Reencarnación

por Nadhir 
        “La vida, de acuerdo a la teoría de la Reencarnación, tiene tres cometidos principales:
        - Reparar errores.
        - Adquirir nuevos conocimientos.
        - Cumplir una misión. 
        Entonces, todos los seres humanos tienen un cometido en esta vida. únicamente cuando se carece de interés en evolucionar, centrándose en las sensaciones, perdiendo de vista las oportunidades de aprender, el tiempo pasará en vano. Morirá y volverá a la vida. Allí notará que su vida fue intrascendente y volverá a pedir una oportunidad para hacerlo mejor. 
        Con respecto a la misión, si bien en un principio es indescifrable, en algún momento se revelará. Muchas veces, sólo se trata de traer hijos a este mundo y brindarles una educación. Si bien ésta puede parecer, a primera vista, una misión trivial, es tal vez la más importante, noble y difícil a la vez. Cuanto menos espectacular y vistosa es la misión, más noble e importante será. 
        El cometido que se refiere al aprendizaje es lo esencial de cada encarnación. Lo que se aprende en la vida actual, será los talentos y habilidades de las vidas posteriores. La facilidad con la que se aprende un idioma o un oficio, la dificultad con la que se adquieren otros conocimientos, indican, posiblemente, lo que ya se ha aprendido en una existencia anterior –en un caso- o la primera vez que se toma contacto –en el otro. 
        En cuanto a los errores que se deben reparar, son tantos que son incontables. Cada instante está plagado de ellos. Algunos no son reconocidos de inmediato como tales y quizás por eso, se vuelven a repetir, sin aprender la lección. 
        Enojos, injusticias cometidas, mentiras, desprecio, exigencias, ingratitud, egoísmo, intolerancia, discriminación, violencia, incomprensión. 
        El primer paso que se debe dar para reparar un error es el de tomar conciencia de un defecto. Cuántas veces se habrá escuchado a una persona decir que es de carácter difícil, pero que hay que aceptarla tal como es, y éste es un doble error: primero, el carácter “difícil”; segundo, la incapacidad de reconocerlo como error, delegando en los demás la responsabilidad de aceptarlo tal como es. 
        El único modo de reparar este tipo de errores, luego del primer paso mencionado –el de la aceptación- es buscar la raíz del problema. A veces estas causas no son tan fáciles de hallar. A veces se obra por miedo, por vergüenza o por una vocación frustrada”. 
El destino final 
        “Si la vida es una constante renovación, si se pasa permanentemente de un cuerpo a otro, ¿adónde está el final del camino? ¿cuál es el sentido de este peregrinaje constante?
        Los partidarios de la teoría de la reencarnación no lo saben con exactitud, pero afirman que es muy probable que, alguna vez, todos formemos parte del gran Todo, cada uno cumpliendo un papel importante dentro de la Creación. 
        Esta tarea –la de crear- está implícita en cada espíritu y se hace presente cada vez que se pinta un cuadro, que se compone una canción, que se escribe un poema, o un cuento, cuando se generan imágenes virtuales, cuando se cocina un plato especial, cuando se injertan plantas o se cruzan animales, cuando se edifica una casa o se moldea un castillo de arena. 
        Cuando se llegue a este punto, ya se habrá recorrido un largo camino, gran cantidad de vidas, otros mundos, diferentes planetas, formas de vida completamente distintas, menos materiales y más energéticas, diferentes objetivos, placeres y dolores. Después de todo este trajinar, surge otra pregunta: ¿cuándo se cansará la Humanidad?. 
        Los espiritistas sostienen que el cansancio es privativo del cuerpo físico, el espíritu no conoce este concepto. El alma no se cansa”. 
Nadhir
“Reencarnación”
Colección Otra Dimensión,
Plaza Dorrego Editores S.A.
Año 2004 

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