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Leda

por Rubén Darío,
poeta nicaragüense (1867-1916)
El cisne en la sombra parece de nieve;
su pico es de ámbar del alba al trasluz;
el suave crepúsculo que pasa tan breve
las cándidas alas sonrosa de luz.

Y luego, en las ondas del lago azulado
después que la aurora perdió su arrebol,
las alas tendidas y el cuello enarcado,
el cisne es del plata, bañado de sol.

Tal es, cuando esponja las plumas de seda,
olímpico pájaro herido de amor,
y viola en las linfas sonoras a Leda,
buscando su pico los labios en flor.

Suspira la bella desnuda y vencida,
y en tanto que al aire sus quejas se van,
del fondo verdoso de fronda tupida
chispean turbados los ojos de Pan. 
Biografía de Rubén Darío
Nació en Metapa, Nicaragua, que hoy lleva el nombre de Ciudad Darío, el 18 de enero de 1867. Sus padres, Rosa Sarmiento y Manuel García, se separaron cuando era apenas un niño, y fue criado por sus abuelos en León, lugar al que siempre consideró el de su origen.
Con apenas 14 años, su abuela lo presentó en Managua, donde fue reconocido por sus dotes literarias y artísticas, como un prodigio. Era creativo, memorioso, recitaba poesía y leía a poetas franceses.
Viajó por Europa y América, representando a su país, como cónsul y embajador.
En 1886, viajó a Chile, donde publicó "Abrojos", "Canto épico a las gloria de Chile", y "Rimas", todas en 1887. En 1888 "Azul..." fue su primer gran libro, elogiado por la crítica, sobre todo por el escritor español, Juan Valera y el uruguayo José Enrique Rodó.
Representó al gobierno nicaragüense en 1892, en los actos de celebración del IV Centenario del descubrimiento de América. Así fue siendo reconocido a nivel mundial, fama que fue creciendo tras sucesivos viajes por Estados Unidos, Chile, Francia y Argentina, donde tras radicarse en Buenos Aires, colaboró con el diario "La Nación", lo que le permitió volver a España en 1898, como corresponsal.
Tras su paso por París, su poesía se volvió más universal, ya que los poetas parnasianos y simbolistas dejaron su impronta en su creatividad. Abundaron en sus obras imágenes exóticas, metáforas, símbolos y figuras retóricas. Fue proclamado por sus colegas como el padre del modernismo.
Su poesía muestra los gustos y sentimientos de su época, en forma refinada y elevada, abundando los elementos decorativos y las resonancias musicales. El arte es convertido por su pluma en un triunfador sobre el amor, y también sobre la naturaleza, restableciendo el orden y la armonía, cuando lo natural se presenta caótico.
Es también un poeta cívico, exaltando héroes y hechos nacionales, tomando una posición crítica, con respecto a la realidad socio-política.

En 1896-1901, "Prosas profanas y otros poemas", consagraron el triunfo del arte por sobre el amor. En 1901 publicó "Peregrinaciones".
El arte restableció el orden de la naturaleza en "Cantos de vida y esperanza", publicado en 1905. En 1910 apareció "Poemas de otoño". Nació en 1907 "El canto errante", donde afrontó los eternos problemas de la humanidad y en 1913 "La isla de oro".

La Argentina también fue parte de su inspiración poética, a la que como homenaje a su centenario le dedicó "Canto a la Argentina y otros poemas" (1914). Su obra, también expresó en muchos casos ideas de compromiso y toma de posición, como en "A Colón", donde se opuso al descubrimiento expresando su horror. En "A Roosevelt", evaluó a latinos y anglosajones.
Fue nombrado representante diplomático de Nicaragua en Madrid, en 1907, pero en 1913 fue aquejado por una crisis religiosa y mística, que lo recluyó en Palma de Mallorca.

Regresó a Nicaragua en 1915, a causa del estallido de la Primera Guerra Mundial, pero el alcohol y la enfermedad erosionaron su cuerpo y falleció en León (Nicaragua), el 6 de febrero de 1916.
Fuente: Del sitio Poemas del Alma - Rubén Darío
https://www.poemas-del-alma.com/ruben-dario.htm#block-bio

La imagen de portada pertenece al escultor Michael Parkes, y se llama "Leda y el Cisne", referida a la famosa leyenda a la cual hace alusión el poema del gran poeta Darío.

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