A los pies del Maestro

por Jiddu Krishnamurti
Quien la palabra del Maestro anhele,
De Sus mandatos póngase en escucha
Entre el fragor de la terrena lucha,
Y la escondida Luz atento cele. 

Sobre el inquieto y mundanal gentío,
Del Maestro atisbe la señal más leve,
Y oiga el susurro que Su voz eleve
Del mundo entre el rugiente griterío.
        “El Amor es la cualidad más importante, porque cuando es bastante fuerte en un hombre,lo estimula a revestirse de todas las demás, que sin ella nunca sería suficientes. Suele definirse el amor como un intenso deseo de unión con Dios y de liberación de la rueda de nacimientos y muertes. Pero este concepto de Amor suena a egoísta e implica sólo una parte de su significado. El Amor es más que deseo; es voluntad, resolución, determinación. Para producir este resultado, la resolución debe llenar vuestra naturaleza entera, hasta el punto de no dejar lugar para ningún otro sentimiento. Es, sin duda, la voluntad de ser uno con Dios, no para escapar del sufrimiento y de la fatiga, sino a fin de que, en razón de vuestro amor profundo hacia él, podáis obrar con Él y como Él obra… Pues siendo Dios Amor, si queréis llegar a ser uno con Él, debéis también estar poseídos de amor y perfecto altruismo.
        En la vida diaria, esto significa dos cosas: primera, que procuréis cuidadosamente no causar daño a ningún ser viviente; segunda, que siempre estéis alerta por si se presenta la oportunidad de ayudar.
        Primero, no dañar. Hay tres pecados que causan en el mundo mayores males que todos los demás: maledicencia, crueldad y superstición, porque son pecados contra el amor.Si el hombre quiere henchir su corazón de amor divino, ha de vigilarlos y combatirlos constantemente.
        Veamos los efectos de la malediciencia: Principia con el mal pensamiento, y esto en sí mismo es ya un crimen. Porque en todas las personas y en todas las cosas existe el bien y el mal. A cualquiera de éstos podemos prestarle fuerza, pensando en él, y por este medio ayudar o estorbar la evolución; podemos hacer la voluntad del Logos o trabajar en contra de ella.
        Si pensáis mal de otro, cometéis tres iniquidades a un tiempo:
1. Llenáis el ambiente que os rodea de malos pensamientos en vez de buenos, y así aumentáis las tristezas del mundo.
2. Si en el ser en quien pensáis existe el mal que le atribuís, lo vigorizáis y alimentáis; y así hacéis peor a vuestro hermano en vez de hacerlo mejor. Pero, si generalmente el mal no existe en él y tan sólo lo habéis imaginado, entonces vuestro maligno pensamiento tienta a vuestro hermano y lo induce a obrar mal, porque, si no es todavía perfecto, podéis convertirlo en aquello que de él habéis pensado.
3. Nutrís vuestra propia mente de malos en vez de buenos pensamientos, y así impedís vuestro propio desarrollo y os hacéis, a los ojos de quienes pueden ver, un objeto feo y repulsivo en vez de bello y amable.
        No contento con hacerse todo este daño y hacerlo a su victima, el maldiciente procura con todas sus fuerzas que los demás participen de su crimen. Les expone con vehemencia su chisme, con la esperanza de que lo crean, y entonces los convencidos cooperan con él, enviando malos pensamientos al pobre paciente. Y esto continúa día tras día, y no lo hace sólo una persona, sino miles. ¿Veis ahora cuán bajo, cuán terrible es este pecado? Procurad evitarlo en absoluto. No habléis jamás mal de nadie; negaos a escuchar a quien os hable mal de otro, y decidle, afectuosamente: “Tal vez eso no sea verdad y, aunque lo fuese, es mejor no hablar de ello”.
        En cuanto a la crueldad, ésta es de dos clases: intencionada y sin intención.
        La crueldad intencionada consiste en causar, de propósito, dolor a otros seres vivientes, y éste es el pecado mas grave de todos: obra de diablo más bien que de hombre.Diréis que ningún hombre puede hacer una cosa semejante; pero precisamente los hombres la han hecho muy a menudo y aún la están haciendo cada día. Los inquisidores la practicaron, y también muchas gentes religiosas en nombre de su religión; los vivisectores, así como habitualmente algunos maestros de escuela. Todas estas personas tratan de excusar su brutalidad con la costumbre; pero un crimen no deja de serlo porque muchos hombres lo cometan. Karma no tiene en cuenta las costumbres; y el karma de la crueldad es el más terrible. En la India, al menos, no puede haber excusa para tales costumbres, porque todos conocen el deber de no acusar mal a nadie.El destino de los crueles cae también sobre aquellos que se dedican intencionadamente a matar a las criaturas de Dios, y llaman a esto deporte.
        Si deseáis entrar en el Sendero, debéis pensar en las consecuencias de vuestros actos, para que no seáis culpables de crueldad irreflexiva.
        La superstición es otro mal tremendo, que ha causado grandes y terribles crueldades. Las personas esclavas de ella menosprecian a la que saben más, y tratan de obligarlas a hacer lo que ellas hacen.
        Pensad en la horrorosa matanza debida a la superstición de sacrificar a los animales y al todavía más terrible prejuicio de que el hombre necesita alimentarse de carnes. Pensad en el trato a que la superstición ha dado motivo con respecto a las clases oprimidas en nuestra amada India, y ved cómo esta mala tendencia puede engendrar una despiadada inconsideración, aun entre los que conocen el deber de fraternidad.
        Los hombres han cometido muchos crímenes en nombre del Dios de Amor, movidos por la pesadilla de la superstición; cuidad mucho de que no quede en vosotros ni el más leve vestigio de ella.
        La sabiduría que os capacita para ayudar, la voluntad que dirige la sabiduría, el amor que inspira la voluntad, éstas son vuestras cualidades.
        Voluntad, Sabiduría y Amor son los tres aspectos del Logos; y vosotros, que deséais alistaros para servirlo, debéis, hacer gala de ellos en el mundo.
Jiddhu Krishnamurti
“A los pies del Maestro”,
Editorial Kier,
año 1974
Jiddu Krishnamurti (en télugu:జిడ్డు కృష్ణమూర్తి) o J. Krishnamurti (Madanapalle, Andhra Pradesh, India, 12 de mayo de 1895–Ojai, California, Estados Unidos, 17 de febrero de 1986), fue un conocido escritor y orador en materia filosófica y espiritual. Sus principales temas incluían la revolución psicológica, el propósito de la meditación, las relaciones humanas, la naturaleza de la mente y cómo llevar a cabo un cambio positivo en la sociedad global.
Fuente: Wikipedia.
https://es.wikipedia.org/wiki/Jiddu_Krishnamurti

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