Los que siguen a “Algo Especial Protagonista del Presente” saben que es un programa amigo de hacerse preguntas. Y en este caso, la pregunta se impone por sí misma, ¿qué es ser rico y qué es ser pobre? Cuando la marca o el índice en este tema siempre es el dinero, nosotros podríamos decir que, muy por el contrario, el índice de riqueza es la felicidad.
En Cozumel, México, hay un hombre que se llama Anastasio May, pero todos lo conocen como “El Gabacho”. De sus 49 años (cumplidos en 2010, cuando esta historia se dio a conocer, así que calculen algunos más), 20 los vivió en el basurero municipal de la ciudad, “en un cuartito de cartón rodeado de montones de basura, con mal olor , cientos de buitres negros y millones de moscas”, como cuenta la nota difundida por el sitio Educación contra el Maltrato Animal, dedicado a generar conciencia sobre este tema.
“Él y otros dos hombres llegaron allí hace dos décadas contratado por una empresa privada para separar el metal y otros materiales reciclables” comenta la nota. “El trabajo no duró mucho tiempo, pero se quedó allí, abandonado por esa empresa”. El primer abandonado de esta historia, aunque lamentablemente no el último. “El Gabacho” y los otros hombres, según la información, “se han ganado la vida desde la recolección y venta de residuos de aluminio y otros metales”. Como compañero anda siempre cerca el alcohol barato, la suciedad y las moscas.
Desde el basural ven pasar la vida, y ven el abandono al que son sometidos muchos animales. Desamparados, muertos de hambre, no todos sobreviven, ni hombres ni perros. En un mundo cruel donde lo que no “vale” se tira, muchos animales van a parar al basurero. Algunos son arrojados desde los autos, otros son atados para que no vuelvan al hogar, adonde estos “seres humanos” sí vuelven a una vida que tiene la apariencia de normal. Y fundamentalmente, trata de mantener la apariencia de normalidad para que la maldad, que sale por todas las grietas, no se note.
“Gabacho y amigos han ayudado a muchos de estos perros, y también han visto muchos de ellos morir” comenta la información. Y así cuenta que una docena o más de estos perritos siempre anda cerca de la casa de cartón, donde El Gabacho, Don Pato y Coco Loco residen, siempre viviendo en condiciones lamentables. Pero aún así no se han dejado vencer, y no han perdido su corazón humano. “Siempre tenían algo para estos animales, dándoles alimento, agua, abrigo y atención”, concluye Educación para el Maltrato Animal.
Con lo cual volvemos a la pregunta del principio: ¿quién es rico y quién es pobre? Si uno no tiene corazón, es enormemente pobre. Porque como dice la famosa frase, “es tan pobre que no tiene nada más que dinero”. En cambio, el que es rico, tiene mucho para dar. Y como van las cosas, será como dijimos vez pasada en el programa de radio: “rico es aquél que tiene algo porqué luchar”.
Y aún viviendo en las más precarias condiciones, estaremos acompañados y Dios nunca quitará sus ojos de nuestras vidas.
http://www.youtube.com/watch?v=XSknWN7ltJ8
http://www.youtube.com/watch?v=L33W9k6ULyY
Fuente e imágenes: del sitio "Educación contra el Maltrato Animal".
https://www.facebook.com/pages/Educaci%C3%B3n-Contra-El-Maltrato-Animal/143207579154491
Imágenes de historieta . Canicaturas, de Wuicho.
https://www.facebook.com/Canicaturas
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