Alimentación saludable: pensar qué comemos y cómo cambiar el mundo desde allí

“Toda vida verdadera es encuentro”
Martín Buber, filósofo y escritor judío
del libro “Yo y Tú”  
        Sol, viento, agua y tiempo, la receta infalible para la vida orgánica en nuestro amado Planeta Tierra. Todos los seres vivos los necesitamos, y el ser humano también. Porque aunque no se parece a los animales y no se parece a las plantas, el Hombre los come a todos. Y hasta aquí la historia iba bien. El tiempo ayudaba a crecer. El Sol permitía todo lo demás.
        Cuando la comida perdió al Sol y perdió el tiempo que necesita para alimentarnos a nosotros y a nuestros animales, comenzó la pesadilla que vivimos. Las enfermedades, que habían sido derrotadas por las vacunas y los nuevos medicamentos, volvieron. Claro, no eran las mismas, eran otras, provocadas por el ser humano. Por el ansia de ganancia del capitalismo,  que todo lo que toca lo destruye. Y cuánto duele ver el resultado actual: a pesar de la pretendida frase de las grandes corporaciones,“lo hacemos porque así alimentamos al mundo”, una gran parte de la población del mundo se muere de hambre. Pues bien, esa frase de que lo hacen “para dar de comer” es, simplemente, una mentira perfecta. Una mentira que suena bien, pero nadie se la cree. Y sin embargo, camina. Lo peor es que nosotros también caminamos con ella, pero hacia nuestra enfermedad y nuestra destrucción.
Porque todos los seres vivos, como dijimos, necesitan Vida para alimentar la Vida. Necesitan Sol, y viento, y agua, y tiempo para incorporarlos. Pero hoy todo es “fast food” (traducido como “comida chatarra”, o comida literalmente muerta). Nada bueno puede obtenerse de ella. Sin embargo, y gracias a sus condimentos, conservantes, colorantes y demás, resulta ser un éxito. Mientras tanto, la pobreza, el hambre y la desolación no dieron ni un paso atrás, al contrario, dieron muchos para adelante. Avanzan. La diabetes, el cáncer y muchos otros terribles males, también. La desnutrición camina, la hiperobesidad también. Al envenenar el suelo, la tierra, el agua y el aire, nos envenenamos a nosotros mismos.
La divulgadora Maitén Rancaño 
De explicarnos estos temas se ocupa Swamimai, el emprendimiento de Maitén Rancaño, divulgadora y estudiante de Ingeniería en Alimentos de la Universidad Nacional de Quilmes, Provincia de Buenos Aires, República Argentina. En esta oportunidad, la primera reunión del “Ciclo de Encuentros de Alimentación”, se hizo un planteo general muy interesante sobre el tema, y la conclusión no tardó en llegar: hay que cambiar, debemos cambiar. Estamos obligados a cambiar porque defendemos el derecho a no enfermarnos, a vivir sanos y bien alimentados. No es poco para empezar.
Así, se habló de comida chatarra y del alarmante aumento de la obesidad, infantil y adulta. Del peligrosísimo invento del siglo, el glifosato, aplicado al cultivo de la Soja RR ("Resistente al Round Up", la semilla de soja transgénica generada por Monsanto). Del veneno para el agua, la tierra y el aire. Del maltrato animal al que son sometidas muchas especies. De la urgente necesidad de cambiar el mundo, empezando por nosotros mismos. Retomando muchos conceptos del libro “Malcomidos” de la autora Soledad Barruti, Rancaño nos explica aquello que quisiéramos ignorar, pero no podemos. Nos va la salud en ello.
Espacio Ashram, Refugio de Salud y Bienestar 
Este encuentro se realizó el pasado 21 de mayo en el "Ashram, Refugio de Salud y Bienestar" de Belgrano 233 de Bernal, espacio coordinado por la profesora Gabriela Callori, donde se enseña y se practica yoga. Gracias a su amable atención y participación, junto con la solvencia de la divulgadora Rancaño, todo salió “a pedir de boca”, hubo información, participación de los concurrentes, se respondieron preguntas y para finalizar, hubo un té con bizcochitos naturales y fundamentalmente, mucho amor a la Vida y a los otros, a los que estaban y a los que vendrán a las próximas charlas. Luego de agradecer al lugar, y a la profesora Callori, la divulgadora Rancaño expresó que “es bueno que tengamos un espacio para charlar de estas cosas”.
“Es necesario tomar dolorosa conciencia y reconocer  qué es lo que podamos aportar nosotros. Nos abruman estas cuestiones, ya que estamos relacionando alimentación y medio ambiente. Debemos tomar conciencia, porque cada uno de nosotros podemos hacer un pequeño aporte desde nuestro lugar. Cada uno es actor en esta sociedad y cada uno puede hacer un aporte y entre todos construir un mundo más lindo” expresó Rancaño.
  Maitén Rancaño y Gabriela Callori 
“Lo que pasa detrás de la llegada de los alimentos al supermercado es lo que nos afecta”, continuó. Fuera entonces la mentira de los pretendidos “alimentos naturales” que no lo son, porque son elaborados por grandes corporaciones que de natural, justamente, no tienen nada. Y de combatir el hambre, como ya dijimos, ni noticias. “Hoy en todo el mundo se desperdicia un tercio de toda la comida que se produce”, reflexionó la divulgadora. “Hay alimentos para 12.000 millones de personas, y en todo el Planeta somos 7.000 millones”, dijo, y concluyó que “en la medida en que empecemos a tomar conciencia veremos un cambio”.
Luego nos refirió la situación de la soja que se da a los animales, para los cuales este grano no es un alimento natural. Y para todos los males que sufra la planta (maleza, insectos invasores), se aplicarán toneladas de glifosato, que se arroja a la tierra por millones de litros: en un año, 300 millones de litros de veneno serán arrojados a la tierra, veneno que ya está en la sangre de los argentinos, sumado a las malformaciones físicas de los nacidos bajo este potente producto, a las muertes de trabajadores, niños y mascotas, a la contaminación de la que nadie habla en los medios de comunicación, ya que reciben los cuantiosos dineros de la publicidad del gigante Monsanto. Gigante que tanto daño ha hecho allí adonde se ha radicado, como en el caso de la India, contra el que pelea Vandana Shiva, la gran luchadora. Y el glifosato contra el que pelea Sofía Gatica, de las "Madres del Barrio Ituzaingó" de la provincia argentina de Córdoba.
Obra pictórica sobre naturaleza muerta de  manzanas  
El oscuro panorama tiene un solo sujeto que lo puede cambiar: nosotros. “La solución es nuestra: cada cuatro años votamos, pero todos los días elegimos y podemos cambiar, cada día estamos más cerca de nosotros” subrayó Rancaño. Elegir nuestros alimentos vivos, llenos de vitaminas que no necesitamos consumir en comprimidos, tés que nos den calor y energía, sabores nuevos que deberemos probar. En suma, debemos informarnos y estar abiertos al cambio. Y no despreciamos la tecnología, ni el progreso. Pero el progreso nos debe llevar hacia nosotros mismos, y no hacia la enfermedad.
Volveremos a tener alimentos de Sol, de viento, de agua y de tiempo.
Y hablando de tiempo, de tiempo de conocer, experimentar y madurar, digamos que no tenemos mucho, como van las cosas.
Por eso, comencemos ya.
Si hay Sol, la bendición es segura.
Zapallo cultivado en el propio hogar, sin pesticidas
Las fotos pertenecen al blog de “Algo Especial Protagonista del Presente”, de Adriana Sylvia Narvaja, periodista y docente de Quilmes, Provincia de Buenos Aires, República Argentina.
Se puede buscar ampliar la información en el blog de  Maitén Rancaño, “Swamimai”.
http://swamimai.blogspot.com.ar/p/acerca-de-swamimai.html

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