De cómo nace una historia de amor

        ¿Cómo nace una gran historia de amor? ¿De la imaginación de los grandes autores? Los grandes cuentos y las grandes novelas, ¿son solamente la creación de un fantasioso narrador, o tienen una base verdadera que les da sustento y luego el narrador crea y crea?.Difícil decirlo. A cada novela, su creación. A cada autor, su forma de narrar. A cada historia, su germen de verdad.
        Algo de esto sabe Andrea Ferrari, la gran narradora de los chicos. Ya hemos hablado de ella en otras oportunidades, y en este caso, nos ocuparemos de “Café solo”, una novela del año 2004.
        Una historia simple, con una gran enseñanza: nos cuenta una supuesta historia de amor entre dos jóvenes, a los que se conoce como “Romeo y Julieta”, que transcurre en el barrio de Villa Urquiza de la ciudad de Buenos Aires, capital de la República Argentina. Les contamos lo que trascendió, según la novela, en los medios de comunicación, y es que esta pareja de jóvenes, impedidos de vivir su amor por padres que estaban enfrentados luego de una fuerte disputa, se subieron a una cornisa e intentaron acabar con su vida.
        ¿Suena bien para escribir una gran historia de amor? Si le sumamos el conflicto necesario, por ejemplo, que ambos pertenecen a grupos sociales diferentes, que hay terceros en discordia, que ellos se conocen de toda la vida, que su amor es eterno, tenemos un cóctel por demás interesante... pero que no es verdad.
        Pero fue así como se contó la historia. Para corroborarla, llega al barrio un periodista al que se conoce como “el narigón”, así en minúscula, y va hablando con los vecinos, hasta que llega a pedir ayuda a la narradora de la historia, una joven de 27 años dueña de un kiosco donde se venden sándwiches a pedido.     Ella lo conduce hacia algunos de los vecinos que podrían conocer lo que había sucedido, pero al fin, ella es la que se queda con la verdad, porque conoce a los personajes, Carla y Marcelo, que ni eran primos, ni se amaban, ni habían intentado arrojarse por la cornisa, ni habían entendido lo que les decía el bombero rescatista Piedrabuena (héroe de la Nación) ni sufrían ningún tipo de alteración nerviosa, como sostenía el Doctor Vázquez.
        El final no lo vamos a contar, lo dejamos para que lo encuentren los lectores en este libro estupendo, por lo sencillo, por lo bien contado, porque es el símbolo de lo que vivimos todos los días cuando en vez de buscar la verdad se crea ficción que al fin... se vende mejor que la verdad. Como aquel periodista inglés  que “inventó” la maldición de la Momia, que al fin todos repetían. Quizá porque el ser humano está siempre ávido de novela, ávido de ficción. Y si no la lee, la inventa.
        Por eso, desde muy chicos, todos deberían leer ficción. Hacemos un llamado a las madres para que, como lo han hecho todas sus antecesoras durante siglos y siglos, les lean cuentos y novelas a los niños ya desde muy chicos. Así conocerán la ficción, y entenderán qué es real y qué no. Y enseñarles siempre que la verdad es algo que también hay que buscar, y que es otra cosa. Ficción y verdad, ambas dos, es lo que un niño necesita para crecer. Como cuando deja la leche que la mamá le prepara y empieza a tomar el café solo, sin leche, como en esta novela.
        Mientras tanto, sigamos leyendo historias de amor, que también alimentan nuestra alma. Quizá nazcan de hechos pequeños, como éste, con la historia de dos jóvenes y dos gatos. Ya la conocerán.
         Y que son la mejor creación de la Humanidad. Y si quedan escritas y las podemos disfrutar como este “Café Solo”, tanto mejor.
Biografía de la autora
La podrán leer en nuestra nota sobre otro libro de Andrea Ferrari, "No es fácil ser Watson"
http://algoespecialpresente.blogspot.com.ar/2014/06/desarrollar-en-los-ninos-el.html

Foto de portada de "Café Solo" - Del sitio Fnac Toda la Cultura y la Tecnología
http://libros.fnac.es/a105876/Andrea-Ferrari-Cafe-solo#

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