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La psicología explica el sorprendente rasgo que tienen en común todos los niños inteligentes


La Sección Educación de la Revista Ser Padres del día 6 de junio de 2024 nos presenta una nota de Rubén García Díaz, periodista especializado en parenting, infancia y crianza, donde se pregunta: "¿Sabías que las niñas y niños más inteligentes tienen un rasgo común en comparación con el resto de peques de su edad que está demostrado por la evidencia científica?". Veamos, y sepamos cuidar el alma de nuestros pequeños, enseñándole valores como el de la verdad.  

        "Hay un rasgo común que tienen todos los niños y niñas inteligentes. Al menos, lo tienen en común en relación al resto de niñas y niños de su edad que no poseen su coeficiente intelectual. La evidencia científica lo ha demostrado, y algunos de los psicólogos más prestigiosos del mundo han liderado dichas investigaciones. Se hace eco de ellas en uno de sus post divulgativos el psicólogo Alberto Soler.

        “Los niños inteligentes mienten con más frecuencia que el resto de los niños”. Esto dicen las investigaciones de Michael Lewis, Profesor Distinguido de Pediatría y Psiquiatría de la Universidad y director del Instituto para el Estudio del Desarrollo Infantil en la Facultad de Medicina Rutgers Robert Wood Johnson, de las que se hace eco el psicólogo Alberto Soler, coautor de ‘La gran guía de la crianza’.

        Dice Soler que “los niños que tienen un mayor coeficiente intelectual mienten con mayor frecuencia que los que tienen un coeficiente intelectual más bajo”. Y lo mismo ocurre, añade, siempre según las citadas investigaciones del psicólogo Michael Lewis, “con medidas de inteligencia emocional o con medidas de otras variables como el juicio moral, las funciones ejecutivas o la teoría de la mente”. Cuanto más puntúan en estos variables medibles los niños y niñas, “más tienden a mentir”, concluye el psicólogo Michael Lewis y explica el también psicólogo Alberto Soler, el mismo que tiene el consejo avalado por la psicología para escoger dibujos animados.

Una niña participa en clase
Getty Images

        El motivo científico que explica esta relación entre inteligencia y mentiras o inteligencia emocional —no hay que olvidar que la alta sensibilidad es una característica que comparten muchos niños con altas capacidades, tanto que los niños con altas capacidades pueden llegar a abrumarse con el dolor ajeno—, tiene que ver con el tamaño de la corteza cerebral y la mentira en los primates. Sí, en los primates. Así lo explica Alberto Soler: “A mayor uso del engaño en los primates, mayor tamaño de su neocórtex”, dice.

        Por lo tanto, la evidencia científica en general y trabajos de investigación de psicología como los de Michael Lewis, concluyen que “mentir es una capacidad que va de la mano con el desarrollo”, asegura Alberto Soler, que cita el estudio científico ‘Engaño en niños de 3 años’.

        Este estudio, que data de hace 35 años, se publicó en 1989 por parte de la Asociación Americana de Psicología, examinó la capacidad de los niños de engañar “para determinar si son capaces de ocultar intencionadamente sus expresiones emocionales”.

        Para ello se les pidió que no miraran un juguete a peques de tres años mientras el adulto investigador salía de la habitación. Después, se les preguntó, y “la gran mayoría negó haber mirado o no respondió la pregunta”, explican los investigadores. Sin embargo, añaden, “la actividad facial y corporal no diferenciaba a los engañadores de los que decían la verdad”, siendo los niños más propensos a la mentira curiosamente. “Estos resultados indican que los niños muy pequeños han comenzado a aprender a enmascarar sus expresiones emocionales y apoyar el papel de la socialización en este proceso”, concluye este estudio antiguo cuyas conclusiones siguen vigentes, como demuestra el hecho de que el psicólogo Alberto Soler se haga eco de ellas.

        Soler, además, cita también un estudio de Michael Lewis y su equipo que demostró que, con 2 años, solo el 38% de los niños mentían. Este dato se disparaba a los 3 años: “ya eran casi el 90%, y a partir de los 5 años, mentían el 100%”, apunta el psicólogo.

Un niño inteligente reflexionando

Getty Images/iStockphoto

        La conclusión de Alberto Soler es clara y concisa: “Todos los niños mienten”, recalca. La cuestión importante, agrega, es “qué tipo de mentiras dicen: pueden decirlas para hacer daño a los demás o para protegerles, e incluso pueden mentir para protegerse a sí mismos”, argumenta el experto en la infancia y adolescencia.

        Si quieres controlar las mentiras en tus hijos e hijas, Alberto Soler aconseja predicar con el ejemplo: “tratar de no mentirles nosotros”, dice. Y también, en segundo lugar, “procurar que no tengan miedo a decirnos la verdad”

        Al respecto de esto último, el psicólogo advierte que “si cada vez que nos mienten les montamos un pollo, la probabilidad de que no mientan va a tender a cero en poco tiempo”."

Fuente: Del sitio informativo de la Revista Ser Padres, de divulgación científica y pediátrica de la Argentina

https://www.serpadres.es/educacion/48716.html 

La imagen de portada pertenece a Ser Padres y lleva el siguiente epígrafe: "Los niños más inteligentes tienen un rasgo en común - iStock".

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