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El misterio de los libros de Tito Livio

         Seguimos buscando información histórica en la Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional de España. Así hemos encontrado una nota muy interesante sobre el hallazgo del libro número 17 escrito por el famoso historiador romano, Titus Livius Patavinus (llamado "Tito Livio"), nacido en el año 59 antes de Cristo, y fallecido en el 17 después de Cristo, a los 76 años. Su famosa obra "Ab Urbe condita libri" nunca quedó completa, y los investigadores siguen buscando indicios de dónde está. En esta nota del año 1924 del diario El Sol de España se informa sobre el supuesto hallazgo del libro 17, sin confirmarlo aún. ¿Dónde estarán los libros de Tito Livio que faltan?
        Empecemos a estudiar primero al gran autor, que nos ha descripto 8 siglos de la historia del glorioso Imperio Romano, con material de la Wikipedia.

Biografía y obra de Tito Livio 
        Nacido y muerto en Patavium, la actual Padua y entonces capital de la Venetia, se trasladó a Roma con 24 años. Se le encargó la educación del futuro emperador Claudio. Tito Livio escribió una historia de Roma, desde la fundación de la ciudad hasta la muerte de Nerón Claudio Druso en 9 a. C., "Ab urbe condita libri" (a veces conocida como las "Décadas"). La obra constaba de 142 libros, divididos en décadas o grupos de diez libros. De ellos, solo treinta y cinco han sobrevivido, los numerados del 1 al 10 y del 21 al 45.
        Los libros que han llegado hasta nosotros contienen la historia de los primeros siglos de Roma, desde la fundación en el año 753 a. C. hasta 292 a. C., relatan la segunda guerra púnica y la conquista por los romanos de la Galia cisalpina, de Grecia, de Macedonia y de parte de Asia Menor.
        Floro escribió un Epítome de todos sus libros, obra que ha sobrevivido y nos permite conocer cual era el plan seguido por Tito Livio y el orden en el que narraba los acontecimientos.
Emperado Claudio, descubierto en Gabii (Pontano)
  entre 1792 y 1795
Fuentes       
        Se basó en Quinto Claudio Quadrigario, Valerio Antias, Antípatro, Polibio, Catón el Viejo y Posidonio. Por lo general se adhiere a una de las fuentes, que luego completa con las otras, lo que a veces hace que se encuentren duplicados, discrepancias cronológicas e incluso inexactitudes.
Curiosidades
        En esta Historia de Roma también encontramos la primera ucronía conocida: Tito Livio imaginando el mundo si Alejandro Magno hubiera iniciado sus conquistas hacia el oeste y no hacia el este de Grecia.
        El entusiasmo de Tito Livio por la República es evidente y sin embargo, la familia Julio-Claudia lo admiraba. Es célebre la relación que entabló Tito Livio con el emperador Augusto. Diversos autores han dicho que la historiografía de Livio legitimaba y daba sustento al poder imperial, lo que se demostraba en las lecturas públicas de su obra; sin embargo, pueden apreciarse —en la obra de Tito Livio— críticas hacia el imperio de Augusto que refutan tal condición de legitimidad. Al parecer el historiador y el gobernante —quien era su mecenas— eran muy amigos y eso permitió que la obra del primero se plasmara tal como éste lo decidiera.
Augusto de Prima Porta, estatua de César Augusto en elMuseo Chiaramonti de la Ciudad del Vaticano.
Trascendencia        Tito Livio se transformó pronto en un clásico; en la Edad de Plata cosechó los elogios de Lucio Anneo Séneca, Marco Fabio Quintiliano y Plinio el Joven; Silio Itálico lo usó como fuente para su Punica y en el siglo II, Floro resumió la obra de Livio en dos volúmenes. Apiano bebió de Livio en sus tratados Sobre Iberia y La guerra de Aníbal. Dion Casio y Amiano Marcelino lo imitaron. Luego su figura se difuminó un tanto a pesar de la admiración de Orosio y Casiodoro y volvió a resurgir en época carolingia gracias a Fridugio de Tours, Lupus de Ferrières y el obispo alemán Theatbert de Duurstede. Por otra parte, Thomas Becket copió un manuscrito de la tercera década durante su destierro en Francia (1164-1170) y se lo llevó a Canterbury.
"La Barca del Dante" del pintor francés Eugene Delacroix
        Sin embargo, la verdadera eclosión de su estudio se produjo con el Humanismo italiano. Dante Alighieri lo elogió en el canto XXVIII del Inferno («Livio che non erra») y a su elogio sucedieron los de Gian Francesco Poggio Bracciolini, Coluccio Salutati, Niccolò Niccoli y otros, que se lanzaron a buscar códices de su obra perdida. Destacó en esta labor Francesco Petrarca, el «verus Livi sospirator». Petrarca consiguió reunir en Italia, Avignon y París la primera, tercera y cuarta décadas salvo el libro trigésimo segundo y el final del cuadragésimo. Gracias a él a partir del siglo XIV se multiplicaron las copias por toda Europa. Los descubrimientos de tres libros más en 1517, 1533 y 1615 junto a lo hallado por Petrarca logran el milagro de reintegrar su obra a la vía principal de la cultura occidental, según Antonio Fontán, principal de los estudiosos de su obra en España.
        A partir de Petrarca su influjo se hace sentir en Maquiavelo ("Discorsi sopra la prima deca di Tito Livio"), en el Voltaire historiador, en Montesquieu ("Considérations sur les causes de la grandeur des Romains et de leur décadence"), en los revolucionarios franceses, en Walter Scott y en Thomas Babington (lord Macaulay), más en concreto en su obra Lays of Ancient Rome.
        En España cabe mencionar la enorme impronta que dejó en cronistas de Indias, especialmente entre los que las redactaron en latín: Pedro Mártir de Anglería y Juan Ginés de Sepúlveda. Su influjo directo se dio a través de las traducciones del canciller Pero López de Ayala (1401), la versión de fray Pedro de Vega (1520) y la de las Décadas del gran humanista protestante español Francisco de Enzinas, de 1531 pero impresa en ediciones de Estrasburgo (1552) y Colonia (1553).
Reproducción de la obra de Tito Livio
del año 1714 
        Francisco Navarro y Calvo publicó la suya en dos volúmenes en 1886 y 1889, reimpresos en Madrid en 1914 y 1917 y en Buenos Aires (1944). La Editorial Gredos ha realizado asimismo varias ediciones bilingües sueltas y por fin una completa en dos volúmenes de José Antonio Villar Vidal. También Alianza Editorial la ha publicado.
Fuente: Del sitio Wikipedia - Tito Livio 
https://es.wikipedia.org/wiki/Tito_Livio

Los manuscritos hallados 
La obra completa de Tito Livio
El profesor Di Martino-Fusco la encontró en el Castello Dell’Ovo
Diario El Sol de España – 10 de septiembre de 1924, página 2.

        " 'Il Giornale d’Italia', llegado ayer a Madrid, publica unos datos interesantes acerca del descubrimiento del profesor Di Martino-Fusco, y que reproducimos porque son muchas las personas interesadas en adquirir detalles de este descubrimiento para cerciorarse de si, en efecto, se trata de un hecho cierto o de una mixtificación, como ha temido y hecho temer la Prensa francesa. 
        Según el citado diario, el padre Bellucci, del Oratorio de Nápoles ha afirmado que el profesor Di Martino ha descubierto los códices de la Historia de Tito Livio en la biblioteca de un convento instalado en el Castello dell’Ovo
        Dicho padre Bellucci era la única persona que, por el propio Di Martino, conocía el descubrimiento, pero se calló celosamente el lugar y las circunstancias que rodeaban el hallazgo. El profesor Di Martino no había revelado a nadie el sitio donde tuvo la fortuna de encontrar los códices preciados, para que nadie le quitase la palma de ser él la única persona que pudiera trabajar en ellos.    Al representante que le envió el Gobierno, con objeto de informarse de si era cierto el descubrimiento, no le dijo más, sino que había llegado en su paciente labor de transcripción al libro 17° de la segunda Década
        En la actualidad no es posible entrevistarse con el sabio paleógrafo, pues, descubierto en su retiro de Capri, ha ido a encerrarse en una casa de campo de su propiedad, en la falda del Vesubio, donde seguramente nadie irá a turbarle en su trabajo.
        Puede imaginarse la emoción que recibiría el profesor Di Martino cuando, al hacer el inventario de la biblioteca se encontrase con la obra: “Titi Livi Ab urbe condita libri CXLII”.
        Naturalmente, toda su alma y todo su fervor de hombre de estudios se conmovieron ante aquellos volúmenes descoloridos, corroídos en parte por la humedad y que se le venían a las manos de una manera tan natural después de tantos años dedicados inútilmente a buscarlos.
        El profesor Di Martino tiene todo el derecho a estudiar en silencio y a trabajar en su  descubrimiento; pero también es lícito esperar y pretender que diga o dé, para aquellas personas a quienes les interesa y para su Gobierno, una prueba o una palabra que confirme la exactitud de las afirmaciones de otras personas. En efecto, la versión dada de que el afortunado descubrimiento se ha realizado en el castillo dell’Ovo es perfectamente atendible, puesto que dicho castillo fue propiedad de Lúculo y la leyenda medieval dice que allí vivió Virgilio, quien escondió en el castillo un huevo, del que debía nacer el paladín de la ciudad; huevo que dio al castillo el nombre que tiene actualmente.
        Después de haberlo habitado Lúculo, Atanassio fundó en él un convento, que tomó el nombre del Salvador y que tenía una biblioteca rica en códices, que los monjes transcribían paciente del griego al latín. 
        El mismo periódico italiano dice que para dar al lector una idea del tamaño de la obra basta pensar que, cuando toda ella está publicada, ocupará cerca de veintiséis volúmenes en 16, a los que habrá que añadir uno más para los índices: una pequeña biblioteca, que será una enciclopedia del mundo romano y de los países mediterráneos de la antigüedad, puesto que los “Annali”, como llamó Tito Livio a su obra, comprender ocho siglos de historia.
        Alrededor de este descubrimiento se ha agrupado la curiosidad de todo el mundo, y no faltan las discusiones apasionadas, sobre todo en el extranjero, donde se pregunta: “Si el descubrimiento es cierto, ¿a qué tanto misterio?”. 
Fuente: Del sitio Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional de España.
http://hemerotecadigital.bne.es/issue.vm?id=0000295397&page=2&search=jessop&lang=es

La imagen de portada con el retrato de Tito Livio y la reproducción de la portada del libro pertenecen al sitio Wikipedia.
La obra pictórica sobre el paso del Dante (Dante Alighieri) por el Infierno pertenece al pintor francés Eugene Delacroix.
https://es.wikipedia.org/wiki/Infierno_(Divina_comedia)#/media/File:La_Barque_de_Dante_(Delacroix_3820).jpg
La estatua del Emperador Augusto pertenece al sitio Wikipedia/Augusto. "Nombre secular: Gaius Octavius Turinus; Gaius Iulius Caesar Octavianus; Imperator Caesar, Divi filius, Augustus".
https://es.wikipedia.org/wiki/Augusto
La estatua del Emperador Claudio pertenece al sitio Wikipedia/Claudio. "Nombre secular: Tiberio Claudio César Augusto Germánico. Nombre de nacimiento: Tiberio Claudio Druso Nerón"
https://es.wikipedia.org/wiki/Claudio#/media/File:Claudius_Gabies_Louvre_Ma1231.jpg

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