Turismo Cultural para todos
En el marco del Programa “Berazategui Turismo Cultural”, pudimos disfrutar de una de las cuatro propuestas que están al alcance de todos, y de todos los bolsillos. La Estancia San Juan, en esta oportunidad, nos mostró todo su antiguo esplendor, y vimos cómo se adaptó para ser, en la actualidad, sede de la Escuela de Policía Juan Vucetich. Para los amantes del turismo en los alrededores de la ciudad de Buenos Aires, y con una gran historia detrás…
La Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad de Berazategui pone a disposición de todos los amantes del Turismo y de la Historia una serie de propuestas muy interesantes para todos los gustos. Son cuatro “Senderos”, que forman parte del programa “Berazategui Turismo Cultural”. Estos cuatro paseos temáticos que abarcan diversas áreas de interés: arquitectura, historia, arte, cultura urbana, sociología e identidad barrial.
Llevadas muy cómodamente en combis con aire acondicionado, viajamos Adriana Sylvia Narvaja, quien escribe, la conductora de “Algo Especial Protagonista del Presente” y la señora Rosa Pisante, nuestra gran amiga y colaboradora. Con la recepción y acompañamiento de las guías Maria Ángeles Martínez y Laura Petrelli, el tiempo soleado nos dio el marco adecuado para conocer esta estancia hermosa, que fuera una de las más lujosas de su época y centro tanto de residencia como de trabajo y producción a fines del siglo XIX, propiedad de la familia Pereyra Iraola.
De acuerdo como reza el texto explicativo, muy completo por cierto, “el Parque Pereyra Iraola tiene una extensión de más de 10.000 hectáreas, y se ubica entre la Capital Federal de la República Argentina y la ciudad de La Plata”. La Estancia San Juan es uno de los cascos que pertenecieran a esta familia patricia de nuestra sociedad, y que está enclavado en este enorme Parque, “pulmón verde que fuera un importante centro de producción de ganadería con vacunos de alta selección en la Argentina del siglo XIX”.
El recorrido, comentan en el texto diseñado para la difusión de estos eventos y que tiene hermosas fotos de colores y toda la información necesaria, “desanda la historia de la Estancia San Juan, el trazado del agrónomo belga Carlos Vereecke, la riqueza de especies y estética proyectada, y la contemplación del ‘Árbol de Cristal’, monumento natural provincial en virtud de una particularidad: sus resinas semejan lágrimas espejadas en las noches de luna llena”. Recordemos que este Árbol de Cristal es visitado por turistas de todo el mundo que vienen a verlo, ya que es una especie única en América Latina, y es considerado una maravilla de la zona.
“Majestuoso recurso ecológico, recreativo y cultural, este bosque exótico fue testigo de la transformación de su destino: de estancia modelo perteneciente a la familia Pereyra Iraola desde 1856, pasando por reserva forestal y parque público en 1949, hasta Escuela de Formación Policial de la Provincia de Buenos Aires a partir de 1959”, dice.
Pero decirlo es una cosa, y verlo es otra. Las fotos que acompañan este texto nos muestran algo de esta maravilla, sobre todo de la construcción de época, de inspiración inglesa, y de la Capilla, de inspiración francesa. También tenemos que destacar los hermosos vitrales, traídos especialmente desde Alemania. Y las seis palmeras plantadas para cada uno de sus hijos, ¡cómo nos gustaría hoy que se aplicara esa costumbre para defender el exiguo patrimonio arbóreo que nos van dejando!
Recorrer estos salones nos lleva a imaginar épocas pasadas, salir y encontrarnos con un aljibe, caminar esos sombreados caminos, conocer la hermosísima Capilla, ver algunos muros de época que aún quedan, el tupido y variado parque arbolado, el canto de los pájaros, las dependencias que fueran de servicio, incluso la cancha de tenis, e incluso la pileta, cerrada, para que las damas la puedan disfrutar sin miradas indiscretas. Claro que, además, nos imaginamos la entrada de los elegantes carruajes, los amplios vestidos, los finos trajes, las hermosas fiestas que habría allí. Todos nos lleva al recuerdo de una Argentina que estaba en camino de ser un país grande y fecundo.
Pero las actuales realidades, más complejas en el siglo XXI, no nos impiden disfrutar de estos cuatro “Senderos”, de los cuales “Pereyra Iraola, la Estancia San Juan” es uno. Nos falta nombrar a los “Senderos del Vidrio”, el “Sendero del Golf”, el “Sendero de las Artes”, todo auspiciado por la Municipalidad de Berazategui. Cada sendero de interpretación ofrece recepción, visita guiada de tres horas de duración, acompañamiento, parada gastronómica y paseo de compras.
Este paseo nos ha enriquecido en lo que vimos y en quienes nos han acompañado. Hemos conocido paseantes que estuvieron con nosotras que venían del otro lado de la Capital Federal, del centro de Buenos Aires y de muchos lados más. Aprendimos Historia, caminamos, tomamos fotos, nos hemos reído, comimos una torta exquisita, conversamos, fuimos muy bien atendidas y volvimos más que agradecidas.
Esperamos que muchos turistas se acerquen y disfruten como nosotras. Los viajes pueden también ser la herramienta para hacernos sentir bien, y ayudarnos a conocer más sobre nuestra Historia, y mantener vivo el espíritu de aprender e incorporar cosas bellas a nuestra vida, que es la verdadera fórmula para estar bien espiritualmente y que siempre promovemos desde nuestro programa, “Algo Especial Protagonista del Presente”.
Que se repita.
Por Adriana Sylvia Narvaja
Para “Algo Especial Protagonista del Presente”
Y Editorial Babel Books Inc.
Información complementaria:
Teléfono: 4 226-4244
e-mail: turismo_begui@yahoo.com.ar
Punto de encuentro con el contingente: Intersección de Avenida Mitre y Avenida 14 (placita del Reloj), distante a 8 cuadras de la bajada de la Autopista La Plata-Buenos Aires.
Hay ferrocarril y varias líneas de ómnibus.
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