García Uriburu: En defense de la nature

El pasado 25 de junio de 2018, el sitio digital de arte con sede en la red social Facebook, denominado "Art Democracy" compartió con sus seguidores una nota sobre la obra de Nicolás García Uriburu, el gran artista plástico argentino, que se titula "Uriburu, en défense de la Nature" ("Uriburu, en defensa de la Naturaleza") y que fuera publicada en la Revista "Select" del Banco Santander. Art Democracy reproduce la nota completa, con motivo de la inauguración en esa semana de junio de la muestra "Venecia en clave verde: Nicolás García Uriburu y la coloración del Gran Canal" en el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires. Dice así:

Buenos Aires / Coincidente con la inauguración este viernes de la muestra "Venecia en clave verde: Nicolas Garcia Uriburu y la coloración del Gran Canal" en el Museo Nacional de Bellas Artes, la revista Select (Banco Santander) publica en la Argentina una nota de nuestro editor en Buenos Aires, sobre la búsqueda del excepcional Uriburu. Aquí reproducimos el texto completo de la nota, en una semana que Art Democracy le dedicará por entero a su obra:

"URIBURU: EN DEFENSE DE LA NATURE
por Guillermo Gonzalez Taboada, editor de Art Democracy en Buenos Aires y director de la feria privada APARTE Moderna y Contemporánea.

        Nicolás García Uriburu produjo lo mejor de su obra fuera de la Argentina y particularmente en París, donde sus intervenciones y su pintura alertando sobre el avance del hombre sobre la naturaleza, fueron rápidamente comprendidas. Este año, el Museo Nacional de Bellas Artes homenajea con una retrospectiva al argentino que vio y tomó partido antes que muchos, sobre lo que luego se convertiría en una causa global.

 "Hidrocromía Intercontinental", Gran Canal, Venecia, 1970.

SEPTIEMBRE de 1968. Apenas unos meses atrás, Nicolás García Uriburu, el hijo de una familia tradicional de Buenos Aires, artista joven y desconocido en Europa, había teñido las aguas del Gran Canal de Venecia con una sustancia verde para llamar la atención del mundo y hacer una denuncia.

        La intervención revolucionó la famosa Bienal de aquel año y provocó un gran revuelo en medios europeos. El arte, en esa extraordinaria caja de resonancia internacional que es La Biennale, se ocupaba de forma inesperada e impactante de lo que el hombre le estaba provocando a la naturaleza. Y encendía una alarma. Un diario italiano calificó la acción como "un invito alla speranza" (una invitación a la esperanza).
        Mientras tanto en la Argentina, las revistas más importantes que por aquella época formaban opinión y vendían más de 300.000 ejemplares a la semana, lo interpretaron superficialmente.
        La "todopoderosa" revista Gente calificó la intervención en Venecia como un "chiste verde".
        Extra, un semanario que también tenía su influencia, entrevistó al joven Uriburu en paralelo a Marta Minujin bajo el sugerente título: "Reportaje a las Extravagancias".
        Fue en ese reportaje que Nicolás definió con claridad cuál era su pensamiento: "El arte siempre ha sido una revolución. Las revoluciones pasadas están colgadas en las paredes de los museos. El arte actual está experimentando, desarrollándose, creciendo".
        Y desde ese mágico año de 1968, el del Mayo Francés, el del crecimiento del Flower Power y el de tanta agitación cultural, social y política alrededor del mundo, Nicolás García Uriburu hizo su propia revolución: la Revolución Verde, la que denunció con talento y glamour el enfrentamiento creciente entre Naturaleza y Civilización.
        Faltarían aún tres años para que -en 1971- unos activistas canadienses fundaran Greenpeace y la protesta por el avance desmesurado del hombre sobre el medio ambiente comenzara a tomar estado público en otra escala.
        Para entonces Uriburu seguía librando su propia batalla, desde el arte y en defensa de la naturaleza.
        La serie de Nueva York, la de las jirafas frente a los edificios Chrysler y Pan Am, la de los delfines saltando delante de los rascacielos, la de ese espléndido "Guggenheim verde", la de los puños igualmente verdes que se alzaban en Manhattan, alertaba de manera sutil y a la vez glamorosa, el problema del avance desmedido del hombre sobre el hábitat natural.

 "Delfines sobre New York", 1969.

        Uriburu, así a secas, estaba construyendo su nombre y su lugar en el mundo del arte y ya había superado la imagen de "chico bien" que había partido a París con su mujer, la espléndida Blanca Isabel Alvarez de Toledo, por cierto una de las modelos favoritas de Pierre Cardin.
        De todas maneras, la búsqueda artística de Nicolás en relación al tema de la naturaleza era valorada hasta cierto punto y muchos estaban detenidos en su colorida y espectacular estética de los 60´, que se aproximaba al pop. Las Tres Gracias, la serie de La Pompadour y otras favoritas, los gatos entre las flores, llamaban especialmente la atención, contribuyendo a que algún personaje del establishment del arte en la Argentina lo criticara en voz baja por considerar su pintura "un tanto decorativa".
        Ajeno a las críticas de "pueblo chico", Nicolás seguía con sus intervenciones por el mundo decididamente volcado a denunciar la contaminación de las aguas y la destrucción de las reservas naturales del planeta. Los puertos de Amberes y Niza. La fuente de Trafalgar Square. El Sena en Paris y el East River en Nueva York. El Riachuelo y el Río de la Plata. Esas y otras locaciones emblemáticas fueron la "tela" en la que Nicolás dejó su huella y testimonió a través de fotografias intervenidas, que años después serian codiciadas por el coleccionismo internacional.
        El célebre crítico francés Pierre Restany, que conoció a Nicolás en el Instituto Di Tella en 1964 y se convirtió en un testigo extraordinario y permanente de su obra, definió con acierto que Uriburu decidió "pintar el mundo sobre el mundo mismo".

 Registro de la coloración del Riachuelo, junto a Greenpeace (2010).

MARZO de 2010. Se celebra el Día Internacional del Agua y Nicolás García Uriburu, acompañado por Greenpeace, tiñe con su "verde denuncia" las aguas del Riachuelo, para reclamar de esta forma por el saneamiento definitivo de la cuenca. Utopía del Bicentenario (1810-2010) 200 años de Contaminación, como llamó García Uriburu a esta acción, se sumaba así a su larga lista de intervenciones artísticas, en el marco de su compromiso personal con el cuidado del medio ambiente y en particular con la causa de ese río, uno de los más contaminados del mundo.

ABRIL de 2017. Venecia. A cincuenta años de aquella intervención original, que sin duda es uno de los hitos más importantes en la historia del land-art , la Dirección de la 57a Biennale decide recordarla y dar testimonio de sus detalles, como una parte significativa de su propia historia.

        Un día de Junio de 2016, a los 78 años, Nicolás muere en la ciudad en la que nació su vocación por la estética y el arte. Arquitecto egresado de la Facultad de Arquitectura de Buenos Aires, estudioso de las expresiones artísticas de los pueblos originarios de América Latina, miembro de la Academia Nacional de Bellas Artes y plástico exquisito, Uriburu será recordado -más allá de esas referencias casi obvias- como un vanguardista, militante genuino y sin parangón de la causa de naturaleza.
        Y seguramente se sentiría satisfecho que así sea.

 Los artistas plásticos Marta Minujín y Nicolás García Uriburu en el año 2011 (Wikipedia) 

En primera persona        "Conocí a Nicolás García Uriburu en 1983. La ecología, la preocupación por el medio ambiente, las causas de distinto tipo en defensa de la naturaleza, proliferaban por el mundo y atraían en particular a la gente joven. Argentina no era la excepción y con mi recién iniciada agencia de publicidad decidimos proponerle a una marca de ropa francesa que se lanzaba en Buenos Aires "cederle sus espacios publicitarios a la naturaleza", vinculando la marca a la causa. Le presentamos los bocetos a los directores con una serie de imágenes de Uriburu y la empresa quedó encantada. Fuimos entonces a ver a Nicolás a su estudio y le propusimos usar la imagen de esas obras que nos fascinaban. A pesar de que se trataba de una renombrada marca internacional y el cachet era importante, Nicolás declinó amablemente la propuesta, diciéndonos que prefería mantener su arte dentro del ámbito del arte. Entendí su compromiso aunque lamenté no haberlo convencido, ya que era una excelente oportunidad para que mas gente se viera motivada por su búsqueda. La campaña "En defense de la nature" fue publicada con otras imágenes, ganó un premio en Nueva York y tuvo reconocimiento en Francia. Recién veintitantos años después, una tarde de verano en Punta del Este, junto a algunos coleccionistas, volví a ver a Nicolás cuando nos invitó a visitar su chacra de Laguna del Sauce. Allí, mientras nos mostraba una serie de nuevos trabajos, le recordé la anécdota de aquel joven publicitario que lo había visitado con la intención de asociar su obra a una campaña. Sonriendo me dijo "debí haber aceptado, hubiera logrado mayor difusión para lo que ha sido mi pasión, vincular el arte con la naturaleza y alertar sobre el deterioro que le estamos provocando al medio ambiente". Sin embargo, su visión ya había ejercido su influencia. No fueron pocos los que como nosotros en esos años ochenta, aunque lejanos al mundo del arte, entendimos y valoramos su mensaje."

Guillermo González Taboada

Fuente: Del sito "Art Democracy" de Facebook.
https://www.facebook.com/artdemocracy/?hc_ref=ARQdcbyw-GKvg4vSVBTQBD_xZzBfeAFDlGzRPhuB6bpB5zZYxBg-4Hx2z_8h3mfuJQU&fref=nf&__xts__[0]=68.AI%4095560cbbf5994e2a1f842097fecff4c3&__tn__=kC-R&ft[tn]=kC-R-R&ft[qid]=6571102133616141120&ft[mf_story_key]=7103024825053712082&ft[is_sponsored]=1&ft[ei]=AI%4095560cbbf5994e2a1f842097fecff4c3&ft[top_level_post_id]=10155589156502157&ft[page_id]=300919407156&ft[src]=10&ft[page_insights][300919407156][role]=1&ft[page_insights][300919407156][page_id]=300919407156&ft[page_insights][300919407156][post_context][story_fbid]=10155589156502157&ft[page_insights][300919407156][post_context][publish_time]=1529899839&ft[page_insights][300919407156][post_context][story_name]=EntStatusCreationStory&ft[page_insights][300919407156][post_context][object_fbtype]=266&ft[page_insights][300919407156][actor_id]=300919407156&ft[page_insights][300919407156][psn]=EntStatusCreationStory&ft[page_insights][300919407156][sl]=5&ft[page_insights][300919407156][dm][isShare]=0&ft[page_insights][300919407156][dm][originalPostOwnerID]=0&ft[page_insights][300919407156][targets][0][page_id]=300919407156&ft[page_insights][300919407156][targets][0][actor_id]=300919407156&ft[page_insights][300919407156][targets][0][role]=1&ft[page_insights][300919407156][targets][0][post_id]=10155589156502157&ft[page_insights][300919407156][targets][0][share_id]=0&ft[fbfeed_location]=1&ft[insertion_position]=60&ft[ordinal_position]=68%3A2&__md__=1

Biografía de Nicolás García Uriburu 

Nicolás García Uriburu (Buenos Aires, 24 de diciembre de 1937 – Ib., 19 de junio de 2016)1​2​ fue un artista plástico, pintor y arquitecto argentino.​
Sus primeras obras consistieron en paisajes semiabstractos de carácter informalista. Luego se aproximó a la estética Pop. Egresado de la Universidad de Buenos Aires, se estableció en París con su esposa, la modelo Blanca Isabel Álvarez de Toledo, madre de su única hija, Azul.
A partir de 1968 comenzó a desarrollar una serie de intervenciones en la naturaleza, convirtiéndose en uno de los principales referentes del land art. Su pintura tomó la misma dirección que sus acciones. Alcanzó fama internacional en 1968 cuando, durante la Bienal de Venecia, tiñó los canales de Venecia de color verde fosforescente. Comenzó a exponer en 1954. Se ha dedicado especialmente a la ecología, a la forestación y a la lucha contra la contaminación de los mares. Con su arte, provisto de cierta significación política (Unión de Latinoamérica por los ríos, No a las fronteras políticas), denuncia los antagonismos entre la naturaleza y la civilización, y entre el hombre y la civilización.
En 1981, junto al artista alemán Joseph Beuys, colorea el Rin y planta 7.000 robles durante la Documenta 7 de Kassel. En 1982 planta 50.000 árboles en las calles de Buenos Aires, acción que repetirá en varias ocasiones. En los años 80 pinta los mitos porteños: Eva Perón, Carlos Gardel y la Virgen de Luján. En 1993 presenta Utopía del Sur, una exposición individual, en la galería Ruth Benzacar de Buenos Aires.

“Utopía del Sur”, 1993

Uriburu desarrolla, paralelamente a su carrera artística, una importante labor social.​ Se destaca en la defensa del medio ambiente mediante acciones como las múltiples plantaciones de árboles, tanto aquí como en Europa. Uriburu fue miembro fundador del Grupo Bosque, con el cual intervino en las campañas de reforestación de Maldonado, Uruguay, y ha participado en acciones conjuntas con la organización Greenpeace.
En Buenos Aires, presidió la Fundación que lleva su nombre, dedicada al estudio del arte de los pueblos originarios de América. Fue curador vitalicio del museo que lleva su nombre en la ciudad de Maldonado, Uruguay, en donde se exhibe la Colección de Pintura y Escultura Nacional, que el artista ha donado al estado uruguayo.
Fue nombrado miembro de número de la Academia Nacional de Bellas Artes.
Falleció en Buenos Aires el 19 de junio de 2016.
Fuente: Del sitio Wikipedia - Nicolás García Uriburu
https://es.wikipedia.org/wiki/Nicol%C3%A1s_Garc%C3%ADa_Uriburu

La imagen de portada pertenece al sitio Art Democracy, y es parte de su publicación en Facebook.
La foto de Nicolás García Uriburu  y las de las obras de este genial artista plástico pertenecen al sitio "La Izquierda Diario"
https://www.laizquierdadiario.com/Nicolas-Garcia-Uriburu-precursor-del-Land-Art