Estampa

 por Francisco López Merino
poeta argentino (1904-1928)
Siempre estás como ausente de la tarde ¿Qué lago
invisible y lejano recogerá tu imagen?
Líquido estremecido por un perfil tan vago
se tornará sensible cuando los astros bajen.

Temo quebrar la magia de tus vírgenes sendas
con la torpe palabra que mi labio pronuncia.
Tendré que ser más leve para que me comprendas
o tú bajar al mundo como hoja que renuncia. 

Siempre estás como ausente de la tarde ¿Qué brisa
se lleva tu silencio cargado de leyendas?
De paisajes soñados se nutre tu sonrisa.
Tendré que ser más leve para que me comprendas. 
del libro “Las tardes” (1925)
Biografía del autor 
        Francisco López Merino nació en La Plata el 6 de julio de 1904 y se quitó la vida en la misma ciudad el 22 de mayo de 1928 en uno de los baños del Jockey Club, disparándose un tiro en la cabeza. Fue hijo de América Merino y del escribano Francisco Toribio López, ambos de nacionalidad uruguaya. Tuvo seis hermanas a las que dedicó algunos de sus poemas y con las cuales compartió la infancia en una casa palaciega de la calle 49, entre 12 y diagonal 74, donde hoy funciona la Biblioteca Municipal que lleva su nombre. 
        Si bien no se conocen claramente las razones de su suicidio, cierto es que la muerte temprana de una de sus hermanas, María América, en 1922, lo sumió en una profunda y crónica melancolía. De trato afable y comunicativo, López Merino tuvo muchos amigos y desarrolló una vida social intensa que le permitió relacionarse rápidamente con los poetas vanguardistas de Buenos Aires nucleados en torno de la revista Martín Fierro, aunque mantuvo distancia respecto de sus parámetros estéticos.  Con algunos integrantes de ese grupo –Borges, Marechal, González Tuñón, entre otros– formó parte, en 1927, del “Comité Yrigoyenista de Intelectuales Jóvenes”, entidad de efímera duración. 
        En su breve existencia, sólo llegó a publicar tres libros de poesía: "Canciones interiores y otros poemas" (obra de adolescencia que él mismo retiró de circulación, 1920), "Tono menor" (1923) y "Las tardes" (1925). Dichos libros le bastaron para granjearse la admiración de Jorge Luis Borges y Juan Ramón Jiménez, entre otras personalidades destacadas de la época, y le hicieron decir a Rafael Felipe Oteriño: “En ellos, traslúcido, percibo el clima espiritual de esa ciudad nueva, de ese domingo que es igual a otros muchos, de esos jardines donde transcurrió la infancia. Poesía del encantamiento y de la recreación es la que encierran. También poesía del dolor”
        Como integrante de la “Generación del 17” o “Primera Generación Platense” (conocida, asimismo, como “Primavera Fúnebre” y “Primavera Trágica”), López Merino contribuyó a dar vida a la llamada “Escuela de La Plata”, caracterizada, principalmente, por el tono elegíaco, el equilibrio formal y la claridad y la economía expresivas; escuela que habrá de pervivir, con distintas modalidades, hasta la actualidad.
Fuente: Del blog "Los poetas no van al cielo", a quien pertenece la foto de Francisco López Merino.
La imagen de portada corresponde a la obra del pintor italiano Pino Deni, y fue publicada en el sitio digital Todo Mail.
http://www.todo-mail.com/content.aspx?emailid=8103

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