Si tu pecho es un volcán (el fiscal Nisman ha muerto)

        Todos somos iguales.  Todos somos humanos. Pero no todos tenemos los mismos anhelos. No todos vamos hacia el mismo lugar.
        Pero caminamos. ¿Hacia dónde? ¿Vamos hacia alguna parte? Dios, en su sabiduría, tenía previsto  que jamás nos quedáramos parados en el mismo lugar, “viviendo porque sí”.   Muy por el contrario, el Antiguo Testamento dice “Justicia, Justicia perseguirás”. Este mandamiento, que quizá por ser tan importante no figura en la lista de los famosos Diez, resalta como si estuviera escrito  con palabras de oro. Justicia perseguirás. Ése es el sentido de la vida de los seres humanos. Buscar Justicia, siempre. No detenerse jamás hasta encontrarla. Nunca “vivir porque sí”.
        Porque la espiritualidad (cualquiera sea) nos manda a NO VIVIR “en el mismo lodo todos manoseaos”. No. Nos manda perseguir, SIEMPRE, en todo acto cotidiano, la JUSTICIA. Porque la Injusticia es un tumor que se alimenta de lo bueno de las sociedades para generar lo malo. Todas las pequeñas injusticias cotidianas van ayudando a crear al monstruo. Todas aquellas que creemos “poca cosa” lo cimentan.   Y al igual que los tumores del cuerpo, la Injusticia va creciendo, alimentándose de los nutrientes del cuerpo, para generar su propia destrucción. El enemigo, entonces, está en casa.
        Y por eso, tanta gente reclama por la Justicia, hoy tan comprometida por la muerte de Alberto Nisman, Fiscal de la Nación. Una muerte joven, absurda, aún inexplicable. Alguien en cuyo pecho latía el volcán del “hacer Justicia”. Esa Justicia que en la Argentina es un pájaro elusivo, siempre necesitado de la mayor protección y cuidados. Y que de verla aparecer tan poco, muchos ya están dudando de su existencia. Pero en el pecho del Fiscal cantaba su canto milenario, siempre postergado, siempre un pájaro de las regiones del futuro, cuando la Humanidad construya al fin un mundo digno de los seres humanos, creados a Imagen y Semejanza del Dios en el que crean.
        El Fiscal ha muerto. El pueblo sufre, se lamenta, descree de los resultados declamados, de las palabras huecas, de los mensajes de violencia de las redes sociales. El pueblo, que esperaba una respuesta, pierde otra vez. Ganan de nuevo los que buscan oscurecer la Verdad, los que aman la Injusticia porque en ella crecen, crecen. Pero no perdamos la esperanza.
        En tu país, el país que  amabas, Nisman, si tu pecho era un volcán queriendo luchar por la Justicia, estarás siempre en nuestro corazón. Pagaste el precio más alto, en un país en donde la gente anda medio cansada de perder, y de que le mientan.
        Ojalá, Fiscal, que el pueblo entero mire por tus ojos, y se ponga, de una vez, bien unidos todos, a pedir la Justicia que merece. Y a vivirla cada día.
Adriana Sylvia Narvaja
Periodista y Docente de Quilmes, República Argentina.
Nota publicada en el Diario Perspectiva Sur de Quilmes el día miércoles 28 de enero de 2015.

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