Infidelidad, la clave del amor que se desangra

“Quizá esperen oír de mí lamentos de 
‘lo mucho que se sufre’ viviendo 
con un hombre como Diego. 
Pero yo no creo que las márgenes de un río 
sufran por dejarlo correr.”
Frida Kahlo
        Marga murió, y antes que ella Frida y otras tantas más. De Marga mucho no sabemos, sólo lo que cuentan sus amigas, que llegan del velorio. De Frida Kahlo sabemos más, pero el final es el mismo: cuando el amor es muy grande, la infidelidad le cierra el camino de la vida, y lo acorrala hasta la muerte.
        Muchas veces hablamos del amor en nuestras notas. ¿Cómo no hablar del amor, cuando es lo que todos buscan, lo que todos lloran, lo que todos sufren? ¿Cómo no hablar del amor, cuando quien lo padece (sí, lo padece, porque es más lo que se padece que lo que se disfruta…) no puede sobrevivir al desengaño, a la traición? Marga lo supo, Frida lo aprendió pronto. Y muchas más morirán por el amor, que al fin fue traición.
        ¡Y cuánto se sufre por amor! Mucho más por la infidelidad que está presente transformando un dúo, en un trío demencial. Impotencia, furia, sensación de vacío, de caer en un pozo sin fondo que nunca encontrará el final, en un agujero negro que consumirá toda nuestra vida. Marga lo supo, Frida lo vivió en carne propia. Para muchas es el pan amargo que consumen cada día.
Una mesa donde se buscan resolver las diferencias, luego de la pérdida de una amiga
        Y así lo vimos este pasado sábado 21 de octubre en el Teatro Don Bosco de Bernal, cuando el elenco “Inestables del Sur” presentó la obra “¿Quién mató a Marga?”, escrita y dirigida por Liliana Sanabria. En ella encontramos a las amigas de Marga de las que hablábamos: Julia, interpretada por Valentina San Juan, y Clara, en la piel de Ximena Burgos. Ambas se desenvuelven muy bien en su papel. A este dúo se suma un actor dúctil y ajustado como es Walter Ojeda, que es a la vez Narrador, y cumple con tres papeles más: el de Armando, el de Alberio y el de La Madre de Clara. Se suman la increíble Doña Mary, interpretada por Vilma Benítez, y su hija en la ficción, Nereida, en la piel de Valeria de los Santos. Pero… ¿quién de todos ellos habrá matado a Marga?. Culpables hay muchos. El asesino, ya se verá…
 El Narrador, quizá los recuerdos, quizá el ansia de consuelo, se acerca a Julia
La escena del crimen
        Hablemos primero del escenario donde el supuesto crimen se devela. Es un living prolijo con una mesa con mantel floreado que unirá a los protagonistas, ya que es el punto de reunión de todos los personajes. Muy cerca, un sillón, un perchero y un retrato, que los separará, ya que tiene elementos que marcan las diferencias entre ellos.  En este ambiente se desarrollará la historia, y el estupendo juego de luces dará el marco apropiado para que las verdades tomen cuerpo.
        “Estamos hoy aquí para develar el gran misterio”, dice la presentadora, refiriéndose a la muerte de Marga, “la que no merecía morir”. Ya tenemos entonces los tres temas que girarán en torno de Marga y sus amigas: la muerte, la amistad, la infidelidad.
        Pronto llega el Narrador para comenzar a hablar de esta trilogía: “La amistad es un método perfecto para sentirse unido a algo cuando no hay nada alrededor”, nos dice. Y recalca: “El amigo es fiel, es incondicional, no se esconde….pero ¿se pueden sostener amistades en el tiempo?”. Quizá se pueda sostener, lo que no se sabe es si se puede sobrevivir a ella. “Marga, Julia y Clara nos dan una dura lección de cómo sobrevivir a la amistad”, nos relata.
Julia y el Narrador, Valentina San Juan y Walter Ojeda, en la obra "¿Quién mató a Marga?"
        La acción transcurre en la ciudad de El Carmen, en las afueras de Buenos Aires. Llueve a cántaros, lo que siempre agrava la tristeza, mucho más cuando se ha perdido una amiga. Marga murió. Pero Julia y Clara se reunirán luego del velorio para recordar viejos tiempos, viejas penas, y viejos resentimientos, por qué no.
        “¡El cielo llora por Marga!” dice Julia. ¿Ama a su amiga, quien perdió la vida siendo joven? Puede ser. También puede ser que la odie, o que la consuma la culpa, pronto sabremos el porqué. Y ahora que Marga no está, y que Sergio se fue, todo el dolor de su vida perdida, todo el amor que sentía por ese hombre que ya no está y que no estuvo nunca, que jamás le perteneció, vuelve como una gigantesca ola de sentimientos encontrados que siente que la aniquilarán. “El Cielo está como  yo estoy, lleno de tristeza, dolor, incertidumbre, lleno de nada; ¡es la nada!” reconoce. Su alma siente el vacío que nada volverá a llenar, jamás. “¿Entendés que Marga está bajo tierra, que no la vamos a ver más?" dice Julia desesperada.
También se suma Ximena Burgos (derecha) como Clara 
        Mientras tanto, Clara se pregunta “¿cómo seguimos sin Marga?”. Los años han ido pasando, la juventud se fue, se fue la belleza, se fue la energía, el amor voló y se fue lejos. “Ya pasamos los 50, ya no nos queda mucho por vivir” se lamenta Julia. Pero Clara no está dispuesta a dejarse vencer: “La vida sigue y yo quiero vivir muchos años más”, le avisa. Frida Kahlo, quien tanto sufrió por los engaños de su gran amor, el artista plástico Diego Rivera, lo dice en estos términos:
“Y tú bien sabes que el atractivo sexual en las mujeres 
se acaba voladamente, y después no les queda más 
que lo que tengan en su cabezota para poderse 
defender en esta cochina vida del carajo”.
        “Éramos lindas, jóvenes, exitosas, y libres sobre todo”, recuerda Clara, pero Julia no lo cree así. “Libres no, tu marido te llamaba todo el día; Marga lloraba todo el día pensando en que Sergio andaría por ahí” aclara Julia, y concluye: “¡Para mí, eso no es un éxito!”. Frida, por su parte, se volvió alcohólica y se enfermó. Las historias se repiten.
        Mientras tanto, el Narrador gira y gira. A veces parece interpretar el deseo, otras veces, los sueños, lo inconsciente. Puede ser el pasado, y a veces parece un fantasma del futuro que se precipita. Gira y seduce, y mientras gira sin hablar, rodea con un halo de misterio el misterio de la muerte de Marga.
        La verdad está por salir a la luz.
La madre de Clara sale a escena
        “Yo tenía una relación muy difícil con Clara” dice el Narrador en el papel de La Madre. “José, el marido, era tan trabajador, pero ella no lo valoraba” relata. “Ella lo único que hacía era malgastar la plata; ella a sus amigas las defendía a muerte” dice La Madre, y acierta: la muerte anda rondando, y ya se llevó a Marga. Dentro de un tiempo, quizá se la lleve a ella. “Qué injusta fue la vida conmigo, yo que fui buena esposa, buena madre”, se compara con su hija. Evidentemente, cumplir el papel asignado, o no cumplirlo, tampoco asegura la felicidad.
        Nada la asegurará.
        Ni tampoco nos protege de la envidia.  “¿Envidiosa yo? Envidia de qué, de lo atorranta que eras?”, juzga Clara con dureza. “Apasionada, que no es lo mismo que puta” aclara Julia y la frena. “Ahora no sé si vos podés decir lo mismo, porque vos sólo estuviste con tu marido” la cuestiona. Ser buena, ser mala, cumplir o no cumplir con las expectativas de la sociedad, es la gran pregunta que sigue girando en medio de estas dos amigas. Ahora habla Frida, la historia que más se parece a la historia de Marga: no nos olvidemos que Diego Rivera la engañó incluso con su propia hermana:
“Cada (tic-tac) es un segundo de la vida
que pasa, huye, y no se repite.
Y hay en ella tanta intensidad,
tanto interés, que el problema
es sólo saberla vivir.
Que cada uno lo resuelva como pueda”.
La actriz Vilma Benítez, como Doña Mary, la vecina
La voz del Abuelo Alberio
        El Narrador, el que gira, también nos trae  otra voz, la del Abuelo. “El señor Sergio era medio falluto; uno nunca sabe qué pasa en esa casa” dice sin hipocresía. “Ella era rebuena, una hermosa mujer, la señora Marga; últimamente venían todos porque ni caminar podía…”, se lamenta. “Para mí se sentía sola, ni amigas tenía la pobre” dice desmintiendo a Clara y a Julia. “Fuimos al velorio, qué tristeza. La gente está loca, cada día más loca…” concluye el Abuelo Alberio.
        Y son las amigas las que siguen discutiendo, y nos enteramos de la cruel verdad: Sergio engañaba a su esposa Marga con su amiga Julia. El mismo caso de Frida Kahlo. “¿Acaso vos no sabés el motivo de la depresión de Marga?” le reprocha Clara. “Juego, noches, alcohol, excesos y más excesos que se los refregó en la cara” le dice, y culmina: “¡Vos eras su puta!”.
        “Yo no era su puta, éramos jóvenes, y fue un error; es que vos sos una víbora” le grita Julia, defendiéndose, buscando justificar y justificarse frente a los ojos de su amiga, y de Marga, que ya no está. Pero ¿no está? ¿Acaso no está presente en el recuerdo de ellas, en sus culpas, en su resentimiento, en su negación de la verdad innegable de la traición? ¿Se puede dejar pasar una falta tan enorme como es la infidelidad?. Frida decía que "lo dejaba correr", pero tuvo dos intentos de suicidio, y perdió una pierna.
        La traición nos mata el alma.
"Inestables del Sur" junto a la periodista Adriana Sylvia Narvaja, conductora del ciclo que aún no volvió al aire
Armando cuenta su historia
        “La licenciada Julia Contreras, en su consultorio, era una mujer imponente, una gran profesional” recuerda este paciente.  “La quise mucho, pero con el tiempo todo se volvió un calvario: me decía que se sentía desatendida, estaba histérica, y ya no tenía sentido seguir” dice Armando. “Yo no sé si realmente me quería; luego conocí a mi mujer que me quiere mucho, y que es mi actual mujer”, dice el Narrador en el cuerpo de un paciente que también conoció el amor (o la incapacidad de amar) de Julia, con la que se volvió a encontrar con el tiempo. “De algo estoy seguro, si yo hubiera puesto más empeño, ella hubiera sido más feliz” piensa. “Pero yo no estoy arrepentido de haber elegido a mi mujer”. De haber buscado alguien a quien amar verdaderamente.
De izq. a derecha, los personajes Clara, Nereida, el Narrador, Doña Mary y Julia,
en "¿Quién mató a Marga?" 
        Sigue lloviendo a cántaros. Clara le reprocha a Julia ser la culpable de la muerte de Marga. Julia se defiende: “Yo la amaba, Clara, ella era mi amiga, mi hermana, pero vos siempre te metías en todo…”. Clara ataca de nuevo, y trae una nueva verdad: Marga sabía lo de Sergio y Julia. “Te pedí que lo dejaras, Julia, pero a vos no te importó!”, dice Clara. Julia la tildará de cómplice: “Yo dejé de vivir para que viva ella, y ella ¿qué hizo? lo maltrató, lo descuidó, lo dejó que se vaya con cualquiera…Y vos fuiste cobarde”.
        “Yo callé por las dos, por las tres, cuántas noches pensé en decirlo…” se defiende Clara. Pero Julia insiste en que no peleó suficiente por el gran amor de su vida. “Por mi lealtad amarga dejé de vivir” dice. “¡Por eso sé que él me amó!”, sostiene Julia y Clara la desmiente: “Para Sergio vos fuiste una puta más, por eso nunca pudo dejarla a Marga”.
«Árbol de la esperanza, mantente firme»,
frase extraída del título del cuadro pintado
por Frida Kahlo en mayo de 1927.
La actriz Valeria de los Santos, como Nereida, la hija de Doña Mary
Las vecinas madre e hija
        Pronto llegará Doña Mary y su hija Nereida para saber dónde fue el velorio que ya fue. Claro que se enojará con razón, y las insultará. Ahora la distancia entre las amigas es un abismo que ya no  hay manera de atravesar. El Narrador sigue hablando después de girar como gira el amor, como gira el desengaño. “El amor, el amor, es una cualidad difícil de entender que no está separada de los prejuicios que cada uno trae y tiene sus problemas”, reflexiona. “Nos atrapa, nos envuelve, de la peor manera. ¡Quién se atreve a desafiar al amor!”, dice y agrega: “La traición es una herramienta poderosa para sobrevivir, traiciono por no enfrentar, traiciono por traicionar. ¿Quién sabe cuándo una traición es traición? ¿O es vivir el amor en libertad y en plenitud?”.
        Clara vuelve, se siente mal. El final se precipita. Julia ha tomado una decisión que no contaremos. Pronto las amigas se dirán de su cariño. A pesar de todo.
        Que no alcanzó para evitar la muerte de Marga. 
Aplauso final con la Directora Liliana Sanabria en el centro del escenario 

Con motivo del aniversario de su nacimiento, el sitio ABC de España publicó esta nota el 6 de julio de 2012:
http://www.abc.es/20120706/cultura-arte/abci-aniversario-nacimiento-frida-kahlo-201207051459.html

"Unos cuantos piquetitos", el cuadro de la gran pintora mexicana Frida Kahlo
Piquetitos para Frida Kahlo 
        En esta obra, Frida simbolizó el dolor que sintió al descubrir el romance de su hermana con Diego Rivera.
        La sangrienta obra ‘Unos cuantos piquetitos’ tiene a otra mujer como protagonista. El dolor es tal que Frida fue incapaz de retratarlo en su propio cuerpo, como normalmente hacía, para describir su situación. Había leído en el periódico que un hombre apuñaló repetidas veces a su pareja y en el juicio dijo “Pero solo fueron unos cuantos piquetitos”. La puñalada más grande está trazada en el corazón.
         El último año de su vida, fue un auténtico sufrimiento, ya que le amputaron la pierna por debajo de la rodilla por gangrena. Esto hizo que se sumergiese en una depresión, además de intentar suicidarse en un par de ocasiones. Sus últimas palabras en su diario fueron: «Espero alegre la salida y espero no volver jamás».
Fuente: del sitio ABC de España
 Foto de la pintora mexicana Frida Kahlo, del año 1939 
Las fotos pertenecen a Adriana Sylvia Narvaja conductora del programa "Algo Especial Protagonista del Presente". Adriana Sylvia Narvaja es periodista y docente de Quilmes, República Argentina.
La foto de "Inestables del Sur" junto a Adriana Sylvia Narvaja pertenece a Marisol Vecchi, Coordinadora del Teatro Don Bosco de Bernal. Le agradecemos mucho, y también al Coordinador Alejandro Pepe, la invitación. Y especialmente las pizzetas de la señorita Karina, que es una cocinera exquisita. No se pierdan de ir a conocer sus riquísimas producciones de pizzas, pizzetas y empanadas.

Cuadro “Unos cuantos piquetitos” de Frida Kahlo - Del sitio Vamos en Movimiento.
http://vamosenmovimiento.blogspot.com.ar/2014/07/los-cuernos-de-frida-kahlo-infidelidad.html

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3 comentarios:

  1. Exelente desarrollo de una critica esperada. Muchas gracias.

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    1. Muchas gracias, muy buena obra! Prontito nos veremos otra vez, espero! Adriana Sylvia Narvaja.

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  2. El Sr. Carney puede ayudarlo a atrapar a su cónyuge infiel. Si sospecha que su cónyuge está teniendo una aventura amorosa, puede ayudarlo a consultar el teléfono móvil de su cónyuge, WhatsApp, Facebook, Instagram y otras redes sociales e incluso computadora. Él me ayudó y atrapé a mi novia con otro chico. El correo electrónico de Carney es carneydonelly@outlook .com [elimine los espacios del correo electrónico antes de enviarlo] envíele un correo electrónico ahora chicos

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