Cuántas veces nos equivocamos, pensamos que Dios solamente actúa desde lo llamativo, lo extraordinario y no, Dios actúa desde lo sencillo; desde una mujer del pueblo, desconocida; desde el hijo del carpintero y actuó hoy también desde los pobres, "los pobres nos evangelizan" decimos, y no es una frase bonita, los pobres son el signo de Dios en nuestra vida para anunciarnos que Dios tiene otros parámetros, no sigue la lógica del poder y la apariencia; los pobres pueden convertirse en el sacramento de conversión y de encuentro con el Dios vivo, también el joven que no tiene seguridad en sí mismo, que cree que vale poco, si se abre a la acción de Dios es un instrumento de anuncio y de esperanza para un mundo nuevo. Por eso, nadie puede decir: "Yo no sirvo, yo no valgo" por pobres que seamos, por poco conocimiento que tengamos; en la mano de Dios y por acción del Espíritu podemos hacer maravillas. Y no importa que los demás entiendan, no cambia nuestra realidad, Jesús no deja de ser el hijo de Dios porque sus coetáneos, sus amigos, no lo entendían; tampoco vale para nosotros, todos valemos por lo que somos y porque Dios sabe quiénes somos y para qué estamos en este mundo.
Mural del padre Don Bosco en el Polideportivo que lleva su nombre, en Bernal, Provincia de Buenos Aires, República Argentina |
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