Una mujer en la ventana, o la semilla que siempre dará a luz

Ah,
si yo siquiera te encontrara un día
plácidamente al borde de mi muerte,
soliviantando con tu amor mi oído
y no retoñe...

Si yo siquiera te encontrara un día
al borde de esta falda
tan cerca de morir, y tan celeste
que me queda de pronto con la tarde.
Ah,
Camarada,
Cómo te amo a veces
por tu nombre de hombre
Y por mi cuello en que reposa tu alma.
"Poema tercero"
 Yolanda Eunice Odio Infante,
poeta costarricense 
        Si miran bien, verán a la mujer en la ventana. Podríamos encontrarla en cualquier lugar de Latinoamérica, y así observar sus enormes ojos castaños, tan claros, tan transparentes. Pero no es en cualquier lugar (podría serlo), es en Costa Rica. Si saben mirar, con la mirada de Maximiliano Jiménez, el pintor, el artista plástico, verán una mujer de hermosura sencilla, vestida de rosa, los brazos grandes de amasar y de lavar la ropa, el pecho rotundo, que no deja lugar a dudas: es una mujer toda ella.
        Esa mujer, en Costa Rica, espera en la ventana. Se ha detenido en sus quehaceres diarios para esperar, acompañada de una bromelia que un día el pintor, el artista plástico, le dejó para que cuidara. Una hermosa planta que vive en la ventana y que descansa mientras ella, la mujer de ojos transparentes, espera la llegada de una carta.
"Mujer en la ventana" de Max Jiménez 
      La carta llegará, desde Buenos Aires, donde el pintor sigue fabricando sueños, como cuando se fue, hace varios años ya. Él intenta abrirse paso con sus pinturas, pero para hacerlo,  dejó su patria, su amada tierra natal. Y dejó a la mujer, que hoy lava ropa y la tiende, mientras espera la carta que le devolverá, por un ratito, a su pintor, hoy tan lejano.
        La historia, escrita por el dramaturgo argentino Alejandro Finzi, es de una dulzura incomparable. La actriz Ana Barrionuevo interpreta con enorme ternura a esta mujer que espera, y que recibe las cartas fechadas el día del muerte del artista plástico, Maximiliano Jiménez Huete, pintor costarricense, quien se quitó la vida en Buenos Aires, para terminar de una vez con una largo camino de  desdicha. Enfermo y solo, sintió el peso de su fracaso en toda América, él, que había triunfado en Europa.
 "Ventana a La Habana" de Max Jiménez 
        Pero por aquellos años, a mitad del siglo XX, la pintura de mujeres afroamericanas no estaba “de moda”. Otras tendencias, otras abstracciones, ocupaban la tumultuosa corriente del río de la plástica de la época. Y Max, como firmaba sus cuadros, no tuvo lugar. Sus mujeres potentes, de sexo enérgico, no encontraron en su época el lugar que merecían. Murieron, quizá, con él.
        Pero como dice la frase, “no murieron, se hicieron semilla”. Y así, la obra de Max Jiménez abrió camino a la del pintor colombiano Fernando Botero. Y quizá, gracias a esta obra de Alejandro Finzi, mucha gente se acerque a  la obra de este artista plástico, que recién hoy es reconocido en su país, de la misma manera que la poetisa que citamos, Eunice Odio, también costarricense,  fue reconocida después de su fallecimiento. Cosas del arte de América Latina, que siempre mira hacia Europa y nunca mira (ni cuida) lo que tiene en casa.
        Será con la difusión de esta gran obra de Finzi, “Carta de Max Jiménez a la Mujer en la Ventana”, que conoceremos al pintor. Como un estreno de carácter nacional, esta obra de teatro fue presentada en el Teatro Don Bosco de Bernal, el pasado sábado 7 de octubre, con la Dirección de Guillermo Rodoni, quien a la vez hace la voz de Max. En el escenario, muy prolijo, muy bien puesto y aprovechado con las luces y el sonido, se mueve Ana Barrionuevo en el papel de la Mujer, de quien no sabemos su nombre. Max la llama “niña mía”, aunque reconoce que pasó el tiempo y se imagina que ya es toda una mujer.
        La Música Original pertenece a Jorge Reales, la Realización Escenográfica a Juan Carlos Rodoni, el Asesoramiento Multimedial a Matías Barreto, la Realización Estilística a Ruphi Unisex Internacional. Nos falta comentarle, amigo lector, sobre las Voces del Prólogo, en las cuales intervienen Eduardo y Lorenzo Barrionuevo, y sobre la Asistencia de Dirección a cargo de Marcela Castillo. ¿Qué si nos aprendimos los nombres de memoria? No tenemos tanta, amigo lector, pero sí nos han entregado un hermosísimo programa con la reproducción del cuadro de la “Mujer en la Ventana”, muy completo y bien diseñado, que guardaremos en el corazón.
        Allí leemos clarito que toda esta puesta está presentada por “La Comedia de Campana”, que desde 1969 (y hasta ahora, el 2017), llevan 48 años haciendo cultura. Todo un logro, una verdadera satisfacción.
        Y aunque los años pasen, y algunos amigos ya no estén, el teatro no muere: será siempre semilla que se sigue plantando. Así lo expresa el Director Guillermo Rodoni: “Ya no está con nosotros Jorge Varela…Tampoco Maximiliano Jiménez… Pero quizá siguen estando las fuerzas que los motivaron y que seguramente son las mismas que nos vienen empujando”.
Maximiliano, el gran pintor llamado Max
        Nadie puede dudar de la fuerza que motivaba a Max. Hijo de una familia acomodada, el padre lo manda a Londres para estudiar Comercio, y así administrar los cafetales de la familia Jiménez. Pero el pintor jamás pisó Londres, y sí se dirigió a París, la enorme París luminosa de los años ’20, siguiendo su estrella, el arte. Allí se encuentra con Gabriela Mistral, César Vallejo, Miguel Ángel Asturias, Ramón del Valle Inclán, entre otros. ¿Cómo ir a Londres, si las luces del arte y la cultura nos llevan hacia París, con estas figuras señeras del arte?
        Dice Finzi, quien relata esta biografía en un video previo a la obra, que Jiménez “se había dedicado al arte contra el costumbrismo del arte latinoamericano de aquel tiempo, y a la literatura contra el telurismo que narra la vida y la historia del campo”. El triunfo no se hace esperar: París, New York, Bruselas, lo aclaman. Su patria, no. Chile, no. Buenos Aires, tampoco. Por eso muere, un 3 de mayo de 1947, la fecha de la carta que recibe la Mujer en la Ventana. Pero ella no lo sabe…
        “Yo me enamoré de esa mujer” dice Finzi. “Me quedé largo rato mirándola y me enamoré de sus ojos” cuenta, preguntándose cuál era la historia de esa mujer. “Le escribí una historia para Max Jiménez, una historia para ese cuadro de 1938”.
        “La obra de arte está obligada a superar la vida”, decía Max Jiménez, según lo cita Carlos Cortés en su trabajo sobre el arte costarricense, para mostrarnos la talla de los sueños de este gran hombre. También Cortés, en su “Carta de Costa Rica – El año de Max Jiménez”, lo describe físicamente, citando al gran escritor español Ramón J. Sender:
        “Era hombre grande, grueso, de pelo y ojos claros y de risa infantil. Parecía un hombre puro… Era rico, amado por una mujer excepcional, hacía del mundo entero teatro de sus placeres y además quería ganar en la llana lotería de las notoriedades. Ensayó todas las artes menos la música… era un escultor. Él mismo parecía una escultura”, describió Sender.
"Desesperanza" de Max Jiménez 
        Sigue Cortés: “En las crónicas parisinas de los veintes era ya una figura imponente y no sólo por sus excesos: más de 1.90 m. de estatura, una fuerza y una personalidad descomunales, una pintura de grandes volúmenes y distorsiones, una escultura de granito y una vitalidad que oscilaba entre la euforia de los paraísos artificiales y el fracaso de no hallar la forma perfecta”.
        Y Cortés cita a Asturias, cuando el gran escritor guatemalteco dice: “Max Jiménez es el artista centroamericano que más honda huella dejó en mi generación por el valor expresivo de su obra. Y me refiero a su poesía, a sus cuentos, su grabado y su pintura. A la angustia personal por el reconocimiento debo resaltar su generosidad, su entrega al arte, el dolor de reflejar en éste su propia vida y la de quienes le acompañamos en sus crisis existenciales. Admito que no se le ha valorado en absoluto. Max fue, en verdad, un artista grande, monumental, resistente al tiempo y al olvido”.
        Tomemos en este sentido las palabras que expresara Alejandro Finzi, autor de esta obra maravillosa, “Carta de Max Jiménez a la Mujer en la Ventana”: “Argentina abre sus brazos y le da consuelo, para que su obra sea reconocida por todos los caminos del arte latinoamericano” agrega el autor en el video. “Gracias a La Comedia de Campana, esta historia llega a escena”.
        En buena hora.
Cartas de amor, y de lo que nace y reverdece
        En la historia, la carta es clara: “esta carta es una despedida, es para despedirme de vos y de nadie más”, diría Max Jiménez. “Yo estoy aquí, escribiéndote, que es como entrar en un túnel que no tiene salida, en una ciudad de un solo color”. Y seguramente tendría que admitir que “no se llega nunca a Buenos aires, uno se hunde en ella, no hay a quien llamar, aquí no encontré refugio para mí”. “Entonces, si me apago como un fósforo –concluye- que no me despierten con la obligación de vivir”, le escribiría Max a esta mujer, que no sabe el final de la historia.
        “La obra de arte es una rebelión contra la muerte”, lee la mujer. “Es que el destino de la pulga artística encuentra un ¡no! siempre”, dice, y sigue: “Y no las encontraré a las estrellas, y no las encontré, ojos castaños, por donde anduve no estaban: no hay trazo de pincel que me abra camino en esta oscuridad”.
        Pero ella no llora. Mujeres como ella hace rato han dejado de llorar. Son mujeres, no de llorar, sino de arremangarse.  Se aferra a su plantita, a la bromelia que él le dejó, y le explica a él, como si él pudiera escucharla de tan lejos (ahora más lejos de lo que ella imagina, pero ella no lo sabe): “Dos raicitas le han crecido y crecen bien, están que respiran, miralas, y a una de ellas les ha nacido un puntito pequeño de color”. Mujeres aferradas siempre a lo que nace, mujeres que impulsan la vida, porque lo que nace y vive es lo único que tienen. Cartas, plantas, ropa, pájaros, niños.
        Cerca, canta un ave. Ella lo cuidará como a la bromelia, que pronto florecerá.
        En materia de arte, y especialmente en el teatro, las  historias siempre florecen. Como en la vida.
        Las vidas no se pierden, son semilla. Especialmente la vida de los que aman el Arte.
        Nunca mueren.
Biografía de Max Jiménez 
        Hijo de Roberto Jiménez y Ana Huete, comenzó su carrera artística en el campo de la pintura y escultura en 1921. En París, hizo varias exposiciones de dibujos a pluma y esculturas en 1924 obteniendo buenas críticas.
        La pintura de Max Jiménez está bastante relacionada con sus trabajos de escultura, principalmente por la creación de volúmenes muy semejantes y por el uso de la deformación, consciente, en la mayoría de las figuras. Sus temas y figuras son principalmente tropicales y su estilo difícil de clasificar se puede considerar vanguardista.
El artista plástico Maximiliano Jiménez, o Max, como firmaba sus cuadros 
        En 1925 por dificultades económicas tuvo que regresar a Costa Rica, siguió dedicándose a la pintura, y también comenzó a escribir artículos periodísticos destacando Arte y proletariado en 1926. Ese mismo año contrae matrimonio con Clemencia Soto Uribe y se instalaron en San Isidro de Coronado. Al año siguiente aparecieron varios artículos suyos en Diario de Costa Rica y en Repertorio Americano. En 1928 publicó su primera novela Unos Fantoches, donde desarrollaba una trama con un triángulo amoroso que provocó un gran escándalo hasta el punto de ser retirado de las librerías. Viajó a Europa buscando editor para su primer libro de poemas Gleba, que finalmente publicó en París.
        En 1929 viajó a España y conoció a varios escritores e intelectuales, entre ellos Ramón del Valle-Inclán y Concha Espina, que lo presentó en su salón literario de los viernes y desde entonces la presencia de España en su poesía resultará inevitable. En 1930 publicó en Madrid su segundo libro de poesía Sonaja.
        Empezaron a interesarle las técnicas de grabado en madera y viaja a Estados Unidos a estudiarlas en la Liga de Estudiantes de Arte de Nueva York. En 1938 comenzó a perfeccionar su técnica del óleo y empezó a innovar con materiales fabricados por él mismo. En 1939 viajó a París donde expuso diez óleos con gran éxito de crítica.
        En 1943 viajó a La Habana donde se relacionó con diversos artistas y siguió pintando sus temas tropicales y temas de negros cubanos. Expuso en esta capital 14 óleos.
        En 1945 regresó a Costa Rica donde hizo una exposición de 21 óleos, casi todos ya exhibidos anteriormente en Europa y Cuba, pero tiene una pobre acogida entre la crítica de su país.
        En 1946 viajó a Chile y poco después a Buenos Aires donde murió en medio de una terrible crisis creadora y existencial.
Fuente: Del sitio Wikipedia - Max Jiménez. 
https://es.wikipedia.org/wiki/Max_Jim%C3%A9nez
 El dramaturgo Alejandro Finzi, autor de "Carta de Max Jiménez a la Mujer en la Ventana" 
Biografía de Alejandro Finzi
        Nacido en Buenos Aires en 1951, Alejandro Finzi se crió y desarrolló sus estudios en Córdoba. En 1984 se trasladó a Neuquén,  provincia en la que reside hasta la actualidad. Es profesor en la Universidad de Comahue donde está a cargo del área de Literaturas Europeas. En 2004 se doctoró en la Université Laval de Québec.  Dirige el grupo de teatro Río Vivo, fundado en 1986 por el actor y director Daniel Vitulich. Finzi no es sólo un dramaturgo; ha producido una de las obras teóricas más valiosas de la Argentina. Justamente, en su caso, la relación entre teoría y práctica generan singularidad en su escritura y su mirada sobre el teatro. Su pensamiento procede de una relación orgánica con la práctica dramatúrgica y escénica y es uno de los exponentes más notables del movimiento de "regresar el teatro al teatro" que se verifica en la teatrología argentina en la postdictadura.  
        Reconocimiento al dramaturgo Alejandro Finzi, diario Río Negro
http://www.rionegro.com.ar/cultura-show/un-reconocimiento-nacional-para-alejandro-finz- 
La poetisa costarricense Eunice Odio
Biografía de Eunice Odio
        Eunice Odio (San José, Costa Rica, 18 de octubre de 1919 - Ciudad de México, 23 de marzo de 1974) fue una reconocida poeta latinoamericana.
         Sus padres fueron don Aniceto Odio Escalante y doña Graciela Infante Álvarez. Complementó sus estudios con extensas lecturas, principalmente en el campo de la poesía moderna. Su inquieta búsqueda de nuevos horizontes la llevó a viajar a Nicaragua, El Salvador, Honduras, Guatemala, Cuba y los Estados Unidos. De regreso al país, a principio de los años cuarenta, sus poemas son leídos en la radio, con el seudónimo de Catalina Mariel. De 1945 a 1947 publica poemas en el Repertorio Americano de Joaquín García Monge, en el periódico La Tribuna y en el periódico Mujer y Hogar.
        En 1947 viajó a Guatemala para recoger un premio de poesía, y a dar charlas y conferencias. Luego, decide ir a vivir a México, donde reside hasta su muerte, con excepción de dos años y medio que vive en Estados Unidos. En México trabaja en periodismo cultural, como crítica de arte, además realiza traducciones en inglés, escribe y publica cuentos, ensayos, reseñas y narraciones en periódicos especializados de arte y literatura. En 1962 se nacionaliza como mexicana. En 1963 publica una serie de artículos   Falleció en la ciudad de México el 23 de marzo de 1974.
Fuente: Del sitio Wikipedia - Eunice Odio
https://es.wikipedia.org/wiki/Eunice_Odio
En la ventana, la conductora Adriana Sylvia Narvaja y la actriz Ana Barrionuevo 
Las fotos pertenecen a la conductora del programa de radio "Algo Especial Protagonista del Presente", Adriana Sylvia Narvaja, periodista y docente de Quilmes, República Argentina, y a la señora Marisol Vecchi, Coordinadora del Teatro Don Bosco de Bernal, República Argentina.
 El Director Guillermo Rodoni, la conductora Adriana Sylvia Narvaja y la actriz Ana Barrionuevo 
Poema Tercero de Eunice Odio – Del sitio Poemas del Alma.
https://www.poemas-del-alma.com/eunice-odio-poema-tercero.htm
El cuadro “Mujer en la Ventana” pertenece al sitio de la Revista La Nación, de la República Argentina
http://wvw.nacion.com/viva/2000/enero/18/cul1.html
Los cuadros pertenecen al sitio Vichitex – Obras de Max Jiménez
http://www.vichitex.com/arte/historia_cr/p_max_jimenez_obras.htm
Foto de Max Jiménez del sitio Historia del Arte de C.A. y El Salvador
http://bloghistoriadelarte2016.blogspot.com.ar/2016_06_01_archive.html
Cuadro “Desesperanza” y “Ventana a la Habana” del sitio Pintores Latinoamericanos de Juan Carlos Boveri
http://www.pintoreslatinoamericanos.com/2012/07/max-jimenez_24.html
Biografía del dramaturgo Alejandro Finzi – Del sitio Editorial Colihue
http://www.colihue.com.ar/autores/fichaAutor?authorId=12524
Foto del dramaturgo Alejandro Finzi – Del sitio Mi Bitácora
http://mibitacoraeddigersomino.blogspot.com.ar/2016/06/

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