más alto. El farol daba una luz amarilla muy tenue, apenas suficiente para sentir la compañía del gato que iba adelante. Caminé toda la noche y cuando por fin empezó a clarear distinguí los contornos de un tren muy largo que asomaba en un desvío del ramal. La señal de partida estaba baja y el semáforo en verde pero no vi a nadie en la locomotora y los vagones tenían las cortinas bajas. Apagué el farol y fui a ver si el maquinista no estaba durmiendo. Antes de subir golpeé las manos pero no tuve respuesta, y en la cabina sólo encontré unas cuantas langostas muertas y una hora de ruta abrochada en el tablero. La partida estaba prevista para las ocho pero no decía de qué día ni yo sabía en qué fecha estábamos. Tiré de una cuerda para tocar pito como me lo había pedido el gordo y esperé a ver si venía alguien. Lo único que se escuchaba el silbido del aire que entrada por los vidrios rotos. Bajé resbalando por el terraplén y corrí hasta el coche del guarda pero también estaba vacío. El gato subió de un salto y se quedó mirando los arbustos secos arrastrados por el viento. Aparté los yuyos que se me habían enredado en las piernas, llevé el bolso al último vagón y abrí todas las ventanillas para que entrara el sol. Después saqué la última cerveza y me senté a esperar que el tren arrancara”.
Osvaldo Soriano,
"Una sombra ya pronto serás",
Editorial Sudamericana/Narrativas argentinas
Buenos Aires,
año 1990
Película "Una sombra ya pronto serás" en Youtube
Una sombra ya pronto serás es una película argentina de comedia dramática de 1994 dirigida por Héctor Olivera y protagonizada por Miguel Ángel Solá, Pepe Soriano, Alicia Bruzzo y Luis Brandoni. Fue escrita por Olivera en colaboración con Osvaldo Soriano, y basada en la novela homónima de Soriano. Fue filmada en Eastmancolor y estrenada en 5 de mayo de 1994. Fue filmada parcialmente en Chacharramendi, provincia de La Pampa, Carhué provincia de Buenos Aires y Viedma, provincia de Río Negro. Trabajan en este film los mejores actores argentinos: Miguel Ángel Solá, Pepe Soriano, Alicia Bruzzo, Luis Brandoni, Roberto Carnaghi, Marita Ballesteros, Eusebio Poncela, Alfonso de Grazia, Diego Torres, Gloria Carrá, entre otros.
Fuente: Del sitio Wikipedia - Una sombra ya pronto serás.
https://es.wikipedia.org/wiki/Una_sombra_ya_pronto_ser%C3%A1s
https://www.youtube.com/watch?v=scBNOTjhOk0
Biografía de Osvaldo Soriano
Osvaldo Soriano (Mar del Plata, 6 de enero de 1943 – Buenos Aires, 29 de enero de 1997) fue un escritor y periodista argentino. Fue de los autores argentinos más vendidos en su país en las décadas de 1980 y 1990.1 Algunas de sus novelas fueron publicadas en varios países. Varias de sus obras han sido llevadas al cine y al teatro.
Publicó su primera novela titulada Triste, solitario y final en 1973, la cual fue muy bien recibida por diversos autores. En 1974, en medio de la tristeza por la muerte de su padre, escribió su segunda novela No habrá más penas ni olvido, que sería publicado unos años después.
En julio de 1974, abandonó La Opinión y comenzó a colaborar en el diario Noticias, para recalar luego en El Cronista Comercial. Escribió junto a Aída Bortnik el guion de la película Una mujer, filmada en 1975.
En 1976, debido al golpe de Estado, Soriano se trasladó a Bruselas. Allí conoció a Catherine Brucher, una enfermera procedente de Estrasburgo con quien se casó en 1978 y se mudó a París.
En 1979, fundó, junto a Julio Cortázar y Carlos Gabetta, la publicación mensual Sin censura, dedicada al análisis de la situación de los países latinoamericanos que en esa época se encontraban bajo regímenes dictatoriales. Comenzó también en esos tiempos a colaborar con el diario Il Manifesto (Italia), al que seguiría ligado hasta su muerte. También participó, entre otros, en Le Monde (Francia) y El País (España).
En 1980 publicó Cuarteles de invierno, escrita entre 1977 y 1978. Fue considerada la mejor novela extranjera de 1981 en Italia.
En 1983, su novela No habrá más penas ni olvido fue llevada al cine por el director Héctor Olivera, quien ganó el Oso de Plata por la película. Al año siguiente llegaría a la gran pantalla una adaptación de Cuarteles de invierno dirigida por Lautaro Murúa.
En 1984, termina su exilio. Un año antes publica Artistas, locos y criminales, una recopilación de sus artículos escritos en La Opinión en la década de 1970. Sus libros comenzaron a ser de los más vendidos en Argentina, pese a la opinión no muy favorable de parte de la academia de la época.
Esto se mantuvo con sus siguientes libros. Era tal la venta de su obra que en 1995 la editorial Norma pagó 500.000 dólares por ella.
En 1987, formó parte de la redacción original del diario Página/12, manteniéndose en el diario hasta su muerte. Un año después publicó Rebeldes soñadores y fugitivos, una segunda colección de artículos que recogía diferentes notas escritas para la prensa europea durante sus años de exilio.
En 1989, nació su único hijo, Manuel,16 y publicó el cuento infantil El Negro de París. Un año después, apareció su novela Una sombra ya pronto serás, que fue llevada al cine por Héctor Olivera en 1994. Tras publicar la novela El ojo de la patria (1992), apareció Cuentos de los años felices, la única colección de cuentos que no incluyen artículos periodísticos.
Un año después, publicó su última novela, La hora sin sombra.
Afectado por un cáncer de pulmón, alcanzó a publicar una última selección de artículos, cuentos y semblanzas, Piratas, fantasmas y dinosaurios, en 1996. Murió el 29 de enero de 1997 en Buenos Aires, y fue sepultado en el Cementerio de la Chacarita.
Fuente: Del sitio Wikipedia - Osvaldo Soriano.
https://es.wikipedia.org/wiki/Osvaldo_Soriano
El afiche de portada pertenece a la película y fue compartido por el sitio IMDb.
https://es.wikipedia.org/wiki/Una_sombra_ya_pronto_ser%C3%A1s
https://www.youtube.com/watch?v=scBNOTjhOk0
Biografía de Osvaldo Soriano
Osvaldo Soriano (Mar del Plata, 6 de enero de 1943 – Buenos Aires, 29 de enero de 1997) fue un escritor y periodista argentino. Fue de los autores argentinos más vendidos en su país en las décadas de 1980 y 1990.1 Algunas de sus novelas fueron publicadas en varios países. Varias de sus obras han sido llevadas al cine y al teatro.
Publicó su primera novela titulada Triste, solitario y final en 1973, la cual fue muy bien recibida por diversos autores. En 1974, en medio de la tristeza por la muerte de su padre, escribió su segunda novela No habrá más penas ni olvido, que sería publicado unos años después.
En julio de 1974, abandonó La Opinión y comenzó a colaborar en el diario Noticias, para recalar luego en El Cronista Comercial. Escribió junto a Aída Bortnik el guion de la película Una mujer, filmada en 1975.
En 1976, debido al golpe de Estado, Soriano se trasladó a Bruselas. Allí conoció a Catherine Brucher, una enfermera procedente de Estrasburgo con quien se casó en 1978 y se mudó a París.
En 1979, fundó, junto a Julio Cortázar y Carlos Gabetta, la publicación mensual Sin censura, dedicada al análisis de la situación de los países latinoamericanos que en esa época se encontraban bajo regímenes dictatoriales. Comenzó también en esos tiempos a colaborar con el diario Il Manifesto (Italia), al que seguiría ligado hasta su muerte. También participó, entre otros, en Le Monde (Francia) y El País (España).
En 1980 publicó Cuarteles de invierno, escrita entre 1977 y 1978. Fue considerada la mejor novela extranjera de 1981 en Italia.
En 1983, su novela No habrá más penas ni olvido fue llevada al cine por el director Héctor Olivera, quien ganó el Oso de Plata por la película. Al año siguiente llegaría a la gran pantalla una adaptación de Cuarteles de invierno dirigida por Lautaro Murúa.
En 1984, termina su exilio. Un año antes publica Artistas, locos y criminales, una recopilación de sus artículos escritos en La Opinión en la década de 1970. Sus libros comenzaron a ser de los más vendidos en Argentina, pese a la opinión no muy favorable de parte de la academia de la época.
Esto se mantuvo con sus siguientes libros. Era tal la venta de su obra que en 1995 la editorial Norma pagó 500.000 dólares por ella.
En 1987, formó parte de la redacción original del diario Página/12, manteniéndose en el diario hasta su muerte. Un año después publicó Rebeldes soñadores y fugitivos, una segunda colección de artículos que recogía diferentes notas escritas para la prensa europea durante sus años de exilio.
En 1989, nació su único hijo, Manuel,16 y publicó el cuento infantil El Negro de París. Un año después, apareció su novela Una sombra ya pronto serás, que fue llevada al cine por Héctor Olivera en 1994. Tras publicar la novela El ojo de la patria (1992), apareció Cuentos de los años felices, la única colección de cuentos que no incluyen artículos periodísticos.
Un año después, publicó su última novela, La hora sin sombra.
Afectado por un cáncer de pulmón, alcanzó a publicar una última selección de artículos, cuentos y semblanzas, Piratas, fantasmas y dinosaurios, en 1996. Murió el 29 de enero de 1997 en Buenos Aires, y fue sepultado en el Cementerio de la Chacarita.
Fuente: Del sitio Wikipedia - Osvaldo Soriano.
https://es.wikipedia.org/wiki/Osvaldo_Soriano
El afiche de portada pertenece a la película y fue compartido por el sitio IMDb.
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