Rumbo al Cielo o al Infierno, elegir ser uno y muchos hombres

"Yo, que tantos hombres he sido en vano, quiero ser uno y yo. La voz de Dios le contestó en un torbellino. Yo tampoco soy; yo soñé el mundo como tú soñaste tu obra, mi Shakespeare, y entre las formas de mi sueño estás tú, que como yo eres muchos y nadie"
Jorge Luis Borges,  “Everything and Nothing”,
del libro “El Hacedor”,  Obras Completas 
        Quizá sea así. Quizá lo que un hombre es, es todos los hombres, como dice Borges, que quería ser uno. Horacio Farías también es uno, pero pinta a muchos, muchos hombres. Los reproduce, una y otra vez, pero no los copia. Porque un hombre son muchos hombres, pero no son iguales, son diferentes entre sí. Quizá sea lo que llaman “la riqueza de la vida”, riqueza formada por la enorme variedad de hombres que pueblan este planeta. Y sus mujeres, claro.
        Con trazo minucioso, perfecto, Farías los representa a todos, todos diferentes, todos  que son uno. Muchos están en movimiento, pedalean incansablemente, nadan, reman, vuelan, caen. Se movilizan en diferentes medios de transporte, en autos, en bicicletas, en aviones. Suben y bajan con enormes escaleras que a veces los llevan a la nada. ¿La vida del hombre? Quizá. ¿La vida de todos los hombres? Probablemente.
El artista plástico Horacio Farías, a la izquierda, acompañado de su amigo
Julio Bravo, también artista plástico 
       Las preguntas se plantearon el pasado viernes 15 de agosto, cuando a las 20 horas se presentó la obra de este artista plástico  cuyo mensaje quizá  abarque a todos los hombres. Con una importante presencia de público que fuera debidamente agasajado junto con el artista con un vino de honor, Farías nos mostró su obra y las preguntas  quedaron expuestas. Luego, recorriéndola en el subsuelo de la Asociación Cultural y Biblioteca  Pública Mariano Moreno de Bernal, encontramos algunas respuestas.
        Horacio Farías, quien cumpliera días pasados sus 61 años de ciudadano bernalense, expone en esta oportunidad su obra que data del año 2012, 2013 y el año que transcurre. Allí encontrarán (porque irán, porque deben ir, ya que la exposición es excepcional) acuarelas sobre papel, óleos sobre cartón y collages, con trazo minucioso, como ya dijimos, colores espléndidos y más que nada, una profunda coherencia.
        Y esta coherencia pasa, justamente, porque va más allá de lo que se ve, que es perfecto. Pasa por los temas, donde se ven tantos, tantos hombres distintos, en un mundo que se arma a la manera   de un caleidoscopio. ¿Acaso el caleidoscopio no refleja en su interior tantas bellas figuras que forman una figura mayor? Es el caso de esta exposición.
"Navegante solitario" , año 2014 
        Pero aquí el reflejo va cambiando, no es igual, de ahí la variedad que la recorre. Sus personas, personajes o personitas, como a usted le parezca que podemos llamarlas, corren o caminan, van en auto que llevan letras, números, o signos de interrogación , como en “Tránsito Pesado”, acuarela sobre papel del 2013. En otros, los personajes desafían las leyes de la física y vencen la gravedad, como en “Porteños Voladores”, otra acuarela sobre papel también del 2013. Quizá sea condición sine qua non para vivir en Buenos Aires. Del mismo año es “Los Indiferentes”, donde las figuras parecen mezclarse, se confunden, se superponen o se atropellan.
        Y aquí  destacamos un punto que nos llamó mucho la atención: los personajes no miran de frente. En permanente movimiento, se desplazan e incluso cuando se desplazan lo hacen de perfil. "Todo hombre es como la Luna: tiene una cara oscura que a nadie enseña" dice Mark Twain, y esto se aplica a estas figuras, aparentemente inocentes, y probablemente no tanto. En cambio, sus mujeres, siempre desnudas, ella siempre miran de frente. Farías sostiene que representa a la mujer siempre desnuda porque rescata su femeneidad, el “eterno femenino” que en su opinión rescatará al mundo, “que se va al c.... por culpa de los hombres”. Y así, en el asiento de atrás de estos muchachos, van sus mujeres, nunca completas, siempre dibujadas hasta la cintura, es decir, siempre nutricias pero resignando su sexualidad, resignadas quizá a no pedir lo que también desean.
"Caras y Caretas", año 2013
        De hecho no se ve mucha relación entre hombres y mujeres. Hay un hálito tanguero que atraviesa la obra: solos o con muchos otros, esos hombres siempre están solitarios, pero con una soledad tranquila, asumida, metafísica. Como en el tango, incuestionable.  “El Visitante”, por ejemplo, está solo, nadie lo espera. Busca sin hallar a nadie. Tampoco puede salir el personaje del “Laberinto”, que además es un laberinto que se da en distintos planos. Salir de ese laberinto, de esta vida es imposible, pero puede juntarse con otros, como en “Circo”, estas tres obras del año 2014. Frente al circo hay muchísima gente,  y en esa muchedumbre todos sonríen con una "sonrisa social", forzada. Sus ojos están fijos o tristes. Algunos miran para atrás como con desconfianza, con gestos tensos. Aquí, por ejemplo, no hay mujeres. El presentador del circo está solo en medio de la pista, mientras la multitud de hombres, todos diferentes, pugna por entrar. No, no pugna, espera. Espera que el hecho de juntarse con otros, iguales y diferentes, resuelva el problema que no puede resolver, esa soledad sin angustia, pero real. Es como el “Hombre en el borde”, reducido a un universo existencial muy pequeño, y él, solo, al borde de la nada.
"Ciclistas" , año 2013
        Pero no es el único problema que tiene este hombre, estos hombres. En “La Casa”, del año 2014, permanece escondido detrás de la pata de la mesa. Arriba, muy arriba, está su hogar y su árbol, aquello a lo que todo hombre aspira. Él sabe que debería subir. Pero también debería saber el cómo.
        Otra manera de superar su soledad es hacer deporte. Hay muchos “Ciclistas” en esta presentación. En este caso, este óleo sobre tela es del año 2013, y en él se ve una abigarrada reunión de gente que compite, pero no se sabe hacia dónde, dónde está la llegada. Competir, tanto como reunirse en multitud, es una forma de relacionarse con el otro. Pues bien, aquí todos compiten, desde curas a oficinistas, todos corren una carrera donde no se ve el final.
"Chicas mal de casas bien", año 2014 
        Otra opción para estos hombres es  ir a ver a las “Chicas mal de casas bien”. Las mujeres miran por las ventanas con gestos insinuantes, mientras los hombres recurren a todas las maneras de llegar a ellas, incluso viajando en avión. Y si no da resultado, uno puede  convertirse en uno de los “Trapecistas”, año 2014. Allí los hombres hacen contorsiones, pruebas de trapecio, baile, van desafiando el aire, y no solos, sino con sirenas, vendedores, monociclistas, en fin. Lo increíble es que no hay piso donde sostenerse: nada sostiene a estos hombres que se mantienen en suspenso, en el aire. Dieron el paso más allá del borde y ahora flotan en la nada. Su respuesta está en suspenso, como ellos. No lo pueden resolver.
"En busca del tiempo perdido" , año 2014
        Y al fin, van “En busca del Tiempo Perdido”, con un reloj en el centro de la escena. El tiempo pasa para todos, pero por suerte los ciclistas parecen haber llegado a destino. El barco del “Navegante Solitario” sigue dando vueltas en su bañera.  Las escaleras, elemento que se repite en toda la obra, sigue llevándonos a pisos superiores que no son tales, y no nos pueden ayudar. Pero decidimos, como en “Lluviosa Buenos Aires”, seguir adelante, a pesar de la lluvia y una ciudad que se vuelve demencial. Los edificios no respetan ninguna perspectiva, entonces, y siendo así, las piernas de los caminantes no respetarán ninguna articulación. Los caminantes mismos, mire, tampoco respetan sendas, andan por los techos, van en auto escapando de los rayos. No queda otra.
"Rayuela" , año 2014 
        Es decir, que al fin los personajes se ven obligados a elegir, como en la “Rayuela”.Hay un Cielo, y hay un Infierno, usted lo sabe bien. Hay que elegir. El tiempo pasa, y aunque lo busquemos ya no vuelve. Nadie puede ayudarnos, ni siquiera Sigmund Freud, que está parado en medio, esperando también él, justamente él, de quien esperamos las respuestas.  Alguien nada junto a los barcos, aunque sea peligroso. Hay mujeres desnudas, y hay muchos más personajes en el Infierno que en el Cielo. Dirá usted que es lo normal, lo que muchos “merecen”. Puede ser. Otros suben a caballo, cumplen años, tocan música, siguen hacia el Cielo. Viven su vida. Bien por ellos.
        Sobre el margen de “Rayuela”, sillas vacías, alguien espera. La vidente nos dirá lo que creemos será una respuesta. ¿Será? Al fin, nos daremos cuenta que todo es una gran puesta en escena, mejor dicho, una gran ópera, como los papeles usados para el collage. Y en esta ópera, todos representamos nuestro papel. Haremos lo que creemos que debemos hacer. Haremos lo que se espera de nosotros. Y quizá así nos encontremos con otros, rumbo al Cielo, o al Infierno. Qué más da.
El artista plástico firma una reproducción de su obra 
        Y hay más, pero no vamos a contarlo todo; deberá usted, lector, buscar sus propias respuestas. Sólo nos resta decir que el artista agradeció a toda la concurrencia, y a su vez fue homenajeado por su presentador, Juan Pablo Marcet, Presidente de la institución. “Estoy más que agradecido, disfrútenlo tanto como yo disfruto mis cuadros” dijo el artista Horacio Farías.
        Una última recomendación: no se la pierda. Estará abierta  de lunes a viernesen el horario de 14 a 19, y sábados de 9 a 13,  hasta el 2 de septiembre, en la Biblioteca Mariano Moreno de Bernal, Belgrano 450, esquina 25 de Mayo, Bernal. Será una experiencia que no olvidará.
El fotógrafo Charlie Lorenz y su hijo Martín acompañan la muestra y brindan su ayuda
Las fotos pertenecen a "Algo Especial Protagonista del Presente", de Adriana Sylvia Narvaja, periodista y docente de Quilmes.
Fragmento de Jorge Luis Borges, “Concepción del hombre y del Universo en Jorge Luis Borges”, por julieta ortiz – Del sitio Entre textos Borges.
http://entretextosborges.blogspot.com.ar/2010/03/concepcion-del-hombre-y-el-universo-en.html
El Hacedor – Jorge Luis Borges – Del sitio Escribirte.
http://www.escribirte.com.ar/obras/13/el-hacedor.htm

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