La Bestia que hay en todos

“Los nahab (blancos) –dice el brujo Walimai- están como muertos, se les ha escapado el alma del pecho. Los nahab no saben nada de nada, no pueden clavar un pez con una lanza, ni acertar con un dardo a un mono, ni trepar a un árbol. No andan vestidos de aire y luz, como nosotros, sino que usan ropas hediondas. No se bañan en el río, no conocen las reglas de la decencia o la cortesía, no comparten su casa, su comida, sus hijos o sus mujeres. Tienen los huesos blandos y basta un pequeño garrotazo para partirles el cráneo. Matan animales y no se los comen, los dejan tirados para que se pudran. Por donde pasan dejan un rastro de basura y veneno, incluso en el agua. Los nahab son tan locos que pretenden llevarse las piedras del suelo, la arena de los ríos y los árboles del bosque. Algunos quieren la tierra. Les decimos que la selva no se puede cargar a la espalda como un tapir muerto, pero no escuchan. Nos hablan de sus dioses y no quieren escuchar de nuestros. Son insaciables, como los caimanes. Esas cosas terribles he visto con mis propios ojos y he escuchado con mis propias orejas y he tocado con mis propias manos”. 
Isabel Allende
Así, como reza el párrafo que transcribimos, nos ven. Así nos ven los grupos originarios de la Amazonia, tal cual nos lo cuenta la pluma de Isabel Allende en su libro “La Ciudad de las Bestias”. Y está muy bien que lo diga, porque nos permitirá preguntar, entonces, quiénes son las Bestias en este mundo. En este libro, las Bestias son “Dioses”. Así las consideran los miembros de este pueblo originario, cuya aldea se ubica entre Brasil y Venezuela, en una zona difusa del Alto Orinoco que denomina “Ojo del Mundo”.
Hasta allí llega Alexander Cold junto a su abuela, la excéntrica Kate Cold. Alexander comienza así un viaje iniciático donde aprenderá muchas cosas nuevas, entre ellas, a ser hombre. Su mundo será otro mundo más allá de Manaos. Y ayudará a un pueblo desconocido, “la gente de la neblina”, que tiene  la extraña capacidad de “volverse invisible” en la invisibilidad feroz de la selva amazónica.
Pero su historia comienza como la de un joven normal, de quince años, que vive una vida común en California junto a su padre, John Cold, su madre Lisa y sus dos hermanas, Andrea, de 12 años, y Nicole, de 8. Pero esta familia está, como dice el texto, “a punto de desintegrarse”, ya que Lisa, la madre de los tres niños, está enferma de cáncer, y deberá ser trasladada a Texas. Las dos niñas serán enviadas con la abuela Carla, madre de Lisa. Alexander se verá obligado a viajar con su abuela Kate a lo más profundo de la selva amazónica.
Kate, madre de John Cold, es una abuela que dista mucho de la dulce ancianita de la caja del Té Mazawattee: se corta el pelo por sí misma, formando mechones de extraño color grisáceo, usa pantalones con bolsillos, chaleco, bebe vodka y fuma tabaco negro en pipa. No necesita a nadie, y no quiere cariño ni atiende caprichos de niños. Recorre los lugares más extraños del Planeta fotografiando paisajes y eventos para revistas de investigación, tipo National Geographics. En esta oportunidad, Kate irá en una expedición encabezada por el prestigioso académico Leblanc, quien anduvo en el Tíbet tras los pasos del escurridizo Yeti. Con este entrenamiento, Leblanc se dispone a encontrar a la Bestia aquí en Sudamérica, ya que al parecer este “monstruo” ha atacado a pobladores y soldados del lugar. Kate irá también, junto a su nieto Alexander, y juntos participarán de la expedición de la International Geographic, que busca a la Bestia. Pero otros la buscan por otros motivos, no científicos.
        Habrá viajes en lancha por los recónditos vericuetos de la selva, plena de forestación, animales, pájaros, insectos por doquier, todo en la plena ebullición del verde que resiste el avance de los garimpeiros para obtener oro y diamantes y que van destruyéndolo todo a su paso. Habrá un empresario poderoso, una bella doctora digna de las películas de James Bond, soldados “caboclos” (de mezclas de razas tanto blancas como negras como indias), indios que aparecen y desaparecen, pociones mágicas, y fundamentalmente, unas extrañas Bestias que viven (no van a creerlo) ¡en la ciudad de los dioses, El Dorado, la Meca de los conquistadores que jamás se dieron el gusto de hallarla!. 
   Todo esto en el marco de una selva donde el verde sube como la espuma, llueve dos o tres veces por día, las pociones le permiten a los personajes viajar y tener contacto con los espíritus, y un final que nos deja pensando lo que dijimos en la primera parte de la nota, ¿quiénes son las Bestias?. No daremos la descripción de los seres que nombra el libro, para no quitarle interés, pero sí podemos decir que nuestra sociedad, que mata y oprime a los pueblos originarios para quitarle las tierras, el oro, los animales y el bosque, está llena de ellas.
  Será cuestión de leer el libro, hacerlo leer a los alumnos y aprovechar para reflexionar en el aula sobre estos temas que hacen a la vida de nuestra sociedad, que no le ha dado lugar que merece a los pueblos originarios ni a sus culturas, y busca aplastar todo lo que considere diferente, por no entenderlo, porque no da ganancia, que es el motor de nuestra cultura.
Tristemente, las Bestias somos nosotros.
jaguar negro, animal totémico de Alexander Cold 
 Dice la Wikipedia en un artículo sobre el libro
(y atención porque hay datos incorrectos en el resumen que ofrece la tan mentada Enciclopedia de la Web, copiamos sólo lo correcto):
“La ciudad de las bestias” es una novela de aventura y fantasía escrita por la escritora chilena Isabel Allende. Esta novela fue publicada en 2002 y se trata del primer libro de Allende para lectores adolescentes. Es la primera parte de la trilogía “Las memorias del Águila y el Jaguar”. Las otras partes son “El reino del dragón de oro” y “El bosque de los pigmeos”. Isabel Allende la escribió en colaboración con la organización ecologista Greenpeace y el grupo editorial Random House Mondadori, para su proyecto “Libros amigos de los bosques”.
Se incorporan elementos de realismo mágico, aventura y naturaleza. Los jóvenes protagonistas: Nadia y Alexander, se internan en la inexplorada selva amazónica, llevando al lector en un viaje sin pausa por un territorio misterioso donde se borran los límites entre la realidad y el sueño, donde hombres y dioses se confunden, y los espíritus andan de la mano con los vivos".
“La Ciudad de las Bestias “ en imágenes en Youtube, siguiendo el abecedario. 
Ver: http://www.youtube.com/watch?v=RNyEIV6_9R0

Foto de Isabel Allende y Tapa del Libro  – Del Sitio Más que Libros – Blog de animación a la lectura escolar de la Biblioteca Juan Leiva
http://msquelibros.blogspot.com.ar/2010/05/leemos-en-clase-la-ciudad-de-las.html
Entrevista de Isabel Allende en Holanda – Youtube.
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=p1NOQPYK4KM
Información sobre la novela “La Ciudad de las Bestias” –Wikipedia.
http://es.wikipedia.org/wiki/La_ciudad_de_las_bestias
Foto de la niña de la selva con perezoso - De la página SOL DEL SUR en Facebook.
https://www.facebook.com/intijinti
Fotos de la vegetación selvática, cortesía del fotógrafo quilmeño Italo Nonna. Agradecemos a nuestro gran amigo el brindarnos estas hermosas fotos del lugar.
Foto del jaguar negro - Del sitio Arquitectura Mesoamericana.
http://arquitecturamesoamerica.blogspot.com.ar/2012_12_01_archive.html
Imagen de El Dorado, la ciudad tan buscada por los conquistadores - Del sitio La Edad de Oro.
http://www.laedadeoro.com/2009/02/el-dorado.html

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