Secuestro y juicio de Adolf Eichmann, el autor del mal

Gracias a la Biblioteca del Congreso de la Nación Argentina, sita en la Ciudad de Buenos Aires, que tan amablemente nos facilitó este material, podemos hoy compartir con todos los lectores este texto que consideramos fundamental para todos. Lo explicaremos parte por parte. Acompañamos este trabajo con la excelente película que hallaran más abajo, "Operación Finale", de la MGM para Netflix, con el brillante actuación de Ben Kingsley como Eichmann.
Agradecemos muy especialmente a la
Biblioteca del Congreso de la Nación Argentina 
El tema, vital para la Humanidad, es el siguiente. El criminal de guerra nazi, Adolf Eichmann, logró escapar terminada la Segunda Guerra Mundial, gracias a los múltiples contactos de la llamada "línea de ratas", un operativo dispuesto para que los jerarcas nazis puedan huir. Al parecer, estaban involucradas en esta "línea de escape" importantes autoridades tanto del Vaticano como de la Cruz Roja Internacional, entre otros funcionarios. Eichmann logró llegar a la Argentina, al igual que muchos otros criminales que intentaron no ser juzgados por el Juicio de Nuremberg. Algunos ya habían sido juzgados y condenados a prisión, o a la ejecución. Eichman había escapado, y podría vivir feliz (como vivió durante diez años) en un país alejado como la Argentina, donde la Justicia es débil y las presiones políticas e ideológicas lo favorecían, como lo hicieron.

Pero un comando del Mossad lo secuestró, luego de la cuidadosa preparación de un operativo que lo llevó hacia Israel donde fue juzgado y ejecutado. Muchas voces se levantaron en la Argentina, donde las fuertes presiones antisemitas intentaron que fuera devuelto para consolidar la injusticia, con el argumento de que el secuestro "violaba la soberanía de nuestro país".
 El fiscal Gideon Hausner (de pie) durante el proceso de Adolf Eichmann.
Jerusalén, Israel, el 11 de julio de 1961.
Varios meses duró esta controversia, hasta que terminó con la firma de un tratado de amistad entre Israel y Argentina (que nunca estuvo en discusión). Pero mientras tanto, voces se alzaron en favor y en contra de un criminal de la talla de Eichmann. Entre las voces preclaras que hablaron en contra de la "restitución" de un enemigo de la Humanidad como lo era Eichmann, escuchamos la del gran maestro Ernesto Sábato, quien escribió un texto corto pero esclarecedor titulado "Soberanía para los Carniceros", en donde destaca la importancia del secuestro del criminal a fin de hacer Justicia, que en nuestro país no se hará.
Facsímil proporcionado por la Biblioteca del Congreso
de la Nación Argentina, con la nota publicada por Ernesto Sábato
en el Diario El Mundo de nuestro país
Publicado en el Diario El Mundo el 17 de junio de 1960, en su Segunda Sección, las palabras del gran escritor argentino Ernesto Sábato nos vuelve hoy a interpelar en favor de la Justicia, en defensa de tantos millones de muertos indefensos que, mientras los recordemos, no morirán.

Agradecemos nuevamente a la Biblioteca del Congreso de nuestro país, y transcribimos completa tanto la editorial de ese Diario como el texto de Ernesto Sábato, siempre acertado en sus juicios y siempre presente en nuestro blog.
Durante su proceso, el acusado Adolf Eichmann lee una tabla que describe la jerarquía administrativa
del Tercer Reich alemán. Jerusalén, Israel, el 27 de junio de 1961.
Dice el escritor Álvaro Abos en una nota sobre el tema escrita para el Diario El País de España, titulada "Eichmann en la horca", de fecha 30 de mayo de 2012,  basándose en un libro escrito por él, "Eichmann en Argentina", Editorial Edhasa: "El proceso de Jerusalén no es solo un hecho histórico. Aún incide en nuestras vidas. Sentó principios básicos. Por ejemplo, que la obediencia debida no es eximente cuando se juzgan crímenes de lesa humanidad. Los crímenes como los que se imputó a Eichmann no prescriben porque el olvido no puede lavar el horror. Los dictadores argentinos de los años setenta fueron sentados en el banquillo en 1985 —hoy siguen allí, tras anularse su amnistía— porque antes existió el proceso de Jerusalén. Otros sangrientos tiranos, como Augusto Pinochet o los asesinos de la Serbia de Milosevic, pudieron, con suerte varia, ser juzgados porque antes existió el proceso de Jerusalén. Los intentos de Baltasar Garzón para castigar crímenes del franquismo se basaban en aquel proceso. La utopía, aún en construcción, de una justicia multinacional que persiga los crímenes contra la humanidad, se debe en buena parte al proceso de Jerusalén. Es necesario recordarlo porque a pesar del medio siglo transcurrido, aún parte del mundo niega el Holocausto y una suerte de esvástica flamea nada menos que en el Parlamento de Grecia, la cuna de la civilización occidental". 
(Fuente: Diario El País de España, 30 de mayo de 2012, Alvaro Abós).
https://elpais.com/elpais/2012/05/23/opinion/1337795404_756611.html
 El ex líder partisano judío Abba Kovner testifica para la fiscalía en el juicio
contra Adolf Eichmann. 4 de mayo de 1961.
DIARIO EL MUNDO, segunda sección, viernes 17 de junio de 1960, “Lo bueno, si breve, dos veces bueno” Gracián.
Editorial
El Caso Eichmann
        "Al término de la última conflagración, numerosos criminales de guerra condenados a la pena de muerte por los tribunales aliados, escaparon de Europa. Nadie ignora que la Argentina es uno de los países donde mayor cantidad de estos criminales encontró refugio. Sus actos fueron condenados por toda la humanidad, por todos los tribunales del mundo, por las Naciones Unidas
        Sin embargo, encontraron en la Argentina un ámbito cómodo, donde vivieron y viven en paz, sin que exista posibilidad alguna de llevarlos ante la justicia legal y normal de sus países de origen. 
En algunos casos, diversos gobiernos pidieron la extradición de estos criminales, para juzgarlos por los tribunales naturales. De un modo o de otro, nunca prosperaron estas gestiones. En el caso, por ejemplo, de Ante Pavelich, líder nazi de Yugoslavia, se negó oficialmente su residencia en nuestro país, a pesar de que era pública y notoria. 
        El caso del secuestro por comandos israelíes del criminal Adolf Eichmann, trae nuevamente a colación el problema de los refugiados que escaparon de sus países no por razones políticas, sino por crímenes contra la humanidad, tal como los considera las Naciones Unidas
        Sin embargo, se plantea aquí un problema completamente distinto que la nota de la cancillería argentina al gobierno de Israel presenta en sus justos términos: ha sido afectada la soberanía de nuestro país, y ninguna consideración puede ir más allá de esta circunstancia fundamental  en la vida de una Nación y en las relaciones que deben existir entre dos naciones amigas como Israel y la Argentina. Al margen de los innegables derechos morales que tiene el pueblo judío de que sean juzgados los criminales de guerra, los asesinos de millones de seres humanos, nadie tiene derecho a suponer que pueda ser transgredida la soberanía de nuestra República".
Zivia Lubetkin Zuckerman testifica durante el proceso de Adolf Eichmann.
Jerusalén, Israel, el 3 de mayo de 1961.
El caso Eichmann
Soberanía para Carniceros
por Ernesto Sábato
        "Para los candorosos que creen en el Progreso Indefinido y que imaginan que un hombre que anda en colectivo es superior a uno que se mueve en trirreme; para que los que suponen que el Alfabeto y la Ciencia hacen mejor al ser humano y traen remedio a todos los males físicos y metafísicos, será siempre educativo recordar que el crimen más monstruoso que registra la historia se cometió en el país que en la década del 30 al 40 era el más adelantado del mundo.
        Y los seis millones de judíos que asesinaron aquellos jerarcas no eran hombres en guerra, muertos en el furor de la sangre y del combate. No: la mayor parte, acaso cuatro o cinco millones, fueron seres indefensos, acorralados en barrios miserables, indefensos como niños o pequeños animales, chicos, mujeres, pobres diablos. Millones que fueron arreados al matadero central donde eran luego castigados, mutilados, castrados, amontonados como basura, ensuciados en lo más íntimo, humillados hasta extremos jamás conocidos antes por la raza humana. 
        Allí miles de muchachas como Ana Frank fueron esterilizadas y luego entradas a los hombres de la raza superior. 
        Allí fueron desnudadas, manoseadas y finalmente torturadas y muertas seres superiores como Edith Stein, ex colaboradora de Husserl y luego monja carmelita en el monasterio de Colonia-Lindentahl (donde escribió su famosa obra sobre San Juan de la Cruz).
        Allí fueron atormentados y asesinados músicos, filósofos, escritores. 
        Y allí habría encontrado también ese destino el propio Einstein, de haber estado en Alemania o territorio conquistado, un hombre superior de verdad, no el jefe de barracas de Buchenwald que lo pretendía.
        Y bien; el monstruo que organizó y dirigió esta operación satánica pudo refugiarse en nuestro país como tantos otros de pareja monstruosidad. Bariloche, Olivos, las sierras de Córdoba, Misiones y muchos otros lugares albergan a centenares de criminales semejantes. Hombres que llegaron acá con documentos falsos y que vivieron luego apaciblemente y hasta medraron con excelentes negocios. 
Henryk Ross testifica durante el proceso de Adolf Eichmann. Además de sus responsabilidades como
fotógrafo del Departamento de Estadísticas del ghetto de Lodz, Ross secretamente fotografió escenas en el ghetto. A la derecha de Ross está el fiscal general Gideon Hausner, que tiene en su mano algunas de las fotografías de Ross presentadas como pruebas. Jerusalén, Israel, el 2 de mayo de 1961.
        Si yo fuera judío; si, como algunos amigos míos, hubiera sufrido el exterminio de mi familia entera en aquellos campos trágicos; y si tuviera la espantosa buena suerte de encontrarme con una de aquellas fieras cobardes, confieso que lo mataría con un palo, con un hacha o con lo que más a mano encontrase. 
        Sé que ésta no es la actitud cristiana, ni siquiera la que aconseja la sociedad organizada.
        Pero es lo que seguramente haría. 
        ¿Cómo no admirar a un grupo de valientes que arriesgando su vida durante años han buscado por todo el mundo a esos criminales y han tenido todavía la honradez de llevarlos para ser juzgados por los tribunales justicieros, en lugar de dejarse arrastrar por un impulso vindicatorio y ultimarlos ahí mismo?
        Comprendo que esto significa una violación de la soberanía. Y  así lo hace notar nuestro gobierno con energía. Lástima que esa energía no se haya demostrado para localizar a estos criminales que se albergan burguesamente en nuestro territorio, para ver cómo entraron, con qué documentos y con el apoyo de quién; para, en fin, ofrecer su extradición a Alemania o para entregarlos a tribunales internacionales de justicia. 
        Lástima que ese mismo espíritu legalista no se haya manifestado con la misma firmeza para encontrar la ilegalidad de esa inmigración y de esta convivencia. Lástima, además, que en la nota de nuestra Cancillería no se diga nada sobre el destino que se daría al señor Eichmann, en caso de ser devuelto, ya que nada se dice ahí de tribunales, de justicia, de castigo ni de ninguna otra cosa; solamente la enérgica expresión de nuestra susceptibilidad herida.
El acusado, Adolf Eichmann, toma notas durante su juicio en Jerusalén en 1961.
        No sé nada de derecho, aunque creo entender la soberanía y también estar dispuesto a dar mi vida para defenderla de verdad. Pero acá hay algo infinitamente más valedero que la soberanía de un estado. Aquí está en juego otra soberanía, y es la del ser humano, el supremo derecho a la justicia cuando hay de por medio la masacre y la tortura de un pueblo. 
        Dejémonos de hipocresías y reconozcamos que en el caso de que Israel hubiese pedido la extradición del criminal Eichmann habrá sucedido una de dos variantes: o no habría sido concedida, como en el caso de  Karl Klingenfuss, o el señor Eichmann se habría evaporado para siempre.  No son ciertamente insospechables los antecedente de nuestro gobierno respeto de estos criminales".
El gran maestro Ernesto Sábato, compartido por el
sitio Biografías y Vidas 
Biografía de Ernesto Sábato
Ernesto Sábato (Rojas, Argentina, 1911 - Santos Lugares, 2011) Escritor argentino. Sólo tres novelas, espaciadas en el tiempo, componen su producción estrictamente literaria: El túnel (1948), Sobre héroes y tumbas (1961) y Abaddón el exterminador (1974); a pesar de ello, Ernesto Sábato figura entre los más destacados autores del Boom de la literatura hispanoamericana de los años 60. Con ellos compartió un afán renovador manifiesto en las técnicas narrativas (la superposición de tramas y la fusión de novela y ensayo fueron patentes desde su segunda novela), mientras que en lo temático se orientó hacia una indagación de signo existencialista sobre los abismos de la naturaleza humana y la pervivencia de la barbarie en la civilización moderna.
La obra de Sábato, que ha sido prestigiada con numerosos premios internacionales y difundida en múltiples traducciones, incluye además multitud de ensayos, como Hombres y engranajes (1951), El escritor y sus fantasmas (1963), El otro rostro del peronismo (1956), Tango: discusión y clave (1963), La cultura en la encrucijada nacional (1973), Tres aproximaciones a la literatura de nuestro tiempo (1974), Apologías y rechazos (1979), Antes del fin (1998), La resistencia (2000) y España en los diarios de mi vejez (2004). El narrador y ensayista argentino se dedicó además a la pintura, otra de sus pasiones; en sus últimos años se vio aquejado de un grave problema de visión.
Fuente: Del sitio Biografías y Vidas.
https://www.biografiasyvidas.com/biografia/s/sabato.htm
Adolf Eichmann, el oficial de las SS encargado de deportar a los judíos europeos. Alemania, 1940.
No dejen de leer esta nota del Diario Infobae, que anuncia el estreno de la película "Operación final" en el Diario Infobae
Diario Infobae, 20 de agosto de 2018, República Argentina, Sección Historia
Las tenebrosas horas finales de Adolf Eichmann, 
el "arquitecto" del Holocausto
La historia del juicio y la ejecución del criminal nazi que vivió como un "buen vecino alemán" en la Argentina durante 10 años y fue capturado por un comando israelí en 1960. Con el estreno mundial de "Operación final" su oscura vida llega este mes a los cines
https://www.infobae.com/america/historia-america/2018/08/20/las-tenebrosas-horas-finales-de-adolf-eichmann-el-arquitecto-del-holocausto/
El acusado Adolf Eichmann identifica la ciudad de Danzig (Gdansk) en un mapa
durante su proceso en Jerusalén. Israel, el 18 de julio de 1961.
Biografía de Adolf Eichmann, secuestro y juicio (fragmento)
Otto Adolf Eichmann (Solingen, 19 de marzo de 1906-Ramla, 31 de mayo de 1962) fue un criminal de guerra alemán, alto cargo durante el régimen nazi como teniente coronel (Obersturmbannführer) de las Schutzstaffel (SS), responsable directo de la solución final, principalmente en Polonia, y de los transportes de deportados a los campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial.

Eichmann utilizó el nombre de Ricardo Klement durante su estancia en Argentina, desde el 15 de julio de 1950 hasta el 20 de mayo de 1960, cuando fue secuestrado y trasladado a Israel por el Mossad para ser juzgado.
Pasaporte falso a nombre de Ricardo Klement,
compartido por la Wikipedia 
Eichmann estaba considerado extranjero en Austria, lo que le dificultaba conseguir trabajo, aunque sus hermanos menores, nacidos en ese país, eran considerados austriacos. El padre de Eichmann tenía entre sus amistades a Ernst Kaltenbrunner, dirigente nazi de origen austriaco. Kaltenbrunner auspició el ingreso de Eichmann en el Partido Nacionalsocialista Obrero (NSDAP) austriaco. Muy interesado en la doctrina de Adolf Hitler, el 1 de abril de 1932 se afilió al NSDAP y el mismo día se enroló en las SS, siendo transferido a Berlín el 1 de octubre de 1934 a la denominada sección de judíos II 112 del Servicio de Seguridad (SD).

Eichmann fue el encargado de organizar la logística de transportes del Holocausto. Él asumió el papel de liderazgo en la coordinación de la deportación de los judíos de todos los rincones de Europa a la Polonia ocupada y la construcción de las cámaras de gas en lugares como Belzec, Chelmno, Sobibor, Treblinka y Auschwitz-Birkenau. Hombre tenaz en el cumplimiento del deber, era una persona muy dada a cumplir lo que se le exigía, y los judíos eran para él "estadísticas", aunque según sus declaraciones al ser juzgado por crímenes de guerra en 1960 en Israel, no era un antisemita fanático, y de hecho tenía algún parentesco con judíos, como muchos otros alemanes.

Al final de su vida se defendió arguyendo que su participación en el Holocausto se limitó a ser un simple ejecutor de órdenes superiores y no una figura de la talla de Reinhard Heydrich o Heinrich Himmler. Sin embargo, lo cierto es que entró en conflicto con estos en numerosas ocasiones debido al excesivo celo que puso en la "solución del problema judío", yendo incluso más allá de las órdenes recibidas, ya que, cuando a finales de la Segunda Guerra Mundial Himmler decidió acabar con los asesinatos masivos de judíos, Eichmann continuó dando órdenes para que siguieran adelante.
El equipo de la acusación, incluyendo el fiscal general Gideon Hausner (abajo, a la izquierda),
durante el proceso de Adolf Eichmann. Jerusalén, Israel, el 30 de mayo de 1961.
Antes de 1939, cuando el gobierno alemán contemplaba la posibilidad de expulsar a los judíos en lugar de exterminarlos, Eichmann fue uno de los principales interlocutores nazis con el movimiento sionista, el cual estudió la posibilidad de facilitar la emigración judía a Palestina. En la misma línea, fue una de las personas que pensaron en la viabilidad de crear un Estado judío en Europa del Este.

En 1939 se optó por la deportación masiva de los judíos alemanes a guetos habilitados en Polonia, y en 1942 se celebró la Conferencia de Wannsee organizada por Heydrich, en la que se lanzó definitivamente la llamada "Solución Final". Eichmann, que participó en la Conferencia, quedó encargado de la logística de las deportaciones hacia los campos de concentración. Fue el artífice de la creación de los Judenräte ("Consejos judíos"), que colaboraban en las deportaciones facilitando la identificación de los habitantes de los guetos. Esto se hacía confeccionando la lista de personas a deportar, inventariando sus bienes, etc.
Fuente: Del sitio Wikipedia - Adolf Eichmann
https://es.wikipedia.org/wiki/Adolf_Eichmann

No dejen de ver esta atrapante película, minuto a minuto sentirán la tremenda angustia de la Operación Finale, nombre del operativo de captura de Eichmann, quien había inventado el término "Solución Final" al "problema judío"

https://www.youtube.com/watch?v=0l67XaQfOWw&t=170s

La imagen de portada pertenece a Adolf Eichmann y fue publicada por el sitio Wikipedia, así como el facsímil del falso pasaporte de Eichmann como Ricardo Klement.

La imagen de la Biblioteca del Congreso de la Nación Argentina fue proporcionada por esa institución. Las consultas pueden realizarse en esta dirección:
diarios@bcn.gob.ar

Las fotos pertenecen al sitio "El juicio de Eichmann", del United States Memorial Museum,  Enciclopedia del Holocausto. 
https://encyclopedia.ushmm.org/content/es/gallery/eichmann-trial-photographs?parent=es%2F3359
Dentro de este sitio del United States Memorial Museum, no dejen de ver el material fotográfico de esta  Enciclopedia del Holocausto, en "Los Perpetradores"
https://encyclopedia.ushmm.org/tags/es/tag/perpetrators?page=2

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