Y la muerte no tendrá dominio

por Dylan Thomas
Y la muerte no tendrá dominio.
Los desnudos muertos serán uno
con el hombre en el viento y la luna del poniente;
cuando sus huesos sean descarnados y los descarnados huesos
            se consuman,
en el codo y el pie tendrán estrellas;
aunque se vuelvan locos estarán cuerdos,
aunque se hundan en los mares se volverán a levantar;
aunque se pierdan los amantes, no se perderá el amor,
y la muerte no tendrá dominio.

Y la muerte no tendrá dominio.
Los que yacen hace tiempo en los recodos bajo el mar
no morirán ahí en vano;
retorcidos en los potros de tormento cuando cedan los tendones,
atados a una rueda de tortura, aun así no serán despedazados;
la fe en sus manos se partirá en dos
y los males los atravesarán como unicornios;
cuando todos los cabos estén rotos, ellos no se partirán;
y la muerte no tendrá dominio.

Y la muerte no tendrá dominio.
No pueden gritar más en sus oídos las gaviotas
ni romper ruidosas las olas en la playa;
donde surgió una flor, otra no podrá
alzar su cabeza a los golpes de la lluvia;
aunque estén locos y muertos como clavos,
sus cabezas se hundirán entre margaritas;
irrumpirán al sol hasta que el sol se hunda,
y la muerte no tendrá dominio.
Dylan Thomas,
Traducción de Juan Carlos Villavicencio 
Publicado por el sitio Descontexto:

¡Compártelo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario