Una apuesta a la música tradicional suiza


        
        El lunes 29 de septiembre se presentó en la Parroquia Nuestra Señora de la Guardia un grupo que difunde una música muy especial, la tradicional suiza, mediante cornos alpinos de más de  tres metros y medio de largo.
        Así como lo oye (o lo lee). El Conjunto de Cornos Alpinos (Alphorn) de Riehen del Cantón de Basilea  se presentó con sus maravillosos instrumentos de madera en el Templo Salesiano emblemático de Bernal, que está llevando a cabo una serie de festejos tanto por las Fiestas Patronales que año a año engalanan nuestra localidad, como por el Centenario de esa sagrada Parroquia, aniversario que se cumplirá en diciembre de este año 2014.
        Y cien años es mucho o es poco, según se lo mire. Digamos que cien años pasan rápido para todos, pero para la música, que no tiene tiempo ni edad, no es nada, y se disfruta tanto hoy, como ayer, como se disfrutará mañana. De allí que estos festejos del Centenario incluyen una propuesta variada que ya iremos contándole a nuestros queridos lectores.
La Directora Ester Masero
        Por eso, si hablamos de esta música sin tiempo, hablemos de la presentación de este Conjunto cuya Dirección está a cargo de Ester Masero, quien también interpreta estas hermosas canciones que en Suiza son tradición. La acompañan los músicos Robert Blumer, Josef  Suter y Friedhelm Lotz, acompañados por Beat Masero y Evelyne Lotz. En el órgano, los hermosos sones son interpretados por Marisa Neira, a quien asiste su hermana Patricia en el arte de cambiar a tiempo las partituras. La simpatía, la amabilidad, el corazón que le pone el grupo tanto para interpretar los temas como para el trato personal son dignos de destacar, y desde aquí van nuestras felicitaciones y agradecimiento.
        Pero la pregunta es ¿cómo empezó este grupo? ¿qué inquietudes llevaron a sus integrantes a formar el Conjunto de Cornos Alpinos?. La respuesta no tarda en llegar: en el año 1999, y por iniciativa de 6 alumnos de un curso de música de esta especialidad, se forma el grupo inicial para difundir la música tradicional suiza. Y para acompañar esta explicación, se mostraron videos y fotos en una pantalla instalada al efecto, donde se podían apreciar los hermosos paisajes de la Suiza natal, a la vez que aprendimos costumbres y tradiciones de la zona de los Cantones, donde el Conjunto ensaya al aire libre.
        Según la explicación del músico Friedhelm Lotz, a quien en castellano conoceremos como Federico, que es la traducción de su nombre, y que con tanta exactitud  detalló las virtudes y composición de estos instrumentos, el corno alpino es “un instrumento de madera con forma cónica, que se puede desarmar”. Y lo desarmó, mientras el público seguía con interés la clase práctica.  “El tono se genera a partir de la boquilla, como en cualquier instrumento de bronce” explicó, y agregó tocando con una parte, “es como un vuvuzela mejorado”, para deleite de los presentes. Y luego lo volvió a armar, a fin de seguir con el concierto.
El músico y presentador Friedhelm Lotz, para nosotros Federico 
        “Tenemos 13 ó 14 tonos naturales que podemos usar; todo lo hacemos con los labios porque este instrumento no tiene teclas ni válvulas” aclaró. Y sin teclas ni válvulas, su sonido se escucha hasta 6 a 8 kilómetros en plena montaña, para comunicarse, y a la vez, llamar a las vacas para que vuelvan al corral. Con el paso de los siglos, los suizos saben que las vacas aman este tipo de música, y se acercan solas. Al parecer, nuestros vacunos amigos no pueden sustraerse al encanto de estos cornos que nos llegan desde tanto tiempo atrás. Pero lo importante es la comunicación en la zona de montaña, y la participación comunitaria en un arte que no se ha dejado de lado, por el contrario, concita la atención del pueblo suizo tanto como lo hacía con la de sus antepasados.
        “Los cornos son de madera de abeto, que crece a más de 1.500 metros de altura;  es una madera muy especial  con la que también se hacen violines” continuó Federico.Y así, entre videos, explicaciones y fotos se fue matizando esta presentación, en la que el Coro agradeció profundamente al público, al Padre Rafael Mañas allí presente, a la señora Marisa Neira y a su hermana Patricia (“por su valiosa colaboración ya que el órgano le da al corno un color muy particular”) y a la organización general del evento.
La organista Marisa Neira y su hermana Patricia
        “Tocamos en varias ocasiones durante el año, en lugares bastante inverosímiles, en la Fiesta Nacional Suiza, en fiestas populares a las que nos invitan” comentó Federico, mientras mostraba fotos del ganador del torneo de lucha suiza, que es un deporte que se practica habitualmente en esas helvéticas zonas montañosas, y que se ejercita ya desde pequeños. “Es como un Sumo suizo” comparó. Contó también que se organizan torneos anuales y el ganador recibe como premio un toro de cría, que previamente se exhibe en la Fiesta Nacional a todo el público presente. Otra competencia que requiere destreza es la del lanzamiento de banderas, que acompañan a las presentaciones de los cornos en las fiestas populares. Se suelen congregar más de 100 cornos para los festejos, y de hecho la Directora Ester Masero, según contó y mostró Federico, ha dirigido grupos de 70 cornos alpinos que tocan mientras los acompañan las banderas rojas con cruces blancas, emblema de su nacionalidad.
        Y como el mismo Federico indicó que estas composiciones son parte de una “música que invita a la meditación cristiana”, qué mejor que hacerla en la Parroquia de Bernal, donde el Padre Rafael Mañas quiere festejar el año del centenario “con todo y con todos”. Y así, agradeció a los músicos y les entregó, como prueba de agradecimiento, un diploma conmemorativo a cada uno y un gran abrazo, que fue el abrazo de todos los presentes, que aplaudieron luego del segundo bis, de pie.
        Sobre el final, los integrantes se quitaron el sombrero en señal de agradecimiento. Pues nosotros también nos lo quitamos, como muestra de admiración frente a esta música que nos llenó el corazón.
        Y que sea para volvernos a encontrar, muy pronto, con la música de los cornos alpinos.

¡Compártelo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario