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El gaucho argentino


1817 - EL GAUCHO. Samuel Haigh, un viajero inglés de paso por Buenos Aires, describe así al gaucho argentino:

«No existe ser más franco, libre e independiente que el gaucho....Sencillamente armado y montado en un buen caballo, es señor de todo lo que mira. El Jaguar o el puma, el potro o el toro bravío, la gama y el avestruz le temen lo mismo.

No tiene amo, no labra el suelo, difícilmente sepa lo que significa gobierno; en toda su vida quizá no haya visitado una ciudad y tiene tanta idea de una montaña o del mar como su vecina subterránea, la vizcacha.

Algunos gauchos jóvenes me han dicho que a veces eran desgraciados 'por amor', pero cuando llegan a los años de discreción nunca se les oye proferir queja contra su destino. En efecto, construyen una raza con menos necesidades y aspiraciones que cualquiera de las que yo he encontrado.

Sencillas, no salvajes, son las vidas de esta 'gente que no suspira' de las llanuras.

Nada puede dar, al que lo contempla, idea más noble de independencia que un gaucho a caballo; cabeza erguida, aire resuelto y grácil, los rápidos movimientos de su bien diestro caballo, todo contribuye a dar el retrato del bello ideal de la libertad.

Los gauchos son muy aficionados al aguardiente de uva; pero rara vez caen en aquel estado de ebriedad tan común entre las clases pobres de Inglaterra...».

Por: Jorge Del Oeste - "Historia del Federalismo Rioplatense"

Fuente: A. J.Pérez Amuchástegui: "Crónica Histórica Argentina", Tomo II, "El Mangrullo del Tiempo", CODEX, Buenos Aires 1969. — con Andres Torrente.

Fuente: Del sitio de facebook de  Atilio Ruben Calbucura.

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