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Cultivar el afecto y buscar nuestro origen en una familia no tradicional

Los adolescentes podrán sentirse identificados con Cecilia, el personaje que escribe las páginas de su Diario en “El jamón del sánguche”, el libro de Graciela Bialet. En él, la joven busca conocer su origen mientras intenta componer el rompecabezas de una familia no tradicional que mantiene en sus tradiciones la del afecto y el cariño familiar. Hermosa parábola de la vida en el mundo actual, donde aún sigue creciendo (y se busca defender)  el amor y la verdad.
Cecilia va a cumplir 15 años, y recibe un Diario como uno de los tantos regalos con los que será agasajada. Y éste será el comienzo de un largo viaje que durará un año, donde conocerá el valor de la amistad, del afecto familiar, de la llegada de un hermano, y de la fuente poderosa del amor en la unión familiar, que puede darse en una familia no tradicional. Aunque ella se sienta, como dice en varias oportunidades, como “el jamón del sánguche”. Es decir, en el medio.
Pero “el medio” es un lugar que puede ser muchos lugares, un lugar que puede ser bueno o malo, activo o pasivo. Si es pasivo, alguien puede sentirse invadido, desestructurado, descosido. Los hermanastros de Cecilia invaden su vida, tocan sus cosas, imponen una presencia no deseada. Las respectivas parejas de sus padres, que están separados y en peleas continuas, complican la existencia junto con las dos casas en las que Cecilia habita. Diferentes familias, diferentes costumbres, que la obligan a tomar un de los dos caminos: cerrarse cada vez más al afecto, o abrirse con flexibilidad, y aprovechar todo el amor y el cariño que la vida le da.
Amén de buscar sus orígenes, lo que no será fácil. Siendo una de los tantos hijos que su madre tiene y “encarga a la Virgen que los cuide" (ya que ella es muy creyente, y por eso los abandona), Cecilia sabe que tiene varios hermanos, y se encargará de buscarlos. El mayor, Juan Carlos, no ha tenido una buena vida. Los demás han seguido caminos distintos, con costumbres y lugares también distintos. Y ése es el principal mérito del libro, su variedad, la diversidad de vidas que plantea. En “El jamón del sánguche” nadie es mejor que nadie, simplemente, todas son vidas diferentes. Lo que sí depende de uno es la elección de cómo queremos jugar esas cartas que la vida puso en nuestras manos. Y si se pude, jugarlas bien.
Cecilia, quien cuando nació recibió el nombre de Ángeles, se transformará en uno de ellos, creciendo interiormente para aceptarlos  a todos, y ampliar su corazón hacia el amor y el cariño. Transformará su lugar de “estar en el medio en forma pasiva” a estarlo “en forma activa”.  Hay una variedad de vidas y de personajes amplia, que nos permite visualizar la vida de sus antecesores, la propia, la de sus primos, la de sus hermanastros, para culminar en la del pequeño Mateo, su hermano recién nacido. Se suma la vida de su amiga Marianella, con su vida difícil,  y otras amigas y amigos, que harán comentarios diversos y no siempre felices. Como un gran panóptico, “El jamón del sánguche” nos mostrará una vida moderna, pero fuertemente cimentada en el cariño hacia la familia y hacia los abuelos y bisabuelos. Es decir, mantendrá una fuerte raíz, para que en ella, en Cecilia, ese árbol dé frondosas ramas el día de mañana. Y frutos, frutos de cariño, en toda su familia.
Ya no será entonces la que está en el medio recibiendo los problemas, las culpas, los reproches. Muy por el contrario, será la que "está en el medio" como mujer valiosa y llena de cariño, para ella y los demás.
Fácil de leer, imposible de dejar hasta el final, el libro de Graciela Bialet nos llama a la reflexión y nos conmueve por el firme alegato hacia la verdad y hacia la defensa de la familia, tradicional o no tanto, no importa. Tal vez, la mejor parte, además de la amenidad y la forma risueña del lenguaje de Cecilia, sea el haber citado el poema que resume el fondo profundo de toda la historia, y cuya autora es Glauce Baldovin, y que se llama “El silencio”:
El silencio es la violencia. Pero más violencia es
mezclar las palabras
confundirlas
trastocarlas
para que el silencio se vuelva error
y creamos que la paloma se transformará en dragón
y que aquel que se alimentó con nuestra sangre es
el cordero. 
(Glauce Baldovin, “Libro del amor”, Editorial Argos, Córdoba, 1993).
Los padres de Cecilia, con defectos como todos los padres, son defensores de apoyarla a ella y a la verdad. Luchan, como todos los padres de hoy, con sus vidas y con la felicidad que intentan buscar, aún después de haber fracasado en sus matrimonios. Pero no se dejan vencer por las dificultades. Hermosa lección para esta niña que cumple 15 años y está a las puertas de convertirse en una gran mujer, que se enamora y que tiene la claridad necesaria para decir, casi sobre el final:
“Ahora sé que, en la paleta de diferentes vidas que es mi vida, esto es lo que tengo. Podría echarme al suelo a llorar mi desgracia al descubrir sólo recortes de fotos borrosas, o puedo agradecer que están ahí para armar por fin mi álbum, mis verdaderas imágenes, mis colores, el libro maravilloso de mis recuerdos, y también el de mi presente”. Y sobre el final, reconocerá: “Sí, soy Cecilia Ángeles Zucarías Ciatto, con todas estas letras. Con todos sus colores. Con toditos sus aromas y palabras”.
Y sin silencio. Sin silencio.
Palabras de la autora en youtube, con recomendaciones para hacer más lectores a los niños:
http://www.youtube.com/watch?v=pVHhAEyxwbI
Biografía de Graciela Bialet, en sus propias palabras
Nací y vivo en Córdoba. De niña no quería ser una princesa. Me parecía que las coronas eran muy pesadas y los vestidos demasiado grandes para andar corriendo. Un hada sí, un hada quería ser. Con mi lápiz hacía un pase mágico e inventaba una historia, dejando espacio para las ilustraciones. Pegaba las hojas, les agregaba tapas, un título y ¡ya!... a leer. Los coleccionaba junto a otros, en una caja biblioteca que guardaba debajo de mi cama. Creo que así me convertí en escritora de grande. Ahora mis cuentos "El que nada no se ahoga", "Caracoleando", "Un cuento GRRR" y varios más están en las bibliotecas o bajo la cama de muchos chicos. Cursé y completé estudios de: Profesora de Enseñanza Primaria (Centro Educacional de Córdoba), Comunicación Social (Universidad Nacional de Córdoba, Argentina) y Licenciatura en Educación (Universidad Nacional de Quilmes, Argentina) y Máster en Promoción de la Lectura y  literatura infantil (CEPLI, Universidad de Castilla La Mancha, Cuenca, España). Actualmente integro el Comité Académico de la Maestría en Literatura para Niños, dependiente de la Escuela de Posgrado de la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario.
Fuente de la biografía y foto de tapa- Del sitio Temátika.com
http://www.tematika.com/libros/infantil_y_juvenil--18/novela--11/el_jamon_del_sanguche--470043.htm
Foto de Graciela Bialet, de su blog personal – Graciela Bialet, página oficial.
http://www.gracielabialet.com/Graciela_Bialet/Pagina_Principal_de_Graciela_Bialet/Pagina_Principal_de_Graciela_Bialet.html
Dibujos de historietas de Quino, Joaquín Lavado -
http://www.quino.com.ar/
Dibujo y mensaje de Gabi Rubi, al que felicitamos y mandamos un enorme agradecimiento por sus dibujos y su trabajo excelente, especialmente por su amor por el gran Luis Alberto Spinetta, a quien admiramos tanto y compartimos con Gabi.
https://www.facebook.com/gabirubi
Dibujo de las jóvenes - Del sitio de Charis Tsevis.
http://www.tsevis.com/

1 comentario:

  1. eN LO POCO QUE LEI, VEO QUE ES UN TEMA MUY IMPORTANTE DE LA FAMILIA EL VERDADERO AMOR SIN AMOR NO SE HACE NADA , ES EL VALOR FUNDAMENTAL PARA EL MATRIMONIO

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