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Loquenoesyes, una vez más la pregunta por el ser

Pocos ven lo que somos,
pero todos ven lo que aparentamos.
Nicolás Maquiavelo 
(cita del libro “Loquenoesyes” de 
Luis García Orihuela)
        Recibimos un nuevo libro de poemas de nuestro amigo valenciano y poeta, Luis García Orihuela, que continúa el que ya comentamos, “Loqueesynoes”.  Y que se complementa con este poemario nuevo, que se titula “Loquenoesyes”, y desde ya decimos a nuestros lectores que no pueden dejar de leerlo. Tenemos el orgullo de decir que nuestro humilde comentario fue elegido por el autor para el Prólogo de este hermoso libro de poemas. ¡Agradecemos esta distinción, y anunciamos que pronto habrá nuevos poemarios de Orihuela que nos visitarán!
        Felicitamos también al editor de esta Edición Bilingüe con la traducción al francés de Ana María Márquez, y que tiene una hermosa tapa en donde el cuerpo de una mujer se refleja con melancolía en un espejo donde quizá se esté buscando. Donde busca lo que es y lo que no es, preguntándose una vez más la famosa "pregunta por el ser". Qué somos, la búsqueda eterna, y que quizá no lo sepamos nunca. Sólo la poesía nos puede acercar a la respuesta, o a alguna de ellas.
        Transcribimos aquí el comentario que se transformó en Prólogo:
     
        "Me toca hoy comentar el nuevo libro del poeta, tan querido para mí, Luis García Orihuela, “Loquenoesyes”. Parece que fue ayer cuando comenté “Loqueesynoes”, pero el tiempo pasa muy rápido. Y como todas las cosas se equilibran, se complementan, se ensamblan, así les sucede a estos dos libros.
        Y si bien, como los hermanos, se parecen, ya que son hijos del mismo padre, ahondando un poquito tienen también sus similitudes y sus diferencias. En cuanto a las primeras, se asemejan por su escritura limpia y clara, su exactitud en la forma de reflejar sentimientos, afectos, dolores. ¡Qué difícil es para el poeta contarle al mundo qué es lo que siente! Pues, Orihuela salta esta valla con maestría.
        Prolijamente va forjando el poema con las palabras, y de esta manera, “es” y “no es” se van sumando, se van cambiando, van girando como los colores de un caleidoscopio que sostiene una mano firme. Sólo es cuestión de asomarse a ver qué hay en esta vida llena de colores, desde el blanco de la pureza, hasta el negro de la muerte, y más allá también. En el medio, matices. Muchos.
        Me preguntarán ahora en qué se diferencian. Pues bien, digo yo que aquí hay muchas más cosas que “son” y “no son”. Si en el libro anterior había poemas que son fruto del presente, es decir, con mucha sensación del presente que se vive, ahora incorporamos una cuarta dimensión: el tiempo. En “Loquenoesyes” lo que se agrega es el tiempo.
        Tiempo que va transcurriendo de muchas maneras.
        Las estrofas parecen crecer hacia arriba, hacia la luz. Pero para eso necesitan tiempo. Pues bien, aquí hay tiempo cargado de matices, de motivos, de valores personales. Los poemas marcan el tiempo que va desde la ola que llega a la orilla, hasta que se retira dulcemente. Entre la presencia de aquella a la que se ama, y su ausencia, un largo tiempo. El paso de los años, un lento y a veces doloroso tiempo. El amor a la patria y a la españolísima tierra, un tiempo que será fructífero cuando la semilla germine. Entre el estar enamorado y el amor, un tiempo que siempre se espera que sea corto. El tiempo de buscar razones para vivir. El tiempo vivido junto a un pequeño amigo que se fue. El tiempo que desespera buscando justicia para Koría, y que parece no pasar. Y que parece no llegar. El tiempo en que se mueve el Planeta que habitamos. El tiempo futuro de los sueños, de las esperanzas. De las motivaciones que nos mueven, que nos llevan hacia ese punto central (como en la perspectiva de los cuadros) que son nuestros objetivos de vida. Las razones por las que vivir.
        Ah, el Tiempo, que todo lo cambia, que todo lo consume. Que no deja nada en su lugar. Las plantas crecen hacia el Sol, y el sol, que también tiene sus tiempos, debe esperar la partida del carro de Helios, y luego, surcar el cielo hasta llegar al horizonte. Todo un día de tiempo vivido, toda una larga noche de espera hasta el amanecer.
        Bienvenida la cuarta dimensión, rodeada de sentimientos, de afectos, de dolores, de melancolía (otra forma de contar el tiempo que pasó), de esperanzas y de sueños. De imaginar “que no estás” y alegrarse de que sí estés. De que compartas conmigo este tiempo.
        Excelente libro que tiene la cadencia lenta de los tiempos verdaderos del alma, tan opuesto a los “tiempos locos” (o “Modernos”, como diría Chaplin) que nos aturden y nos hacen “perder el tiempo” o “matarlo”, o tratar de apresurarlo.
        “Loquenoesyes” va con nosotros, con nuestros tiempos internos, está rodeado de valores y de cosas por sentir. “Lo que no es” es, ahora, atropellar los tiempos, ir demasiado deprisa. Tanto, que no nos permite disfrutar “Lo que es”: cadencia, tiempos de crecimiento, tiempos del corazón.
        En este libro, Orihuela ha crecido mucho. Bien por él, que se derrama en estas páginas. ¡Llega tanto al corazón!
        Su tiempo dará flores, y también frutos.
        Merecida cosecha."
        Adriana Sylvia Narvaja.
"Prometeo trae el fuego" de Friedrich Füger 
El fuego de los dioses

Distraído andaba Zeus
en amontonar las nubes a su gusto
y ocultar la vida a los hombres,
escondiendo el vigoroso fuego
del alcance de sus manos 
que no las del astuto Prometeo.

Ahí quedaba el fuego de vida
en lo más alto del Olimpo,
a buen recaudo en el carro de Helios,
el que ve todo,
el llamado Titán por Homero,
el hermoso dios coronado
con la brillantez de una aureola de sol.

Como cada día, Eos,
la del azafranado velo
y los brazos dorados
que trae la luz a los dioses
y a los mortales,
sale de su hogar
al borde del océano
para anunciar a su hermano Helios,
el sol.

Abre las puertas del infierno
con sus sonrosados dedos
para darle salida 
en su eterno recorrido.

Gozoso recorre el cielo
hasta el Océano
que circunda la tierra,
para luego regresar
a la noche por el Este,
tirado por los corceles de Píndaro
o los toros solares de Homero.

Por el horizonte van al trote
Flegonte, Aetón, Pirois y Éoo,
los cuatro lanzando al cielo
sus ardientes y resplandecientes llamaradas
mientras Selene les sonríe
y lanza un guiño a su paso.

Ahí va, el sagaz hijo de Japeto,
alegre de haber robado el fuego
al hijo de Crono, Sol Invictus,
y dado a los hombres
presentes y venideros.

Trabaja ahora con sus manos
el maestro Hefesto
la venganza en forma de mujer.
Zeus le pidió moldease de la arcilla
el seductor cuerpo de Pandora.
"Pandora" de Chauncey Bradley Ives 

Ya de un soplo le ha infundido vida,
mas Prometeo no ha querido saber nada
y a la casa del casadero Epimeteo, “el que no 
escucha”
ha llegado el regalo de los dioses
fuente de todos los males para los hombres.

Ahí surca veloz los estrellados cielos
como cada noche
la hija de Tifón y Equidna,
águila presta a devorar
con su apetito insaciable
el hígado inmortal de Prometeo,
para que a éste
le vuelva a crecer cada día.

De Heracles líbrate 
de su arco tan certero
que de camino
al jardín de las Hespérides
su flecha cargada de muerte
en tu busca el cielo hendirá.

¡Ay, Prometeo qué hiciste
que a los hombres 
fuego diste
y de esperanzas
les impregnaste! 
Luis García Orihuela
Biografía
        Luis García Orihuela (Valencia, España, 1959). Persona inquieta y polifacética ya desde la infancia, no tarda en interesarse por el arte y la literatura en toda su multitud de manifestaciones, el mundo de la intriga y el misterio, así como la poesía.
        Matriculado en la escuela de Artes y Oficios de Valencia en el emblemático e histórico barrio del Carmen, cursa durante cuatro años la especialidad de dibujo publicitario. Realiza series infantiles de animación para TV, elaborando el modelado de personajes en plastilina, la animación de los protagonistas y sus primeros storyboards para la productora valenciana “Tirannosaurus Producciones” de Enrique Cuéllar (Premios Tirant de Valencia). Tras unos años ejerciendo oficios diversos y algún otro año diseñando y realizando fallas infantiles, carteles publicitarios, spots, cómic, tiras humorísticas, portadas, pasando a crear y dirigir la Revista Literaria “QMC Magazine”, colabora con programas y espacios propios en distintas radios, Radio Guiniguada, Encuéntrame en las Ondas, con Tusitala y Lokos por el Mundo (Canarias), Radio Piano Bar con Leyendas, Lndradio.com, con el programa de misterio “La Caverna de Lusiana”.
        Luis García Orihuela es autor de “Sueños Insolubles”, “El Ejército de las Palabras”“Libro de Arena y Mar” (EEUU) y los poemarios bilingües “Enhebrando tardes de invierno” y “Loquesynoes”, que hemos comentado recientemente en nuestra Sección "Libros para Recomendar".  Se suman "Loquenoesyes", que tratamos aquí, y "Café y copa en el Quesada" y "Así lo siento", estos dos últimos que hemos recibido y comentaremos en una nota próxima.
        Desde ya, mil gracias y el mejor deseo de éxito para este gran poeta y amigo.

Biografía de Friedrich Füger
Heinrich Friedrich Füger (nacido el 8 de diciembre de 1751HeilbronnWürttemberg - 5 de noviembre de 1818Viena) fue un pintor de género histórico.
Fue alumno de Nicolas Guibal en la Academia de Bellas Artes, en Stuttgart y de Adam Friedrich Oeser en Leipzig. Después viajó y pasó algún tiempo en Roma y Nápoles, donde pintó frescos en el Palazzo Caserta. A su regreso a Viena fue nombrado pintor de la corte, profesor y subdirector de la Academia, y en 1806 director de la Galería Belvedere.
Pintó al estilo clásico de David y Mengs y tenía cierta inclinación por la teatralidad. Fue director de la Academia de Viena cuando surgió la Hermandad de San Lucas.
Fuente: Del sitio Wikipedia - Heinrich Friedrich Füger.
https://es.wikipedia.org/wiki/Heinrich_Friedrich_F%C3%BCger

La foto de portada y la del autor pertenecen a su muro de facebook:
https://www.facebook.com/miguelcastro.tecama?fref=ufi
La imagen de Prometeo pertenece al artista Heinrich Friedrich Füger  y se titula "Prometeo trae el fuego". Compartido por el sitio Ancient Origins de España.
https://www.ancient-origins.es/noticias-general-mitos-leyendas/crimen-castigo-condenas-eternas-impuestas-por-los-antiguos-dioses-griegos-002920

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