Cuentos para niños

por Adriana Sylvia Narvaja
El Oso Primor, todo un problema
        En las heladas regiones del Polo Norte, una feliz pareja comparte la dicha de tener una familia hermosa: son Primor y Karini, padres de los Mim. Si alguno de ustedes quiere mandarles una carta o una tarjeta de cumpleaños, sus nombres completos con sus apellidos son: Primor Oso, Karini Osa y los Mim Ositos. Son osos blancos, blanquísimos, y se pasan la vida pescando y jugando a tirarse en el agua fría por los trampolines de hielo.
        Por allá las cosas van bien, los peces abundan, los Mim Ositos aprenden a pescar en compañía de sus padres. Pero la que tiene un problema es Karini, la mamá, que siempre se queja:
- “¡Ay, ya viene el largo invierno, y Primor se pasará los próximos seis meses durmiendo!”
        Durmiendo él, porque ella, pobrecita, no pega un ojo. Y eso pasa porque su esposo Oso (valga la redundancia) ronca como su apellido y no la deja dormir.
        Una primavera, cansada después de un largo invierno en el que sólo había podido dormir a ratos, Karini le dijo seriamente:
- “Primor, debemos consultar con el doctor ¡tus ronquidos no me dejan dormir, ni a mí ni a los Mim Osos!
- “Está bien…” – dijo él, compungido. “Iremos a ver al Doctor Narval”.
        Y allí fueron en procesión.
        Cuando llegaron al consultorio, el Doctor Narval estaba atendiendo a una foca acalambrada que había nadado demasiado rápido; a una morsa con dolor de colmillos; a un león marino que quería tener la melena de un león de cine y se quejaba de su calvicie, y a un patito silbador que se había quedado afónico y no podía silbar ni un tanguito. Narval los escuchaba con paciencia de pez budista, y los estudiaba con los anteojos que hacían equilibrio sobre su cuerno de marfil.
        Cuando pasaron todos esos pacientes, el Doctor Narval revisó a Primor Oso y le recetó que hiciera gimnasia y flexiones todas las mañanas al lado del mar, para que cuando llegue el momento de dormir, no ronque. Karini, agradecida.
        Y allí va bien tempranito Don Primor, a hacer sus ejercicios, mientras los Mim Ositos se revuelcan en la nieve, juegan a las escondidas entre las rocas y hacen agujeros en el hielo hasta encontrar agua, para que no se escape ningún pez. Lo mejor: fútbol en el hielo, con un pedazo de témpano como pelota.
        Y por la noche, cuando los oseznos duermen en la osera, bien comidos y abrigados, la feliz pareja mira abrazada la inmensa aurora boreal.
FIN 
Más sobre osos!
Los osos polares habitan en los hielos del Mar Ártico, en el agua, en sus islas y en la costa continental. Algunos prefieren las islas de hielo, pero otros pasan buena parte del año en tierra. En verano, el hielo de las costas se derrite, y el hielo flotante viaja hacia el Norte. Por ello, la mayoría de las osas que esperan bebés quedan en tierra. El clima es tremendamente riguroso, pero el oso no lo siente: la temperatura es de 34º bajo cero en invierno, y 0º en verano. Pero en Siberia del Noroeste llega a haber 69º bajo cero.
Claro que el oso, con su pelaje especial de dos capas, no se muere de frío, se muere de risa, y se va a nadar y a capturar peces. Son capaces de viajar 30 kilómetros o más por día, siempre nadando, aunque seguirlos no es fácil: como el cuello es ancho y la cabeza, angosta, los machos se suelen sacar los collares de seguimiento que le colocan los investigadores, que son quienes más han luchado para que los osos no se extingan debido a la caza de los hombres. Pero hay un problema más grave: la contaminación se ha concentrado en lo lugares donde viven, y el calentamiento global hace que el hielo se derrita más rápido. Como son muy buenazos, se acercan a las bases del Artico donde habitan los humanos, y se dedican a revolver la basura, comiendo lo que no deben, y así no quieren aprender a cazar. ¡Mirá vos!
Pero fuera de estos problemas, la pasan bien: duermen panza arriba y cuando se cansan de dormir vuelven a jugar al fútbol con pedazos de hielo, y a rodar por las pendientes de nieve como pelotas. Las patas tienen unos topetones negros que impiden los resbalones, y unas garras gruesas para caminar con fuerza y subir sobre la nieve. Los oseznos, nacidos generalmente de a dos o tres (los casos de cuatro hermanitos son raros) pesan medio kilo al nacer, y su mamá los cuida durante muchos meses.  Los turistas viajan sólo para verlos.
Miren este osito cómo toma la mamadera!
https://www.youtube.com/watch?v=TCvIufhf2pY
Un hermoso documental sobre las madres Oso Blanco en el Polo Norte!
https://www.youtube.com/watch?v=ZXEZ7RpLiFA
Fotos de Osos - Del sitio Wikifaunia.
http://wikifaunia.com/mamiferos/osos/oso-polar/
Información sobre la vida de los osos blancos - Del sitio Rie.cl.
http://rie.cl/?a=29644
Fotos del oso polar bebé - Del sitio Schauzi.com, contra el maltrato animal.
http://www.schnauzi.com/un-bebe-de-oso-polar-juega-en-la-nieve-por-primera-vez/
Fotos de los dos ositos polares - Del sitio Tutunca.es
http://www.tutunca.es/blog/author/mariarosa-la-graciosa/page/2/

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