Cómo combatir la pobreza

        Este texto es un resumen de la ponencia que realizara el Dr. Germán Rama durante el Seminario "Experiencias Político-Educativas Comparadas" que se realizó el 20, 21 y 22 de mayo de 1987 en el Anexo del Congreso de la Nación en Buenos Aires, capital de la República Argentina.
        Me parece tan interesante (y lamentablemente) tan actual como en aquel momento, ya que sobre este tema no se ha avanzado ni un paso. Apenas si se dictó la ley que marca la obligatoriedad de constituir escuelas de doble escolaridad, que no fueron construidas ni el proyecto llevado adelante. Es lamentable, porque recuerdo que en aquella oportunidad, de todas la ponencias, la del Dr. Rama fue la que más público convocó: ese día, el Anexo estaba colmado de un público expectante que esperaba con ansia alguna fórmula para terminar con la pobreza.
        Aquí un extracto de la publicación que se realizó sobre este importantísimo Congreso, que se inscribía dentro de las actividades preparatorias del Congreso Pedagógico Nacional, y que se editó en una publicación titulada "Educación y Democracia" de la Comisión de Educación de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, auspiciado por la Fundación Friedrich Ebert, a través de la Editorial Legasa.
        Dice en su prólogo:
"Democracia y Educación se influyen y se condicionan mutuamente. La Democracia crea las condiciones necesarias para una Educación en la cual rigen los valores de libertad, igualdad, participación, pluralismo ideológico, solidaridad y tolerancia. A su vez, la Educación así conceptuada fortalece la Democracia. Nuevamente citamos al Dr. José María Maravall: 'La participación y el sentido de solidaridad son valores que se adquieren, hábitos que se aprenden. Es muy útil tenerlo presente durante un proceso de transición política. La educación tiene un importante papel en la formación de estos hábitos. El aprendizaje de los valores morales y éticos de la democracia es un objetivo de primer orden para las escuelas, aunque este objetivo han de compartirlo con otras muchas instituciones y grupos que aglutinan a los ciudadanos. Pero, en cualquier caso, hay que abandonar la impaciencia, porque lograrlo es una tarea a medio plazo cuando el punto de partida ha sido una situación de autoritarismo' " .
La pobreza en América Latina
          Una gran parte de la población latinoamericana se encuentra por debajo de la línea de pobreza o en la indigencia. Pero todos estamos de acuerdo en el derecho de los hombres a no estar sometidos a condiciones de privación y segregación social.
          Al parecer, las políticas sociales de la región no han estado planificadas para tener como objetivo prioritario la eliminación de la pobreza y el logro de la equidad social. De hecho, durante las tres décadas de crecimiento económico del estudio de la CEPAL (se refiere a los años 1960-1980) no se redujo la pobreza en ninguna de sus formas.
          Lo que sí hubo fue un enorme cambio de estructura ocupacional producida por la industrialización, la urbanización y la modernización social. Mientras tanto, los sectores de pobreza quedaron intocados por estos cambios.
Las contradicciones
        La contradicción entre Crecimiento Económico y Continuidad de la Exclusión Social han sido interpretadas de distintas maneras:
  • Para algunas corrientes de pensamiento, la pobreza es intrínseca al modelo del capitalismo dependiente con una exclusión progresiva del sistema productivo y distributivo. La única forma de superar la pobreza es, dentro de este pensamiento, mediante la revolución social y un sistema educativo popular para liberar a las masas de la dominación del sistema capitalista.
  • Para otros, la pobreza está vinculada a la insuficiencia dinámica del desarrollo, con industrialización limitada, bajas tasas de ahorro e interés, excesiva tendencia al consumismo, tecnologías ahorradoras de mano de obra con una tasa de crecimiento insuficiente. Se propone reformar el sistema económico con mayor inversión, integración e industrialización, y la transformación del empleo informal en formal. 
  • Otra investigación apunta a la relación entre el crecimiento económico y poblacional. A mayor población, mayor desocupación, lo que no se aplicaría en el Río de la Plata, donde la tasa de nacimientos es históricamente baja, y sigue siendo difícil satisfacer las demandas de empleo, pobreza y servicios sociales. Hay gran migración hacia centros urbanos que es inempleable por sus mínimas calificaciones educativas para acceder a los puestos de trabajo del sector moderno urbano. 
  • Otra línea de estudio comprobó que el crecimiento económico daba suficiente rentabilidad como base para satisfacer las necesidades básicas de la población, pero para eso hay que crear condiciones de equidad. América Latina tiene un ingreso más concentracionario que el actual de los países desarrollados. 
        Para superar la pobreza, entonces, hay que formular estrategias para modificar la estructura económica, generar empleo y ver cómo transferir recursos para asegurar políticas asistenciales eficientes que apunten a la alimentación y a la vivienda. 
Dimensiones para entender la pobreza en América Latina 
        En América Latina, las situaciones de pobreza y exclusión social tienen gran resistencia a ser eliminadas porque tienen ligazones con la estructura social y la formación histórica. 
a) La dimensión racial
        Nace a partir de la Conquista y el sojuzgamiento de la población aborígen. A 500 años de este "descubrimiento" aún existe entre un 5% y un 10% de población de lengua indígena y un gran sector bilingüe. La economía colonial trajo al negro africano como esclavo hasta 1888 en Brasil, es decir, hasta hace muy poco tiempo se vivían situaciones de explotación extrema. La dominación de la ciudad se basa en dominación racial. 
        Los que hoy están en la pobreza han sido discriminados históricamente por criterios raciales, y criterios raciales y culturales ("negros", "indios", "cholos", "roto", etc.). Las políticas económicas y sociales sólo han permitido que se continuara con la "autoprofecía cumplida": "no saldrás de tu pobreza"
b) La dimensión rural: 
        Las regiones rurales ocupaban, hasta los años '50, más de dos tercios de la población. Fueron excluidas de los beneficios del progreso. Sus habitantes permanecieron en condiciones de pobreza e indigencia y sometidos a relaciones feudales de dominación, poco compatibles con las formas modernas.
c) La dimensión modernización ocupacional:
        Entre 1960 y 1980 decrecieron las ocupaciones agrícolas y crecieron las de los sectores secundarios de la economía (administración, servicios sociales y de apoyo a la producción). Crecieron los fenómenos de marginalización e informalidad de la ocupación urbana. A esto se suman los años que se necesitan para el aprendizaje como obrero industrial y más aún para acceder a los sectores terciarios. 
        Quedaron afuera de este cambio ocupacional: los miembros de la tercera edad, los de origen rural y los urbanos pre-industriales. Y más aún, los jóvenes carentes de calificación educativa. Es la pobreza autoperpetuante
d) La dimensión familia:
        La pauta de reproducción humana, donde padre y madre se hacen cargo de su prole, no se extendió a los segmentos marginalizados y desarticulados por migraciones internas. Los nacimientos de embarazos adolescentes, la mujer madre y jefa de familia, las ocupaciones irregulares crean condiciones de precariedad donde no pueden asentarse valores de logro.
e) La dimensión educación: 
        Históricamente, la exclusión en América Latina fue cultural. 
        Hacia 1950, la mitad de la población adulta del continente se declaraba analfabeta. Los niveles de calidad de la educación corresponden a los segmentos y estratos sociales a los que satisfacen; la escuela media y alta se desarrolló con la demanda, y por eso crecieron los servicios de nivel medio y superior, mientras que los sectores bajos apenas pueden recibir educación en condiciones paupérrimas. 
        Además, los sectores pobres carecieron de alimentación y salud adecuados, no tienen educación preescolar y tampoco existe una concepción pedagógica sobre cómo educar a los sectores marginados. 
        Se refuerza el papel de las credenciales educativas, por eso los jóvenes penosamente escolarizados se vieron desplazados del mercado de empleo, especialmente con las crisis de los '80. 
        Finalmente, las líneas se entrecruzan: una persona de color, nacida en un medio rural, en una familia de jefatura femenina, con pocos grados cursados de escolaridad, con actividades en ocupaciones no calificadas, está destinada ser pobre independientemente de la tasa de crecimiento económico del país en que vive.
El maldito circuito de la pobreza 
        Es necesario romper con el "circuito de reproducción de la pobreza". Para ello, tenemos que entender que todos los integrantes tienen derecho a satisfacer sus necesidades básicas, lo que implica considerar al "otro" como tan ser humano como "uno". Y que se realice una verdadera transformación de la estructura de producción y distribución para que veamos satisfechas esas necesidades básicas en todos los habitantes de América. 
        Para romper los anillos de pobreza, es necesario que haya políticas desde el embarazo materno hasta la incorporación del hijo en la vida activa. Pero todo esto se funda en la educación y requiere tiempo.
        La condición de pobre y excluido comienza a definirse en la gestación materna, en la atención al parto, la alimentación, la salud y la estimulación precoz, en la contención y apoyo de las familias, en la atención preescolar, y en el conjunto que forman la educación, la salud y la alimentación en la etapa de la educación básica. 
La propuesta 
        Se trata de proveer educación a tiempo completo a todos los niños y adolescentes entre 4 y 14 años, en escuelas de doble escolaridad con educación, salud y alimentación.  Esta propuesta se basa en que el aprendizaje de los conocimientos y la socialización cultural depende del "tiempo de exposición" de los niños al proceso educativo. 
        Permanecer toda la jornada en establecimientos de educación significa no sólo recibir conocimientos, sino participar de un lenguaje, en modelos de convivencia organizada y en valores y comportamientos más estimados por la sociedad. 
        Además, en los hogares populares no hay lugar de estudio, no hay apoyo de la familia, no hay material didáctico ni libros, y todo esto termina por diluir y anular la influencia de la escuela. 
        Las madres podrían incorporarse a una actividad remunerada o participar de otras actividades sociales. La capacidad innovadora de las mujeres se aplicaría a la sociedad para la generación de ingresos y una mejora social en general. 
        La educación básica de tiempo completo requiere alimentación y salud. Así se hizo en la posguerra, en los países europeos, para lograr una mayor homogeneización social y para preparar nuevas generaciones para el esfuerzo del desarrollo. 
        Por supuesto, debe haber cambios en las escuelas y a nivel pedagógico, con miras a que su acción cultural pueda ser más efectiva en relación con los sectores marginados o pobres. 
        Esto incluye: enseñanza bilingüe en donde sea necesaria, formación especializada de maestros para desarrollar esta tarea, recuperación de la lecto-escritura como modo de desarrollo del lenguaje y pensamiento, y métodos científicos y matemáticos para aprender cálculo y computación. Se necesita también articulación con la comunidad, incluyendo el análisis de realidades inmediatas como paso previo a la abstracción que propone la educación. 
        Para superar la pobreza, se hace necesaria una moral democrática y solidaria que se funde en el esfuerzo responsable de los que enseñan y de los que aprenden. Para lograrlo, es necesario construir o reconstruir el respeto colectivo a la enseñanza y la valoración de la función docente
        Para crear ciudadanos, hay que educar. 
El Dr. Germán Rama era Director de la Oficina de CEPAL en Montevideo. Sus opiniones pueden no coincidir exactamente con la postura de la Organización a la que pertenecía. Ocupó diversos cargos en la Educación de la República Oriental del Uruguay, y algunas de sus implementaciones resultaron controversiales para los poderes establecidos en ese país.

Qué es la Fundación Friedrich Ebert 
La Fundación Friedrich Ebert fue creada en 1925 como legado político del primer presidente alemán elegido democráticamente.
Friedrich Ebert, un artesano socialdemócrata que de humildes orígenes ascendió al cargo público más alto de su país, promovió – ante el trasfondo de su propia y dolorosa experiencia en cuanto a confrontación política – la creación de una fundación que cumpliera los siguientes objetivos:
•  fomentar la formación política y social de hombres y mujeres de todas las esferas de la sociedad en un espíritu de democracia y pluralismo;
•  facilitar mediante becas a jóvenes dotados el acceso a la educación superior y a la investigación;
•  contribuir a la comprensión y a la cooperación inter nacionales.
Por medio de sus innumerables y variadas actividades, la Friedrich-EbertStiftung, que fue proscrita en 1933 por los nacionalsocialistas y reestablecida en 1947, continúa persiguiendo estos tres objetivos.
Como institución privada y cultural sin fi nes de lucro, la Fundación Friedrich Ebert está comprometida con los principios y valores básicos de la democracia social.
Fuente: Fundación Friedrich Ebert.

Las fotos del trabajo infantil pertenecen al sitio Diversidad Cultural Indoamericana, de su sitio de facebook.
https://www.facebook.com/DIVERSIDADINDOAMERICANA
Quiénes somos - Fundación Friedrich Ebert - Del sitio de la Fundación.

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