Dice el autor teatral Eloy Arenas: “La vida se apoya básicamente en tres pies: la reproducción, la nutrición y la relación. Nos nutrimos con gusto, nos reproducimos con placer, pero nos relacionamos con fricción. Los prejuicios, el egoísmo y los nacionalismos interiores, nos impiden ver una realidad objetiva y no hacemos nada por entender a los demás. Pero no estoy seguro de que lo hagamos por maldad, más bien creo que lo hacemos por ignorancia; las ventajas de una relación solidaria son infinitas. Vivimos conectados pero incomunicados en un mundo donde la única alternativa de relación es el pacto”.
El público entra ansioso por ver la obra, mientras la organizadora del Teatro Don Bosco, Marisol Vecchi, corta las entradas |
En la primera parte, un hombre común, encarnado por Alejandro Pepe, recibe un robot de origen humano llamado ROM. ROM pasa a ocuparse de todo en la casa, digamos, demasiado. Invade los espacios de Pepe, incluso, intenta ayudarlo en determinados “momentos” con su mujer. Es, según sus palabras, “un cruce cibernético energético” que se ocupará de todo: la mujer de Pepe, los niños de Pepe, la casa de Pepe, las recetas de la comida de Pepe. Pero además ROM habla y habla, llora y molesta, y Pepe lo quiere desconectar, hasta que... no lo diremos, ni contaremos ninguno de los tres finales, no se preocupen, actores.
Todo comienza con una silla... |
ROM necesita contacto humano, justo él, que no lo es. “Los discos los tengo duros, pero el alma la tengo muy sensible”, asegura el robot-humano. “Mañana inventan un nuevo ROM y yo termino como un Pokemon en la play de los chicos”, dice con pena. Pero también le reprocha a su dueño: “Para vos soy una puta máquina, un esclavo multimedia”. Pero eso está a punto de cambiar... en el final que no diremos. Si no, no se reirá como nos reímos nosotros, a carcajada limpia.
Afiche del hall del Teatro Don Bosco, correspondiente a la presentación de la obra en el Teatro Municipal |
Le ofrece al simpático vendedor de pañuelos un trabajo en su compañía, pero éste no acepta, temeroso de que ella, mientras los dos están ocupados en la empresa, ¡se vaya con un tercero!. Díscola la muchacha, que según su marido, elige por una cuestión de medidas, y no precisamente de cintura. A esta altura, el público se descostillaba de la risa. ¿Cómo se resuelven estas diferentes entre uno y otro, o mejor dicho, cómo se resuelve la diferencia con el Otro? ¡Ah, lector, no se lo puedo adelantar, pero vaya riéndose a cuenta, porque cuando vaya, tendrá que ir bien ensayado!
Tres grandes actores: Alejandro Pepe, a la izquierda, Raúl Cabrera a la derecha, y Luciano Pepe, el pequeño gran actor, en el centro |
Y cuando Uds. vayan, entenderán el porqué.
Nuevamente los tres grandes actores, posando para nuestro blog |
Las fotos pertenecen a "Algo Especial Protagonista del Presente" y su conductora, Adriana Sylvia Narvaja, conductora.
Afiche de portada de "Entendeme Vos a Mï" - Del sitio de facebook Teatro Prensa, del Teatro Don Bosco de Bernal.
https://www.facebook.com/teatro.prensa?fref=ts
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