El difícil tema del amor igualitario, tan discriminado y tan valiente

  “No ser amados es una simple desventura; la verdadera desgracia es no amar”
 Albert Camus
        Un espectáculo muy completo pudimos disfrutar el pasado sábado 29 de julio en el Teatro Don Bosco de Bernal. Y decimos completo porque hubo teatro, hubo música y hubo video. Así fue concebido por el Grupo Di-versos, con su Directora al frente, María del Carmen de la Iglesia, y su estupendo grupo de actores, músicos y asistentes.
        Pero todo es poco para hablar de un tema que nos concierne a todos, que es el tema del amor, y del amor libremente elegido. El amor plural del “Género Plural”, el amor del mismo sexo. Y el amor no correspondido que se transforma en obsesión. Ambos dos.
 La vida de Facundo e Ivanna se derrumba día a día, por falta de amor verdadero 
        Y ambos dos estuvieron sobre el escenario al mismo tiempo. Créame, amigo lector, que el resultado fue contundente: del lado de la izquierda, un matrimonio común (no queremos decir “normal” porque en este mundo nunca se sabe qué es normal y qué no, cuando lo normal debería ser el hecho de ser amado y ser feliz), y del lado de la derecha, una pareja de “amigos” que esconde una relación igualitaria que Dios sabe si triunfará o no. Nosotros no lo diremos, no adelantaremos el final.
        Contamos que el espectáculo es completo, y por eso vimos un video (a cargo de Baires Digital, con Luis Castro y Leonardo Acuña al frente), donde una mujer cuenta su historia, toda la discriminación que ha sufrido por su elección igualitaria, todo el camino recorrido y sembrado de dolor. Luego, disfrutamos al trío que se presentó en vivo con un hermoso tema: Emiliano Anastasio (guitarra), Virginia Fernández (voz) y Mateo Martínez (en sus jóvenes 13 años con su guitarra).
Hermosa música a cargo del trío Anastasio en guitarra (derecha), Fernández en voz (centro)
y Martínez en guitarra (izquierda) 
        La escenografía, completa con muchos elementos  y que demuestra mucho interés y preocupación por el detalle, divide al escenario en dos. Así la historia va transcurriendo a la par, lo que es exactamente lo que se necesita: un relato lineal, temporal, hubiera impulsado a que inmediatamente “tomemos partido” por alguna de las parejas. Mostrando el dolor de ambos dúos, el relato será más contundente. Felicitaciones por esta decisión.
        Del lado de la izquierda, como dijimos, hay una mesa de cocina y un matrimonio común que está en crisis. El marido falta de casa repetidamente, con excusas que ya no son creíbles, mientras la mujer se va hundiendo poco a poco en una profunda depresión. Su condición de mujer dependiente, económica y afectivamente, no la ayuda a salir adelante, a tomar las riendas de la propia vida, a ver con claridad qué importante es su vida (para ella misma, ya que para su esposo ya no lo es) y cuántas cosas puede hacer por ella. Hoy no puede hacer nada. Sólo puede reclamar y reclamar sin descanso, sin detenerse ni poder poner un límite a esta situación que incluye una mentira, la del esposo que continúa una situación en la que ya no cree.
Germán discute con Roberta, con quien tiene una "amistad" que no tiene futuro 
        Del lado de la derecha, un living muy bien dispuesto, cómodo, con un gran sillón de varios cuerpos. Sobre él, una pareja de amigos hace el amor. Pero la condición de amigos no implica que la mujer se detenga, a su vez, en sus reclamos. No quiere amistad, quiere más. El dueño de casa la insta a dejar el lugar: no está demasiado interesado en continuar discutiendo si la amistad es válida o puede dar lugar a más. Habla con circunloquios sobre “una relación igualitaria”, pero no cuenta la verdad de la situación: está esperando a otra persona. Luego sabremos que espera a quien verdaderamente ama. Sólo aclara que “hacer el amor tiene que ver con estar bien con esa persona”. Porque esta supuesta “amistad” no llena los casilleros de la necesidad de su alma.
        Hablemos ahora de los actores, que han dado de sí lo mejor. Victoria Spinelli está en la piel de “Ivanna”, la sufriente mujer que siente el abandono de su esposo, en quien confió como pilar de todo su sueño: la familia tradicional en la que no quiere dejar de creer. Su amiga, Leticia Albertazzi Bertoncello, como “Carolina”, intenta apoyar a su amiga Ivanna pero a su vez la ama, y sufre por verla sufrir, y sufre por su rechazo como pareja y como mujer.
 Carolina intenta hacer reflexionar a Ivanna sobre lo endeble de su situación personal, a la vez que la ama 
        Del otro lado, Daniela Velázquez como “Roberta”, espera una relación intensa allí donde no la hay, ya que Pablo Battistelli, como “Germán”, tiene otros sueños, que intentará llevar adelante. Y en medio, Celso Balbuena como “Facundo”, cuya alma agoniza con todas las agonías de la duda, de la difícil disputa entre “lo que se debe” y “lo que se siente”. Mientras tanto, deberá escuchar los reclamos de Ivanna, que le reprocha que siempre se aleja para “conectarse con él mismo”. “¡Todo te contecta con vos mismo! ¡Todo te conecta con vos mismo! ¿Cuándo vas a hacer algo que te conecte conmigo, Facundo?” grita Ivanna. Cada día, cada hora, sus vidas se derrumbam, y no pueden hacer nada para detenerlo.
        La Dirección de María del Carmen de la Iglesia ha pensado en una obra inteligente, con buena música y buenos “tiempos” para que los actores muestren todo lo que pueden dar, y todo lo que pueden expresar. Y lo que pueden expresar es el tema del amor, en toda su extensión. El amor, el viejo tema de la literatura, del cine, de las novelas. El amor que no puede dominarse, que no se elige pero se sufre, que se presenta frente a nuestros ojos y hace saltar toda nuestra vida, nuestra estructura y nuestra mente por el aire. A veces con final feliz. A veces.
 Nada será fácil para la vida de Germán y Facundo, quien deberá afrontar una difícil decisión 
        A la completa escenografía se suma el Make Up de Marina Solange García, y un vestuario que, en algunas ocasiones, se pierde por allí, pues la obra contiene escenas de desnudez muy bien puestas y asumidas, muy bien contenidas y apropiadas a la obra, que es una obra sobre el amor, en todas sus formas. Y el amor también se hace, sobre la mesa de la cocina, o en el sillón. Y  bienvenido el amor que se representa en la dosis justa, y que no escandaliza, gracias a la buena actuación de los participantes y a la buena dirección.
        Pero el amor también plantea la necesidad de decisiones, y trae dolor. “Ella (su mujer) me lo hace cada vez más difícil, y yo me siento lleno de culpas” dice Facundo, y agrega: “Yo tengo demasiado miedo de todo esto, Germán; otra vez volver a creer, otra vez recomenzar… Pero si yo elegí estar con ella, casarme, no sé qué es lo que me pasa”. Germán le contesta: “¡No te pasa nada! ¡No vas a ser el primero ni el último en divorciarte”. Finalmente, le dice la verdad que tanto tema escuchar Facundo: “Las respuestas las tenés sólo vos”. Touché.
        Hay que elegir. El amor sólo se podrá vivir luego de esa decisión. Antes y después, la discriminación, la duda, la oscuridad. Una vez elegido, el amor se deberá enfrentar como se le pone el pecho a la tormenta. Así, Germán le recrimina a Roberta su opinión discriminatoria sobre las relaciones igualitarias, que tienen tanto amor (o tan poco, según el caso) como las otras: “¡El amor es ciego! Vos sos parte de esta sociedad castrada que se asusta de lo que no entiende”, la acusa. “No hay que estar solamente bien en la cama; en la vida hay que estar bien”, le dice. Pero ella no lo entiende.
        Roberta no imagina que Germán quiere una relación de amor verdadero, y no lo encuentra en ella. No lo encontrará en ninguna mujer, pues su elección es diferente, y así se lo cuenta a Facundo. “Vos pensás que es fácil para mí, en la escuela, en el laburo, tener que ‘caretearla’ para mostrar lo que no sos, y te confundís y estás mal” cuenta Germán su historia que va desenvolviendo su amor igualitario, con dolor, con angustia. “Se te ocurre buscar apoyo en tus amigos, y te encontrás que se te quedan mirando como si no te conocieran…¡y vos me decís que es fácil! Los amigos se borran, no están, la familia no está. Además, no todos tenemos la suerte de tener una familia que esté al lado tuyo. Y estás solo…”. De todos modos, Roberta no hubiera escuchado esta historia, no lo hubiera podido aceptar. Ivanna, ¿lo aceptará?
 Merecidos aplausos para el Grupo Di-versos en el saludo final 
        Ésta es la inquietud y la pregunta que queda flotando en el aire, y un final que habrá que ver. Y siempre el amor, el culpable, el ausente, el que supuestamente cerrará todas las heridas (cuando abre tantas y tan profundas). El que nos salvará de la soledad en que cada uno vivimos, desde que nacemos hasta que morimos.
        Nos salvará o no, depende de cómo lo vivamos. Sea cual sea el amor, hay que afrontarlo, es un puente endeble que hay que pasar. “Temer al amor es temer a la vida, y los que temen a la vida ya están medio muertos”, dice Bertrand Russell.
        Pasar el puente y estar vivo, hasta el final.
 El Grupo Di-versos con la conductora del programa de radio, Adriana Sylvia Narvaja 
Las fotos pertenecen a la conductora de "Algo Especial Protagonista del Presente", Adriana Sylvia Narvaja, periodista y docente de Quilmes, República Argentina.
Frases de la literatura sobre el amor – Del sitio Actualidad Literatura
https://www.actualidadliteratura.com/frases-de-amor-grandes-autores/

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