Violencia en el fútbol

por la Licenciada Cristina Nelson 
        En los últimos tiempos, cada vez que se menciona al futbol, salvo raras excepciones, emerge el término Violencia. Este es un hecho que merece, por su complejidad, ser analizado desde diferentes puntos de vista, ya que no existiría en mi opinión, una sola explicación que pueda aclararlo acabadamente.
Desde lo social
        Desde un ángulo social, la violencia que sufre el mundo bajo la forma de la injusticia, lque parecen formar parte de un sistema perverso que degradan la condición humana; los deportes que atraen a gran cantidad de personas, posibilitan la “katharsis” (descarga emocional) de innumerables conflictos producidos, no solo por cuestiones internas, sino por lo que se ha denominado “entornos disruptivos”
        Estos entornos se caracterizan por ser una amenaza constante y difusa que viene desde el exterior y recae sobre nuestras personas, sería algo así como lo que en nuestro lenguaje diríamos “no sé de donde viene el pelotazo”. Los mismos irrumpen en nuestro psiquismo produciendo toda una serie de síntomas físicos y psicológicos de difícil control.
        Sería ésta una de las fuentes de agresión que se manifiestan en la vida ordinaria, tanto en nuestro trabajo, nuestros estudios, en los tiempos sociales, como también en los ámbitos de ciertos deportes, sobre todo, y sin mediar profundos estudios, en el fútbol. Basta la simple observación de ciertos partidos de fútbol nacionales o internacionales para que el simple espectador pueda darse cuenta de esto. Aún los llamados “amistosos” no escapan a esta categorización.
        La sumatoria de las agresiones personales puede masificarse mediante un proceso de identificación y dado que las emociones en general, son incontrolables por medio de la razón, se generan situaciones desbordantes que codeterminan la violencia en el estadio.
Lo psicológico individual
        Desde una perspectiva psicológica individualizada, se pueden analizar brevemente dos aspectos que hacen a la “cosa agresiva, violenta”.
        Una de ellas es el fanatismo, como un acontecimiento personal y grupal, volcándose en forma contradictoria, anhelos, deseos, idealizaciones, así también como esperanzas fallidas, frustraciones, etc, proyectadas tanto en el ídolo elegido, como en el equipo o el mismo club.
        Fanatismo que, muchas veces movido por intereses ajenos al deporte en si, incrementan la natural agresividad del ser humano.
        Fanatismo además necesario e inevitable, que sirve como positivo reforzador en los jugadores, quienes además de sus logros personales, esperan de sus “fans” el reconocimiento por su juego.
        El fanático esta movido principalmente por sus aspectos sentimentales, afectivos y emocionales, motivo por el cuál en la mayoría de las veces, discutir sobre futbol con estas personas resulta hartamente dificultoso, excepto por los especialistas o algunos periodistas que también tienen su “corazoncito” depositado en alguna institución o los profesionales del deporte.
        Los continuos cambios de jugadores por los motivos que fueran, producen en algunos fanáticos, cierto tipo de frustración por que sus ídolos hayan cambiado de “camiseta”
        En estos casos de no ser aceptado el cambio, se produciría una sensación de frustración la que como tal, también genera agresión que tanto puede recaer sobre el deportista como sobre la institución a la que representa.
        Pero debemos señalar que no todos los seguidores de un equipo son fanáticos y forman parte de las denominadas en la Argentina “barras bravas”. Estas tienen otro origen.
La agresividad-la agresión-la violencia
        El segundo aspecto, es que la agresividad es un rasgo innato en todas las especies animales, agresividad a la cuál el hombre no se sustrae y que por su especificidad le sirve también para contener su instinto de sobrevivencia.
        Cuando la agresividad particular es masivamente contra un “otro”, desde el punto de vista psicológico estamos hablando de agresión.
        Cuando esta agresión se manifiesta en forma grupal, comunitaria, entre países, continental se denomina violencia, cuya más negativa y destructiva expresión es la guerra.
        En el deporte es posible reconocer la necesaria implicancia de la agresividad en su estructura, ya que la misma es necesaria para la actividad a ser desarrollada. Sería impensable cualquier deporte sin que la agresividad natural no sea convertida en energía, dinamismo o acción específica. De por sí, existen deportes más agresivos que otros y, casualmente en los deportes de equipo, prevalecen factores de este orden. De todos modos, podrá decirse que existen deportes individuales que también poseen en su interior una cuota de agresividad superlativa, pero ésta de hecho no afecta a otras personas. Como en todo lo humano hay excepciones a la regla general.
La competencia
        La misma competencia implica agresividad y cierto nivel de agresión sobre todo en los deportes grupales (futbol rugby, hockey, básquet, handball) y más aún cuando estos deportes se hallan profesionalizados. De hecho no implica que la profesionalidad sea de por sí un disparador de la agresión, pero si que en virtud del hecho competitivo la incrementa.
        Cuando la competencia esta vinculada a la violencia, puede originar y de hecho la historia del deporte lo demuestra, sentimientos irracionales que pueden llegar en forma extrema hasta odios raciales, nacionalistas, continentales. El prejuicio social también aquí presenta sus inmorales credenciales.
        Como todo deporte tiene su entorno, reconoceremos que también cada deporte tiene su público específico y que éste demostrará mayor o menor agresión acorde con sus patrones culturales y los momentos históricos por los que le toque vivir.
        Es también diferente la manifestación de la agresividad cuando el hombre se enfrenta a otros hombres que la que muestra frente a la fuerza de la Naturaleza. Tomemos el simple ejemplo de futbol y el remo. Sus medios naturales son también diferentes, también lo son sus medios de juego (pelota, remo-bote).
        En casos muy especiales y por motivos la mayoría de las veces desconocidas aún para el mismo deportista, es posible observar que éste “fracasa cuando triunfa”, inclinándose la balanza de la agresión sobre sí mismo. La historia del deporte nos muestra innumerables situaciones de esta naturaleza. 
        El futbol siendo el privilegiado deporte que más público convoca mundialmente, es el que más posibilidades brinda para la manifestación de la violencia hasta tal punto que por momentos ha permitido conceptualizarlo como un deporte violento en sí mismo,como si la violencia formara parte de su estructura.           Aquí cabe aclarar que el futbol como deporte contiene la específica agresividad humana más la necesaria agresión hacia un contrincante que en muchas oportunidades es vivido como un enemigo con todas las negativas consecuencias que esto produce en los jugadores.
        Y cada reconocer, que no hay país o región que sea una excepción a la violencia.
        Paradójicamente, el deporte nacido entre otras causas, como necesidad de canalizar los impulsos agresivos del hombre, se ha llegado a convertir, en nuestro caso, en una fuente de violencia general, que ha desvirtuado su origen y naturaleza.
        A esta “altura del partido”, se requiere un análisis sistemático, continuo y multidisciplinario para no solo diagnosticar sino prevenir todos aquellos factores de naturaleza violenta, no solo desde lo personal sin también en lo grupal, lo comunitario y lo institucional.
        Una nueva cultura en el futbol se hace imprescindible para la recuperación de los valores fundamentales de este deporte del cuál la Argentina es uno de sus máximos exponentes.
        En este sentido se debería proponer que existan mayores controles operativos, antes durante y después de los partidos, que esté vedada la venta de alcohol, que exista un control de drogas de las denominadas fuertes, que la capacidad del estadio no esté rebasada con todos los riesgos de vida que esta situación produce y ha producido, que puedan utilizarse videos para el seguimiento de los focos agresivos e identificación de los manifestantes violentos, una mejora en la actuación de jueces en tanto justicia y equidad, así como también que los medios de comunicación no predispongan a conductas agresivas entre los seguidores de tal o cual equipo.
Imágenes de la Violencia en el Fútbol del sitio Youtube
https://www.youtube.com/watch?v=aUVQK1HElTY
La Licenciada Cristina Nelson con su hijo Matías, dos grandes amigos de nuestro programa 
Biografía de la autora:
          La Licenciada Cristina Nelson nació en Quilmes, Provincia de Buenos Aires, el 27 de abril de 1963.  Es Licenciada en Psicología, egresada de la Universidad del Valle de México, Campus Chapultepec, Distrito Federal, y pertenece al Curso 2004. Ha desarrollado tareas en la organización del apoyo psicológico a distintos equipos de fútbol, con gran éxito, y actualmente desarrolla tareas en la Fundación "Gestar Alas", cuyo principal objetivo es el de resaltar la Humanidad y la Vida,   "contribuyendo al desarrollo de los sectores mas vulnerables de la sociedad toda".
  • Objetivo del programa "Gestar Alas":
          Propiciar la autonomía laboral de los de los participantes del mismo a través de capacitación y aprendizaje.Con un diagnóstico preciso de la zona en práctica que nos permita a través de su cultura y costumbres apuntalar nuestros talleres de trabajo y oficio.
Junto al Cervecero, el equipo de fútbol de sus amores
  •   Fundamentos:               
          La necesidad de este proyecto se basa en la falta de empleo genuino y los escasos recursos que no permiten el acceso a una vida digna.
          Por lo cual creemos que el desarrollo de los talleres de oficio brindara una herramienta a cada ciudadano que le permita a través de sus propios conocimientos lograr una mejora salarial que los inserte en la sociedad. Supliendo de esta manera las necesidades básicas de cada individuo.
  • Historia institucional:
          La Fundación Gestar Alas, nace en 1978 con trabajos solidarios en la zona de Buenos Aires, barrios, villas y zonas muy necesitadas. La política social ha sido el eje de la Fundación desde hace muchos años, en pro de expandir la ayuda y poder colaborar de manera más amplia la Fundación nace como institución reconocida jurídicamente en el año 2013.
  • Nuestra lucha por los derechos humanos:
          Los derechos humanos, del mismo modo que cualquier otro derecho, se compone de tres dimensiones especificas.
1) Un sujeto titular del derecho,que en contexto de los derechos humanos se refiere a la totalidad de las personas independientes de su sexo, religión, edad, origen étnico o nacionalidad.
2) Un objeto del derecho,expresado en los diferentes textos jurídicos reconocidos nacional o intencionadamente, como por ejemplo educación, salud, libertad, seguridad.
3)Una garantía de exigibilidad del cumplimiento del derecho cuando un tercero no lo respeta. en el caso de los derechos humanos la garantía de la vigencia de los mismos es función de los Organismos Internacionales y de los propios estados.
A partir d estos diferentes sujetos y objetos en torno a los cuales se erigen los Derechos Humanos, es que nos encontramos con una pluralidad de derechos que han sido clasificados en: derechos civiles y políticos, derechos económicos, sociales, y derechos colectivos.

        Desde el comienzo nuestra Institución se fijo una meta clara que era el de participar con opinión y propuestas para mejorar la calidad de vida de todos los ciudadanos.Teniendo como estandarte ala educación, la salud, el empleo y la vivienda, que es la base mínima e indispensable para el desarrollo familiar y la igualdad de oportunidades.
Visita de la Licenciada Cristina Nelson a nuestro programa de radio,
aquí con la conductora Adriana Sylvia Narvaja
Fotos de "Violencia en el Fútbol" - Del sitio "La pelota no dobla"

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